Cacho logra la doble corona

Lo hicieron tan f¨¢cil que aquella final no parec¨ªa ser del campeonato de Europa. Cacho primero y Viciosa segundo. Lo que ni Coe y Ovett, ni Abascal y Gonz¨¢lez lograron jam¨¢s, lo consiguieron dos castellanos recios, enjutos y secos. Ganaron cuando y como quisieron, sin ser inquietados en ning¨²n momento por nadie. El ¨²nico aliento que Cacho escuch¨® en su cogote fue el de su propio compa?ero cuando la meta apareci¨® a cien metros. Entonces fue cuando el campe¨®n ol¨ªmpico decidi¨® marcar las diferencias y se fue a por su segundo gran t¨ªtulo. Ning¨²n otro atleta en Espa?a ha logrado tener una doble corona.Cacho quer¨ªa una carrera a ritmo de 3.34-3.36 segundos y la tuvo. Hubiera ganado igual si hubiera sido m¨¢s lenta o m¨¢s r¨¢pida, pero as¨ª se pudo lucir mejor y comprobar que su momento de forma es ¨®ptimo. Di Napoli hizo de liebre en una acci¨®n que s¨®lo toman los que se encuentran en situaci¨®n desesperada. Cacho se puso tras ¨¦l y esper¨®. Lo mismo hicieron Viciosa y Pancorbo. Se apreci¨® en ellos un gesto que les hizo merecer el respeto de todos los rivales. La r¨¢pida salida de Di Napoli y Cacho sorprendi¨® al resto. Pancorbo se hizo sitio como pudo para salir del tumulto y llegar hasta ellos; Viciosa le sigui¨® por el hueco que abr¨ªa. Ten¨ªan hambre de medallas. Desde aquel momento, m¨¢s de la mitad de los finalistas asumieron su papel de comparsas.

All¨ª hab¨ªa tres atletas que se hab¨ªan pasado el a?o prepar¨¢ndose para estar justamente en forma el 9 de agosto. Mientras los dem¨¢s hab¨ªan estado corriendo como desesperados -siete de ellos hab¨ªan conseguido realizar sus mejores marcas personales en las semanas precedentes-, Cacho, Viciosa y Pancorbo se hab¨ªan estado entrenando en Soria, Palencia y Ja¨¦n, respectivamente. Hab¨ªa cinco incluso que pod¨ªan presumir de haber vencido en alguna ocasi¨®n nada menos que a Ferm¨ªn Cacho. Todos esos avales con que se presentaban a la final quedaron desvanecidos en cuanto el campe¨®n y sus delfines se pusieron a correr de verdad.

Cacho lo hizo cuando faltaban 500 metros. Ya lo hab¨ªan advertido ¨¦l mismo y Viciosa en la v¨ªspera. Pancorbo, no, porque era precisamente lo que no deseaba que sucediera. Como se avivase la carrera en ese punto empezar¨ªa a quedar rezagado. Cacho se igual¨® a Di Napoli, sin importarle que ese movimiento pusiera en alerta al resto, pues era el anuncio de su inminente ataque. Viciosa respondi¨® como un poseso; era el ¨²nico al que le quedaban fuerzas para ello. Incluso ech¨® el resto cuando, tras rebasar tambi¨¦n a Di Napoli -ya quedaban entonces 250 metros-, se fue a por Cacho sin ning¨²n temor. Entonces el campe¨®n comenz¨® a deslizarse en silencio, sin violencia, como s¨®lo hacen los privilegiados. Tras ¨¦l, a la distancia que aconseja la l¨®gica, un atleta llamado a estar entre los grandes, y m¨¢s atr¨¢s, ya confundido con el resto, alguien que mereci¨® mejor suerte por su valent¨ªa, el tercero en discordia, cuya recompensa fue mejorar el und¨¦cimo puesto al que estaba abonado. Por fin, sexto.

La victoria de Cacho confirm¨® plenamente los pron¨®sticos realizados. En el mercado de apuestas de la ciudad su victoria se pag¨® 1,8 a 1. Bulkovski (4,4 a 1) y Di Napoli (6,5 a 1) era en quienes se confiaba para dar la sorpresa. Los valores sobre el resto de atletas se disparaban: el triunfo de Viciosa se habr¨ªa pagado 18 a 1 y el de Pancorbo, 37,4 a 1.

Ferm¨ªn Cacho, un atleta nacido a pies del Moncayo, en ?greda (Soria), el 16 de febrero de 1969, es el primer atleta espa?ol en conseguir dos t¨ªtulos de la triple corona. Ya es campe¨®n ol¨ªmpico y europeo; S¨®lo le falta serlo mundial (5? en 1991 y 2? en 1993). De los atletas en activo, s¨®lo los marchadores Massana, Garc¨ªa Bragado (campeones mundiales) y Plaza (ol¨ªmpico) pueden aspirar a entrar todav¨ªa en la galer¨ªa de los m¨¢s grandes especialistas de todos los tiempos. Tres marchadores m¨¢s, Llopart, Mar¨ªn y Mari Cruz D¨ªaz se retiraron con un t¨ªtulo ganado, todos ellos el continental.