Sectarismo
En la vida hay a veces cosas que no se entienden. Y esto es lo que sucede ahora con el Partido Popular. En junio pasado, con una campa?a de violenta denuncia de la corrupci¨®n socialista, gan¨® las elecciones europeas de calle, rozando la mayor¨ªa absoluta misma. Pero de entonces ac¨¢ parece empe?ado en dilapidar todo ese capital electoral acumulado, mediante una incre¨ªble campa?a de declaraciones sectarias. Podr¨ªa pensarse como disculpa que se trata de alg¨²n error accidental, causado por la inexperiencia o la desmesura de algunos de sus l¨ªderes m¨¢s deslenguados. Pero no hay tal, pues ha sido la ejecutiva en pleno, con su l¨ªder Aznar a la cabeza, quien ha venido sembrando constantemente el verano con sus inoportunas provocaciones demag¨®gicas.En efecto, ahora ya ni siquiera descalifican al Gobierno, pues atr¨¢s queda la olvidada denuncia de la corrupci¨®n. No, ahora el objeto de su sectarismo es la denuncia de catalanes y vascos, a quienes se acusa a unos de chantajistas y extorsionadores (por pretender negociar su apoyo a los Presupuestos del Estado) y a otros de encubridores de la impunidad de los terroristas (con su rechazo de la legitimidad de las reinserciones pol¨ªticas). Y es tanto el sectarismo del que hacen gala los conservadores que se dir¨ªa que est¨¢n movidos m¨¢s por la envidia (contra los catalanes) y el af¨¢n de venganza (contra los vascos) que por la voluntad electoralista de segar la hierba bajo los pies del Gobierno. Tanto es as¨ª que su campa?a les est¨¢ resultando contraproducente, al provocar la incomprensi¨®n y hasta el miedo de muchos ciudadanos que les votaron o podr¨ªan haber llegado a votarles. En consecuencia, Gonz¨¢lez se est¨¢ recuperando claramente, aunque no sea esta vez por m¨¦ritos propios, sino por los abultados errores ajenos.
?A qu¨¦ viene esta escalada del sectarismo? Sospecho que se debe a una mal entendida creencia en su eficacia pol¨ªtica. En nuestro sistema pol¨ªtico, la patente de invenci¨®n del sectarismo (entendiendo por tal la demagogia populista que busca el propio inter¨¦s ego¨ªsta a costa de perjudicar a los dem¨¢s) es del se?or Guerra, a cuya pr¨¢ctica sistem¨¢tica se atribuy¨® la supuesta eficacia pol¨ªtica del guerrismo mediante el halago de los bajos instintos del votante menos escolarizado y la b¨²squeda de un chivo expiatorio al que culpar de todos los males. As¨ª el mito de la eficacia del sectarismo fue propagado por sus primeros creyentes guerristas desde el comienzo de la transici¨®n, pero enseguida se contagi¨® tambi¨¦n a sus oponentes pol¨ªticos, sobre todo a los de AP o el PP, que desde el principio atribuyeron sus desgracias electorales al sectarismo guerrista cuya eficacia pronto quisieron aprender a imitar, con la esperanza de vencerlo con sus mismas armas.
La verdad es que no s¨®lo el PP cree en el mito, pues ah¨ª est¨¢ el ejemplo del se?or Bono (antiguo guerrista, por cierto), que tambi¨¦n recurre al sectarismo populista en cuanto ve peligrar su base electoral. Pero sobre todo parecen creerlo el se?or Aznar y la plana mayor del PP, a juzgar por su actual cruzada sectaria que hoy clama venganza contra terroristas o catalanes y ma?ana quiz¨¢ llegue a pedir la pena de muerte, en busca del votante menos escolarizado que presta o¨ªdos a las tertulias radiof¨®nicas. Pero, ?qu¨¦ eficacia tiene el sectarismo si te hace perder el voto de las clases urbanas m¨¢s ilustradas que ocupan el centro pol¨ªtico, como ha demostrado el fracaso final del guerrismo?
Por eso, como con sectarismo no se puede llegar a La Moncloa, el PP est¨¢ obligado antes o despu¨¦s a volverse atr¨¢s de sus excesos antivascos y anticatalanes: y donde dijo digo tendr¨¢ que decir diego, dando as¨ª la err¨¢tica imagen del alocado que hace eses dando tumbos. La moraleja es obvia: como partido de oposici¨®n, el PP s¨®lo funciona bien cuando denuncia la corrupci¨®n socialista, pues en cuanto sale de ah¨ª cae en la incoherencia m¨¢s est¨¦ril e ineficaz. Lo que viene a dar la raz¨®n al director del segundo diario madrile?o, cuando dijo de Aznar: "?ste es incapaz de echar a Gonz¨¢lez sin nuestra ayuda". Pues bien, a este paso parece que ni siquiera con su ayuda va a ser capaz.
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