Los habitantes de Quebec religen su Asamblea Nacional
ENVIADO ESPECIALLos ciudadanos de la provincia franc¨®fona de Quebec, en Canad¨¢, acudir¨¢n ma?ana a las urnas para elegir una nueva Asamblea Nacional que, seg¨²n las previsiones de las encuestas, estar¨¢ dominada por el independentista Partido Quebequ¨¦s (PQ) que dirige Jacques Parizeau. Pero lo que ha dado algo de vida a una campa?a electoral m¨¢s bien descolorida no es qui¨¦n va a gobernar con qu¨¦ programa sino cu¨¢l va ser el destino de la Belle Province: Un Estado soberano o una sociedad distinta o permanecer en la insostenible situaci¨®n actual dentro de la federaci¨®n canadiense.
La raz¨®n de esta expectaci¨®n reside en la voluntad manifestada por el l¨ªder independentista de convocar un refer¨¦ndum en Quebec: antes de un a?o para plantear abiertamente la independencia de la provincia. Parizeau trata de zanjar as¨ª una situaci¨®n de bloqueo constitucional al considerar fracasados los intentos de reforma del federalismo canadiense. Ah¨ª es donde ha quedado centrado el inter¨¦s de una larga campa?a electoral de cinco meses.
Los peri¨®dicos y las televisiones se han convertido en el escenario de la batalla pol¨ªtica entre los independentistas, el Partido Liberal de Quebec (PLQ) del actual primer ministro Daniel Jolnson y el nuevo Partido de Acci¨®n Democr¨¢tica de Quebec (PADQ). El momento ¨¢lgido de la campa?a se vivi¨® el pasado 29 de agosto cuando, por primera vez en la historia electoral quebequense, se produc¨ªa un debate televisado entre los dos m¨¢ximos aspirantes al triunfo -Parizeau y Johnson-, que concluy¨® en combate nulo.
Las encuestas ven¨ªan dando una sustancial ventaja al PQ en torno al 49% de los votos, y por encima de los liberales, situados sobre el 40%. En tercera posici¨®n quedaba el PADQ, al que se atribu¨ªa cerca del 10% de los sufragios. Pero el viernes, una empresa de sondeos, la CROP, hac¨ªa sus cuentas y reduc¨ªa la distancia entre el PQ y el PLQ a tres puntos s¨®lo.
La suerte parece echada favor del PQ Pero nadie atribuye su vuelta al Gobierno a un auge repentino del independentismo en la sociedad quebequense, sino al desgaste provocado por nueve a?os de Gobierno liberal, con el agravamiento de que la recesi¨®n y el aumento del desempleo (el 12,2% en Quebec, 1,2 puntos por encima de la media nacional canadiense) han supuesto duros obst¨¢culos suplementarios para las aspiraciones de Johnson.
Para colmo, el liberal Johnson ha recibido a ¨²ltima hora una desautorizaci¨®n de sus hermanos pol¨ªticos, el Partido Liberal de Canad¨¢, que gobierna a nivel nacional desde Ott¨¢wa. Cuando Jolinson trataba de centrar su campa?a en el terreno de c¨®mo superar la crisis , obviando el debate del independentismo, y sus hombres hablaban de reactivar las inversiones en infraestructuras y servicios p¨²blicos, resulta que desde Ottawa llega una carta diciendo que de d¨®nde pensaban sacar los cuartos y que dejasen de despertar falsas ilusiones en el electorado con promesas dif¨ªciles de cumplir.
La carta acab¨® en manos del Partido Quebequ¨¦s y de ah¨ª salt¨® a peri¨®dicos y televisiones. Los liberales de Quebec y de Ottawa han tratado de salvar la cara diciendo que todo fue una mala intepretaci¨®n.
Por otro lado, el sistema electoral para repartir los 125 esca?os de la Asamblea opera esta vez en detrimento de los liberales ya que el sentimiento antis¨¦paratista tiene su basti¨®n en Montreal, donde se concentra casi la mitad de la poblaci¨®n de la provincia.
Parizeau cantar¨¢ victoria en la madrugada del lunes, pero ya le adelantan que eso no quiere decir que vaya, a ganar el refer¨¦ndum sobre la independencia que vivir¨¢ la provincia hacia la primavera pr¨®xima.
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