La vuelta a las aulas cuesta entre 20.000 y 140.000 pesetas por alumno

VIENE DE LA PAGINA 1Seg¨²n la UCE, Madrid es la ciudad m¨¢s cara para equipar a un ni?o en su vuelta a las aulas. Enviar a un ni?o a un colegio privado -sin contar con las mensualidades- puede llegar a costar 140.000 pesetas (20.000 m¨¢s que en el resto de Espa?a, salvo Catalu?a). Si el colegio es concertado, el precio m¨¢ximo es de 100.000, y si el ni?o va a un colegio p¨²blico, los costes se reducen, pero es dif¨ªcil gastarse menos de 20.000 pesetas en los primeros d¨ªas. Se incluyen los precios de uniforme, libros, material escolar, transporte escolar y comedores.

Lo m¨¢s caro, el atuendo. Los precios var¨ªan, pero aqu¨ª va una media: babi (3.900), pichi (9.000), camisa (2.400), jersey o rebeca (4.000), falda, (7.000), pantalones (4.950), zapatos (4.000), calcetines (1.000), ch¨¢ndal (10.000), zapatillas de deporte (3.500) y abrigo (20.000). El resultado total de lo que cuesta el vestuario depende de la cantidad de prendas exigidas por los colegios. Hay centros, como el Mirabal, de Madrid, en donde los ni?os tienen que adquirir hasta un tipo determinado de traje de ba?o. A pesar de todo, a Ana Ley, de 34 a?os, madre de dos alumnos de este colegio, no le parece mal: "Me gusta lo del uniforme; es c¨®modo y s¨ªmbolo de orden y organizaci¨®n", respond¨ªa esta. madre, que paga por cada traje escolar "alrededor de 50.000 pesetas". El atuendo completo del colegio Mirabal consta, adem¨¢s del ba?ador, de 12 piezas. La madre confiesa, sin embargo, que a pesar de la comodidad "hay uniformes t¨¦tricos y horribles". "El de mis hijas es intermedio; el m¨¢s bonito, el del colegio privado Montessori". Esta se?ora se refiere al uniforme del centro privado English Montessori School, con 430 alumnos inscritos este a?o, a los que les cuesta unas 600.000 pesetas el curso completo. Las ni?as lucen falda azul marino y los ni?os pantal¨®n del mismo color. Ambog se combinan con un jersey de color verde chill¨®n con un rombo rojo colocado en el pecho. El ch¨¢ndal es rojo con el adorno en verde. "Es el m¨¢s peculiar de todos por sus colores", explica Lola Vicens, responsable del departamento de imagen y Comunicaci¨®n del colegio. "Adem¨¢s es un uniforme muy c¨®modo y evita el problema de qu¨¦ se les pone cada d¨ªa a los ni?os, sobre todo a las ni?as, que son m¨¢s presumidas. En el colegio todos los ni?os son iguales y, por tanto, van iguales. No hay diferencias" a?ade Vicens.

En el barrio de Bilbao, la madre de tres alumnos del colegio de San Jos¨¦, en la calle de Emilio Ferrari (m¨¢s conocido en el barrio por las salesianas), hace encaje de bolillos con las. cuentas para vestir a sus tres hijos.

Comprando las prendas en las mercer¨ªas situadas alrededor del colegio, arreglando de aqu¨ª para que el pantal¨®n del mayor sirva al m¨¢s peque?o y componiendo de ac¨¢ para que la mediana se arregle con algo del a?o pasado, consigue Teresa Aranda no gastarse m¨¢s de 60.000 pesetas entre los tres.

170 uniformes en la tienda

Ni siquiera en la Concejal¨ªa de Educaci¨®n de la Comunidad saben cu¨¢ntos colegios de los 542 que hay en. la regi¨®n entre concertados y privados obligan a sus estudiantes a vestir igual. Quien s¨ª tiene datos al respecto es un gran almac¨¦n de Madrid, que dispone de un impresionante libro en donde est¨¢n anotados los modelos y las normas de 170 colegios. "Debe de haber m¨¢s", confesaba uno de los empleados. "?stos son s¨®lo los que tenemos nosotros", a?ad¨ªa. Alrededor de este empleado revoloteaban la semana pasada un buen n¨²mero de madres y alumnas en busca de uniforme. Era dif¨ªcil encontrar, tanto por parte de las madres como de los estudiantes, quien estuviera en contra del traje obligado. Las madres apelaban a la comodidad y a que en el fondo sale m¨¢s barato, debido a que ya no tienen que comprar m¨¢s a lo largo del a?o. "Hasta los 19 a?os, hace dos a?os, lo llev¨¦, y nunca me cans¨¦", contaba Sonia Prieto, que en la actualidad estudia FP. "No me importar¨ªa nada tener que pon¨¦rmelo ahora", prosigue la alumna. "Es una manera de que no haya discriminaci¨®n", a?ade.

Tampoco en las asociaciones de padres se manifiestan en contra de esta prenda. "Yo he tenido, ocho hijos, todos han ido a colegios privados, todos han llevado uniforme y siempre he estado encantada", comentaba Carmen Alvear, presidenta de la Confederaci¨®n Cat¨®lica de Asociaciones de Padres de Alumnos (Concapa). "Es lo m¨¢s pr¨¢ctico y lo m¨¢s barato, y adem¨¢s, no crea competencia", a?ade. "No nos parece mal que los alumnos vayan vestidos todos igual", explica Francisco Delgado, presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Padres de Alumnos, "pero nuestra mayor cr¨ªtica es para los centros que obligan a los padres a comprar las prendas en determinados centros", a?ade.

Pero tambi¨¦n hay a quien le horroriza disfrazarse con un uniforme. "Tener que llevar uniforme es un castigo de Dios; los chicos ni nos miran, piensan que somos tontas y pijas por llevarlo", explica Raquel Marcos, de 13 a?os, quien volver¨¢ a ponerse su pichi azul marino este curso. En cambio, su amiga Cristina seguir¨¢ embuti¨¦ndose en sus vaqueros viejos. Esta joven estudia en un colegio p¨²blico y asegura: "Afortunadamente mis padres no me torturan con este tema; no me gustan nada, son muy clasistas".

A quien tampoco le gustaban nada los uniformes, pero por otra raz¨®n, era a una ni?a de unos siete a?os a la que, en los probadores de un gran almac¨¦n madrile?o, su madre trataba de ponerle un pichi gris. Nada m¨¢s ver la prenda, la chiquilla rompi¨® a llorar: "?No, mam¨¢, por favor, el colegio no!".

Libros de texto

Con la llegada del nuevo curso escolar, adem¨¢s de atuendo los estudiantes estrenan libros. La escena m¨¢s com¨²n estos d¨ªas en los grandes almacenes es la de los padres, papel arrugado en mano, repasando la lista de los textos. Cada familia se gasta por ni?o y curso un promedio de 15.000 pesetas en libros. A este precio hay que sumar el material escolar: mochila, estuches con pinturas, bol¨ªgrafos, rotuladores, gomas y afiladores, entre otros. El lote completo ronda las 9.500 pesetas.

Todos los cursos se repite la misma historia: los textos cambian de un ano para otro. ?sta es la queja generalizada, am¨¦n del dineral que invierten de los padres consultados por este peri¨®dico el jueves pasado mientras se abastec¨ªan de enseres en El Corte Ingl¨¦s para el retorno al cole.

"Es agotador; tengo tres hijos y fig¨²rate lo que me supone equiparlos. Es que no puedo aprovechar ni un libro del a?o pasado", se quejaba ?ngeles Salas, madre de familia del barrio de la Concepci¨®n con tres ni?os en edad escolar.

Esta misma protesta queda reflejada en el informe elaborado por la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU), que denuncia la continua sustituci¨®n de los textos de un curso para otro. Este hecho, apunta dicho informe, se justifica con el pretexto de un desfase del contenido del libro, lo que hace imposible el aprovechamiento de los ejemplares de hermanos de distintas edades. "Adem¨¢s. es la ley la que establece un plazo m¨ªnimo de vigencia de los textos en un centro de cuatro a?os, pero eso no se cumple" explica Jos¨¦ Mar¨ªa M¨²gica, responsable del ¨¢rea de Educaci¨®n en la OCU. Por ello, dicha organizaci¨®n exige un mayor rigor por parte de la Inspecci¨®n T¨¦cnica de Educaci¨®n o del organismo competente en las comunidades aut¨®nomas con competencias educativas transferidas para el cumplimiento de estos plazos.

El monopolio de los libros de texto es otro de los puntos que aborda el escrito. Y explica que si bien existe libertad de precios en los textos escolares y materiales curriculares, la realidad es que se produce en la pr¨¢ctica una situaci¨®n de "monopolios compartidos" que hace imposible que el consumidor ejerza, con su decisi¨®n de compra, como factor limitador de los precios.

En un an¨¢lisis efectuado por la OCU, se ha constatado diferencias de hasta un 87% en los precios del material escolar. "Es indignante que los padres, como consumidores, no puedan elegir el libro m¨¢s barato, sino aquel que le obligan", relata el portavoz M¨²gica. La OCU sostiene que los libros de texto deber¨ªan ser considerados bien de primera necesidad y estar sometidos a un estricto r¨¦gimen de precios autorizados.

EL PA¨ªS ha comparado la lista de los libros de texto exhibidos en El Corte Ingl¨¦s para tercero de primaria de las seis editoriales -Santillana, - Anaya, Edelvives, SM, Bru?o y Edeb¨¦- m¨¢s solicitadas por los colegios. Ninguna editorial mantiene los mismos precios y la mayor¨ªa, adem¨¢s del libro de texto, endosa a los alumnos el cuadernillo de ejercicios.

Los libros m¨¢s baratos de tercero de primaria Conocimiento del medio, Ingl¨¦s, Lengua, Matem¨¢ticas, M¨²sica, Pl¨¢stica y Religi¨®n (m¨¢s cuadernillos de ejercicios)- los ofrece la editorial SM a 11. 3 5 5 pesetas. Le sigue en precio Anaya con 12.345 pesetas. El mismo curso en la editorial Bruno cuesta. 13.050 y Santillana sale por 13.385 pesetas. M¨¢s caras son Edeb¨¦, con el lote a 15.135, y Edelvives a 15.386 pesetas.

Diferencias de precio

La diferencia de precio en un mismo libro resulta chocante. El ejemplar de la asignatura Conocimiento del medio var¨ªa en las seis editoriales: el m¨¢s barato lo ofrece SM por 1.850 pesetas. El de Bru?o cuesta 2. 100 pesetas; el libro de Edeb¨¦, -2.137 pesetas. Edelvives ofrece adem¨¢s el cuaderno de ejercicios por 2.305 pesetas; Anaya y su cuaderno cuesta 2.540 pesetas; Santillana con el cuaderno de trabajo, 2.790 pesetas; y 5.329 pesetas cuesta el de Vicens Vives, que adem¨¢s a?ade el libro de Actividades.

Las exigencias de los colegios son bastante dispares. EL PA?S revis¨® en los cat¨¢logos de El Corte Ingl¨¦s las listas de los libros de texto de segundo de educaci¨®n primaria (41 EGB) de tres colegios madrile?os. As¨ª, los libros de dicho nivel del Real Colegio Nuestra Se?ora de Loreto (O'Donnell, 6) cuestan 15.010 pesetas, incluido el ejemplar exigido de La Biblia contada a los ni?os. A los alumnos del mismo nivel que acuden al colegio Sagrada Familia (Jorge Juan, 165) les cuestan los libros 12.309 pesetas y a los matriculados en La Inmaculada, Madres Escolapias (Navalperal), les salen por

15.802 pesetas.