EL CONFLICTO PESQUERO
Visita al bonitero gallego 'Beata Teresa Jornet'
Los reiterados enfrentamientos entre pesqueros espa?oles y franceses ya tienen su primera v¨ªctima, aunque afortunadamente leve. En la noche del mi¨¦rcoles, un tripulante del barco franc¨¦s Kresala, Guilhem Tangui, resultaba herido leve de perdig¨®n en el pecho, si bien fue dado de alta con rapidez. El incidente aument¨® un grado m¨¢s la tensi¨®n. Mientras, el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Atienza, anunciaba que va a exigir a Bruselas la prohibici¨®n total de las redes de volanta, y la Federaci¨®n de Cofrad¨ªas ped¨ªa a los pescadores andaluces que dejen de faenar con artes ilegales. Adem¨¢s, el ministro presente oficialmente la chapa verde que distinguir¨¢ al bonito del norte.
"La culpa la tienen las autoridades "
La radio del pesquero gallego Beata Teresa Jornet acaba de difundir la noticia: un pescador, espa?ol, hiri¨® de bala a otro pescador, franc¨¦s, en el golfo de Vizcaya. Jos¨¦ Fustes Mart¨ªnez, el patr¨®n del barco, no parece especialmente trastornado por el acontecimiento. Ha dedicado al mar 30 de sus 45 a?os. Tiene la piel enrojecida por el viento y la sal, con una mirada maliciosa. "Nosotros no tenemos nada en contra de los francese", dice. "Siempre hemos faenado juntos en la zona, y las volantas, para ellos: es su pan. La culpa la tienen las autoridades".
Jos¨¦ y los 11 hombres de su tripulaci¨®n se han cruzado con m¨¢s de 15 pescadores franceses, en los 20 d¨ªas que llevan faenando. Como los otros 400 espa?oles que pescan en la zona, Jos¨¦ avisa a las patrulleras espa?olas en cuanto detecta una red de volantas demasiado grande. Las patrulleras espa?olas avisan, a su vez, a las francesas, para que inspeccionen el barco sospechoso. "El problema es que las patrulleras francesas encubren a sus pescadores" se lamenta Jos¨¦. "Hace quince d¨ªas vi a uno con una red de m¨¢s de cuatro kil¨®metros. Un comisario hizo una inspecci¨®n, pero el patr¨®n no fue sancionado". No hay quien pare a Jos¨¦ cuando se pone a hablar de las "malditas" volantas. "Si seguimos as¨ª, en dos a?os terminamos con el mar" dice. Por capturar much¨ªsimos m¨¢s atunes que con las t¨¦cnicas tradicionales, las redes de volantas est¨¢n agotando las reservas atuneras. Jos¨¦ y sus compa?eros s¨®lo han pescado 2.400 atunes desde que empezaron su campana, en vez de los 40.000 del a?o pasado. "Adem¨¢s, muchos de los peces cogidos por volantas vuelven al mar muertos, as¨ª que est¨¢n perdidos para todo el mundo", lamenta el patr¨®n gallego. "En Espa?a, utiliz¨¢bamos en los a?os sesenta y setenta las volantas, pero los pescadores decidimos dejarlas por los da?os que causaban"
En el Beata Teresa Jornet, se pesca el bonito con curric¨¢n, un arte que permite preservar la especie atunera al dejar "un 40% de los atunes en el mar" seg¨²n su patr¨®n. De los dos m¨¢stiles, situados en ambos lados del barco, cuelgan en el mar cinco lineas, cuya base est¨¢ fija por una polea. Al final de ¨¦stas, los boniteros e?ganchan un cebo, en general una parrocha, o un bocarte. Cuando una l¨ªnea empieza a temblar, se acciona la polea para sacar el pescado del agua. Uno de los marineros baja entonces a mano la l¨ªnea en la que est¨¢ enganchado el at¨²n, y lo mata a golpe de macana (maza).Si el pescado sigue coleteando, se le remata. Miguel, uno de los marineros, exhibe orgulloso un at¨²n gordo, con la piel lisa y brillante. Desde que los boniteros franceses utilizan volantas no es frecuente pescar un pez de ¨¦sta talla. "Las redes de los franceses pescan los atunes gordos, a nosotros nos quedan los peque?os, y hay d¨ªas en los que no se pesca nada", dice Miguel.
Su patr¨®n todav¨ªa no ha terminado de pagar su barco, un buen barco de hierro de 39 metros, que compr¨¦ con su hermano y otros miembros de su familia hace siete a?os. Los atunes que pescan pesan cinco kilos de media. A 300 pesetas el kilo de at¨²n, no va a ganar nada en esta marea.
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