Cinco actores noveles
Pantani, De las Cuevas, Virenque, Davy y Leblanc dan protagonismo a una. nueva generaci¨®n tras la fuga masiva de los notables
Miguel Indur¨¢in act¨²a sin r¨¦plica. El Tour saca sus propias conclusiones seg¨²n avanza la carrera y observa c¨®mo algunas de las cumbres relevantes de los Alpes visten ahora el escenario como testigos marginales de una batalla imposible: el pelot¨®n maniobra como un ej¨¦rcito en retirada. Dentro del desorden, las miradas se fijan en un reducido quinteto de nuevos aspirantes. ?Son material de relleno o alumbran una nueva generaci¨®n?Cada jornada se inaugura con un rutina macabra: echarle un vistazo al parte de bajas. Persisten los abandonos en forma de an¨®nimo. goteo, caen a pares ciclistas que se resisten a seguir combatiendo, los equipos se van descomponiendo y env¨ªan a casa personal t¨¦cnico y enseres. La organizaci¨®n trata de ordenar la huida y reclama su derecho a que le sean devueltos autom¨®viles y plazas, de alojamiento. "Indur¨¢in est¨¢ bien y todos los dem¨¢s est¨¢n muy cansados", explica el veterano Charly Mottet, que disputa su ¨²ltimo tour, "demasiado calor, demasiados kil¨®metros, demasiada velocidad Y demasiado Indur¨¢in.
Tanto es as¨ª que la carrera ha quedado reducida a un protagonista y varios actores secundarios. No hay actores de reparto desde el ' momento en el que Rominger, Chiappucci, Bugno, Rooks, Amstrong, Theunisse o Lemond se han ausentado por el mismo motivo, un mal disimulado cansancio.
Los cr¨¦ditos del Tour siembran de nov¨ªsimos apellidos sus clasificaciones estelares. El aficionado tiene derecho a pedir razones de esta nueva hornada de ciclistas. ?Qui¨¦nes son Virenque, Leblanc, Pantani, De las Cuevas y Davy? ?Qu¨¦ futuro aguarda a Abraham Olano? Salvo Z¨¹lle y Ugrumov, hay demasiados corredores sin pedigree en las primeras filas de la general."Se abre un debate interesante en este tour", proclama Ech¨¢varri, el inventor de Miguel Indur¨¢in y responsable n¨²mero uno de esta supuesta debate. "Si miramos la general actual, salvo Indur¨¢in que tiene 30 a?os, Pulnikov. con 29 y Ugrumov que est¨¢ en los 33, todos los dem¨¢s son corredores de 24 a 26 a?os. No es una casualidad. Hay una generaci¨®n, que es la del 64, que ha puesto pie en tierra".
Indur¨¢in certific¨® la defunci¨®n de los corredores del 60 .(desde Lemond a Delgado, pasando por Fign¨®n y Roche) y ha monopolizado el reparto de los ¨¦xitos que le correspond¨ªa a la del 64 (Chiappucci, Bugno, Alcal¨¢, Fondriest y Breukink entre otros). Ha. controlado la resurecci¨®n tard¨ªa de un hombre como Rominger. Tiene ahora ante si la papeleta de servir de referencia para los j¨®venes pretendientes. Ese cambio generacional es un hecho para Ech¨¢varri. Bugno, Chiappucci y compa?¨ªa no han abandonado temporalmente. Sencillamente, no volver¨¢n. El podio reclama una renovaci¨®n.
Bajo la omnipresencia de Indur¨¢in (a falta de precisar la fecha exacta de su caducidad), el escenario se puebla de aprendices y surge la necesidad de medir no s¨®lo su capacidad sino tambi¨¦n su madera para dibujar un personaje. ?Qui¨¦nes pueden llegar a ser Pantani, Virenque, De las Cuevas o Davy?
. Pantani naci¨® en el Giro sin curr¨ªculo y bajo el patrocinio de Chiappucci. Un buen dato. Es el hijo del Diablo. Parece haber surgido de las tinieblas del anonimato y cada monta?a despierta su apetito. No tiene estrategia, pero es incansable. Es una nueva fuente de inspiraci¨®n para los italianos. Si selecciona sus ataques puede cerrar la temporada en el podio del Giro y en el podio del Tour. Pantani ofrece material.
El cuarteto franc¨¦s es otra cosa. Francia pide a gritos un l¨ªder desde hace casi una d¨¦cada. De las Cuevas viene precedido de una adolescencia dif¨ªcil y ha resultado un corredor ingobernable para el propio Ech¨¢varri. Tiene propensi¨®n a la indisciplina,y se le resisten las cadenas monta?osas. Tiene solidez como contrarrelojista. ?Un l¨ªder? Vive su segunda oportunidad de luchar por un podio de los grandes, si la desperdicia ser¨¢ puesto en cuesti¨®n.
Su compa?ero Thomas Davy es un novato, ilustrado. Tiene buena planta, y es de los pocos que alternan el trabajo con el estudio (quiere ser licenciado en Educaci¨®n F¨ªsica y posee conocimientos en contabilidad y gesti¨®n). Alsaciano, Dice que corre con mentalidad de cicloturista. Busca el placer en la vida. ?Un l¨ªder o un producto sin solera de la bodega de Guimard? No puede tirar por la borda este Tour, pero le cuesta mantenerse en el pelot¨®n.
La pareja Virenque-Leblanc es la m¨¢s s¨®lida en las cumbres. El primero acaba de asegurar. su reinado en el premio de la monta?a. Leblanc no se despega de Indur¨¢in. Los dos han vestido el amarillo en el Tour, que no es poco. Ambos han sabido enderezar una carrera que parec¨ªa enviarles al pozo". Han hecho ya un recorrido de Ida y vuelta y han demostrado tener car¨¢cter para ello. ?Como para llevar el bast¨®n de mando? La soluci¨®n, en una semana.
Este nuevo quinteto de actores pugna por el podio de Par¨ªs. Forman parte de una nueva generaci¨®n. Ahora bien, ?servir¨¢n para darle replica a Indur¨¢in?. La respuesta no pertenece a este Tour, un Tour reducido a un solo protagonista, un Tour que pierde elementos cada d¨ªa. Hoy habr¨¢ que volver a leer el parte de bajas...
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