La mala noche de Lalas
En el medio tiempo, m¨¢s de un pu?ado de cronistas brit¨¢nicos coincid¨ªan en que el jugador m¨¢s carism¨¢tico del f¨²tbol norteamericano era un fraude. Estados Unidos perdi¨® en su deb¨² en Wembley ante Inglaterra por 2-0 y ambos goles fueron culpa de Alexis Lalas.Lalas, a sus 24 a?os, hab¨ªa jugado hasta entonces s¨®lo dos partidos con el Padova, equipo que le contrat¨® como primer jugador norteamericano en la serie A italiana. Todo el mundo era consciente de que hace falta, para un extranjero, algo de tiempo para sentirse seguro en su oficio. Es una verdad universal, aplicable tanto a los ingleses que han jugado en Italia como a Lalas, quien nunca antes hab¨ªa actuado en un club profesional.
Ning¨²n americano hab¨ªa experimentado antes el recibimiento que Lalas tuvo en Wembley. Era el centro de atenci¨®n. La gente le silbaba cada vez que tocaba el bal¨®n. Cuatro partidos oficiales en una Copa del Mundo no le hab¨ªan preparado para esto. "No puedes permitir que una cosa as¨ª afecte a tu juego", dijo Lalas, "pero no voy a decir que no me afect¨®. Veamos, era mi tercer partido en una semana, he recibido diez goles y no he marcado ninguno. Realmente, ha sido una semana loca".
Noches como esa, sin embargo, permiten confiar en ¨¦l. Quiz¨¢s cuando tenga 26 o 27 a?os y est¨¦ en plena madurez, habr¨¢ mejorado. Sinceramente, es demasiado pronto para que aquellos que disfrutaron con ¨¦l en julio se sientan ahora terriblemente decepcionados. Lo que ha vivido es la dura realidad del f¨²tbol al que se ha integrado. La gente que ha confiado en ¨¦l, debe seguir apoy¨¢ndole, debe apoyar a hombres como ¨¦l, o como Claudio Reyna (en el Bayer Leverkussen) o a todos aquellos americanos que trabajan para mejorar fuera de casa. Ellos son los pioneros del f¨²tbol para Estados Unidos.
Despu¨¦s de su aciaga noche, Lalas firmaba aut¨®grafos y charlaba con aficionados. "Soy un profesional y me pagan para que haga lo que me gusta hacer. Si ser silbado es la peor cosa que me puede suceder, entonces va todo bien". Semejante sinceridad es raro encontrarla en el nuevo mundo que ¨¦l descubri¨® en Weinbley. Supongo que sus admiradores en Am¨¦rica esperar¨¢n que Lalas pueda probar que es mejor que sus cr¨ªticos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.