Pacientes malague?os denuncian enga?os en los tratamientos del barco cl¨ªnica ruso
Una docena de pacientes malague?os con problemas oculares denunciaron ayer haber sido "enga?ados y estafados" en los tratamientos recibidos en el barco cl¨ªnica ruso Floks, anclado en Gibraltar, durante una reuni¨®n presidida por el oculista de Marbella Carlos Rinc¨®n. Los denunciantes aseguran haber abonado entre 315.000 y 1.500.000 pesetas por diferentes intervenciones, con las que no lograron mejorar sus problemas, teniendo que recurrir a cl¨ªnicas espa?olas.
"El Floks es un montaje bien hecho para atraer gente, a la que se presentan como la ¨²nica soluci¨®n en Espa?a, cuando los servicios de miop¨ªa alta y baja est¨¢n aqu¨ª bien cubiertos por profesionales capacitados", asegura Rinc¨®n rodeado por pacientes de la cl¨ªnica rusa, que dicen querer "olvidar sus experiencias".
Alfredo Herrera, un abogado de Fuengirola, se ha prometido no volver a Gibraltar "ni por mantequilla", despu¨¦s de desembolsar cerca de un mill¨®n de pesetas para terminar con su problema de nueve dioptr¨ªas. "Aqu¨ª era dif¨ªcilmente operable, y all¨ª te dec¨ªan que era posible; aparecen testimonios y te convences", explica. Herrera se someti¨® a dos intervenciones quir¨²rgicas, pas¨® seis meses en total oscuridad y ahora tiene que usar protectores oscuros en sus gafas para salir a la calle y protegerse de la luz. "Fui a reclamar y me dijeron que la culpa era m¨ªa porque el ojo no habla cicatrizado"'. Despu¨¦s de recibir un tratamiento en Espa?a a base de cortisona, el abogado se recupera, con un mayor grado de astigmatismo y menor agudeza visual.
Rinc¨®n, que recondujo el tratamiento de los damnificados, califica de "mala pr¨¢ctica y estafa" la actividad de la cl¨ªnica rusa, a la que recurri¨® para transmitir las quejas de los pacientes y de la que "me quitaron en volandas", se?ala. Mar¨ªa Jes¨²s Rueda, vecina de Alhaur¨ªn el Grande y madre de las mellizas Mar¨ªa Jos¨¦ y Mar¨ªa Teresa, no tiene mejor recuerdo del barco ruso.
Viaje a Mosc¨²
Pag¨®, en d¨®lares, 1.500.000 pesetas para que a trav¨¦s de sendas operaciones redujeran las 11 dioptr¨ªas que obligaban a sus hijas a llevar gafas desde los 18 meses. El tratamiento tendr¨ªa que culminar en Mosc¨², donde la familia deber¨ªa abonar 1.700.000 pesetas. El marido de Mar¨ªa Jes¨²s sufri¨® un infarto al conocer la nueva recomendaci¨®n m¨¦dica; las j¨®venes, finalmente, fueron intervenidas en una cl¨ªnica de Sabadell, para poder prescindir de las gafas.Antonio Vicario, al igual que Montserrat, pag¨® 315.000 pesetas, tambi¨¦n en d¨®lares, para mejorar su problema de miop¨ªa. Ambos dicen no haber conseguido los resultados prometidos y han tenido que recurrir a cl¨ªnicas espa?olas. El barco cl¨ªnico hace firmar al paciente un escrito en el que el m¨¦dico se compromete a "intentar mejorar el estado" de sus ojos y el cliente admite que se trata de un acuerdo personal con la cl¨ªnica. "Ninguna otra parte tiene responsabilidad en este asunto", concluye el formulario denominado consentimiento del paciente.
"Para detectar la jurisdicci¨®n de la cl¨ªnica se necesitar¨ªa un tratado de derecho", dice Herrera, "se trata de un barco ruso anclado en un puerto franco, ?a qui¨¦n se le puede reclamar?".
Los responsables de la cl¨ªnica avalaron ayer sus tratamientos en las 20.000 personas que han atendido en solo un a?o y lamentan que si una docena de ellos han te?ido problemas "no acudan a nosotros en lugar de ir a oftalm¨®logos que utilizan sus declaraciones para forzar la campa?a que existe en contra nuestra". El pasado domingo EL PA?S public¨® un reportaje sobre la actividad del barco y la pol¨¦mica surgida en torno a la falta de homologaci¨®n para ejercer en la Uni¨®n Europea.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.