Dos condenados por el 'caso Sokoa' no volver¨¢n a prisi¨®n

Juan Luis Zabaleta y Jos¨¦ Antonio Gogorza han sido condenados a seis a?os de prisi¨®n y 300.000 pesetas de multa por pertenencia a ETA. Ambos fueron detenidos en Francia por su relaci¨®n con la industria Sokoa, una f¨¢brica de sillas en la que en 1986 la polic¨ªa localiz¨® abundante documentaci¨®n, dinero y armas de la organizaci¨®n terrorista. Los dos condenados seguir¨¢n en libertad por que les han sido descontados los a?os que han pasado en prisi¨®n preventiva.En la sentencia, hecha p¨²blica ayer, la Audiencia Nacional ha impuesto esta pena a ambos terroristas aunque les ha absuelto de los delitos de dep¨®sito de armas, tenencia de explosivos y receptaci¨®n, y a Gogorza, adem¨¢s, del de falsificaci¨®n de documentos oficiales.

El tribunal declara probado que ETA se encontraba "parcialmente instalada en 1986 en Francia, donde resid¨ªan varios de sus miembros principales y se cre¨® toda una infraestructura para facilitar la continuaci¨®n de sus acciones en Espa?a". La banda desarrollaba toda la organizaci¨®n de los comandos y de la contabilidad en el pa¨ªs vecino. En la f¨¢brica de Sokoa llevaba la cuenta de sus gastos e ingresos, debidos estos ¨²ltimos en su mayor¨ªa a pagos del impuesto revolucionario por parte de empresarios espa?oles, explica el fallo.

ETA tambi¨¦n guardaba en la sede de la cooperativa Sokoa "la mayor¨ªa de la informaci¨®n que se recopilaba y que pod¨ªa servir para la selecci¨®n de los objetivos y v¨ªctimas de sus acciones y, adem¨¢s, manten¨ªa los dep¨®sitos de dinero, armas y explosivos".

La resoluci¨®n agrega que varios etarras residentes en el sur de Francia trabajaban en los primeros meses de 1986 en la cooperativa Sokoa, dedicada a la fabricaci¨®n y montaje de muebles, que fue aprovechada por ETA para dar cobertura a sus actividades. Para ello, construyeron en el edificio un escondite y utilizaron el local para guardar toda la documentaci¨®n relativa a la banda, as¨ª como para depositar dinero, armas y explosivos.

Zabaleta y Gogorza abonaban mensualmente a la organizaci¨®n parte del sueldo que cobraban en Sokoa y contribuyeron a ocultar y servir de tapadera a las actividades de ETA. No obstante, la Sala a?ade que no consta que los condenados "se encargasen de labor de direcci¨®n alguna, que en esa ¨¦poca hubiesen participado directamente en acciones violentas o toma de decisiones ni que conociesen los objetos o el material que se ocultaba en el escondite".