Exceso de ortodoxia

Buscando hacerse un hueco en el mercado espa?ol, Rata Blanca plantea a medio plazo sus objetivos. La formaci¨®n argentina, que goza de una popularidad muy relevante en su tierra, ha entendido que es ¨¦ste el momento id¨®neo para su expansi¨®n internacional y, en ese sentido, Espa?a es una salida natural, adem¨¢s de su desarrollo en Hispanoam¨¦rica. Viene el grupo con los pies sobre la tierra, sabiendo que abrirse camino en el terreno del rock duro es tarea peliaguda.El pasado a?o, Rata Blanca hab¨ªa puesto sus pies en nuestro pa¨ªs como primera toma de contacto. En la apertura de los con ciertos de Medina Azahara, el sexteto argentino mostr¨® una ejecuci¨®n notable, pero tambi¨¦n reflej¨® unas influencias muy marcadas y, hoy por hoy, quien sabe si superadas por el tiempo.

El concierto de Madrid estuvo dominado por las mismas coordenadas que en su anterior visita, aunque, cuando ofreci¨® el anticipo de los nuevos temas, dio a entender que Rata Blanca ha captado que la f¨®rmula de las referencias tradicionales est¨¢ agotada. Si se desea alcanzar una cierta respuesta fuera de sus fronteras, el futuro se viste por el cambio. Lo que actualmente ofrece Rata Blanca es una buena sesi¨®n de rock pesado un tanto desconectada con el proceso y la evoluci¨®n del g¨¦nero en los noventa. Pendiente queda su prometida transici¨®n con el todav¨ªa in¨¦dito material que anuncia novedades perceptibles. Ser¨¢ en la primavera cuando haya ocasi¨®n de juzgarlo con pleno conocimiento de causa.