S¨®lo en ocho barrios de Bogot¨¢, hay 3.000 menores prostituy¨¦ndose
Para miles de ni?os y adolescentes bogotanos la vida es dura y dif¨ªcil. A pesar de las 18 convenciones internacionales, leyes nacionales y decretos locales que rigen para la protecci¨®n de la infancia, en la zona hist¨®rica y centro de la ciudad pululan los establecimientos de prostituci¨®n infantil. Un estudio de la C¨¢mara de Comercio de Bogot¨¢ (CCB) ha establecido que en un ¨¢rea de ocho barrios hay 3.000 ni?as y adolescentes entre 12 y 17 a?os que viven del comercio sexual.En su mayor¨ªa son emigrantes de otras regiones del pa¨ªs, muy pocas han concluido la educaci¨®n primaria y casi, en su totalidad, huyeron de sus casas a causa de la violencia familiar, que en este pa¨ªs registra ¨ªndices alarmantes. En 1993, de 2.743 casos de agresi¨®n a menores denunciados a las comisar¨ªas de familia de la capital, 274 fueron violaciones por parte de padres, padrastros y otros parientes adultos; 609 menores murieron por las agresiones.
M¨¢s ganancias
Las peque?as mujeres de la noche trabajan para "comer y dormir", porque "es f¨¢cil" o porque no hay otra cosa que hacer, seg¨²n dicen ellas mismas. Son explotadas por proxenetas que ven en su corta edad una forma de atraer m¨¢s clientes a sus s¨®rdidos espect¨¢culos. "Cuando de mis ocho muchachas mayores cambi¨¦ a cuatro por menores de 17 a?os, mis ganancias aumentaron y pude establecer otro negocio con el mismo sistema, pero desafortunadamente la competencia hizo lo mismo. Es f¨¢cil encontrarlas de esa edad. A los polic¨ªas les gusta el show y no preguntan la edad. Si lo hacen, ellas contestan que tienen 18 a?os cumplidos", relat¨® uno de esos empresarios a las investigadoras de la CCB.El documento es el punto de partida de un plan de rehabilitaci¨®n impulsado por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar al que se ha vinculado la Consejer¨ªa de Integraci¨®n Social de la Comunidad de Madrid. El aporte espa?ol es de 10 millones de pesetas para dotar y equipar un hogar de paso que ser¨¢ el comienzo de un programa de atenci¨®n integral.
El albergue deber¨¢ empezar a funcionar en diciembre. Por primera vez, estos menores tendr¨¢n un lugar donde pasar la noche sin ofrecer su cuerpo a cambio, muchas veces "bajando los precios", pues, como dice Clarisa, de 16 a?os, "los clientes saben que uno no tiene d¨®nde dormir y no est¨¢ en condiciones de regatear". Clarisa lleva tres a?os en el oficio, despu¨¦s que su padre la echara de casa.
En esta ciudad de seis millones de habitantes, la cuarta parte menores de 25 a?os, la prostituci¨®n infantil es s¨®lo una cara de la crisis social. Este a?o, 17.000 ni?os se han quedado sin cupo en las escuelas oficiales; otros 4.500 viven en la calle y palian el fr¨ªo y el hambre inhalando pegamento o fumando marihuana.
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