Tres detenidos en Egipto por ayudar a la CNN a filmar una ablaci¨®n

La polic¨ªa egipcia detuvo el pasado domingo a tres personas de nacionalidad egipcia que facilitaron la filmaci¨®n de una ablaci¨®n o excisi¨®n de cl¨ªtores a la cadena de televisi¨®n norteamericana CNN. Los detenidos son la productora free-lance Nevine Hamdan, que fue la que contact¨® con la familia e hizo las gestiones para poder filmar la operaci¨®n, y los dos hombres que realizaron la mutilaci¨®n. La v¨ªctima fue una ni?a de diez a?os y la operaci¨®n, que es ilegal en Egipto, se transmiti¨® la pasada semana. Nevine Hamdan fue puesta ayer en libertad, pero continuaron detenidos los dos hombres.Una organizaci¨®n no gubernamental egipcia que lucha contra estas pr¨¢cticas asegura que el 91% de las mujeres egipcias ha sido sometido a un trauma de estas caracter¨ªsticas.

El reportaje de la CNN se quiso hacer coincidir con la celebraci¨®n de esta cumbre en la que tambi¨¦n se est¨¢ debatiendo este tema. El pasado viernes, la nigeriana Amina Sambo recordaba en El Cairo que 6.000 mujeres corren a diario el riesgo de ser sometidas a una de las formas de mutilaci¨®n genital que forman parte de los rituales arraigados en las culturas de 26 pa¨ªses africanos y, en menor medida, de Asia.

Gritos de dolor

Dolores, traumas y complicaciones sanitarias como hemorragias o infecciones que llegan a provocar la muerte son las secuelas de este tipo de pr¨¢cticas cuya condena es uno de los puntos incluidos en el cap¨ªtulo 7 que protagoniz¨® los debates del viernes.

"M¨¢s de 200.000 mujeres sufren infecciones por culpa de estas incisiones", explicaba Amina en la cumbre de El Cairo. En la mayor¨ªa de los casos, estos rituales forman parte de la ceremonia que prepara el paso a la pubertad y se conoce tambi¨¦n como circumcisi¨®n femenina. El t¨¦rmino, puntualizan muchas organizaciones feministas, es una analog¨ªa equ¨ªvoca, puesto que, en el caso masculino, no se produce ninguna mutilaci¨®n de ¨®rganos sexuales.

Entre el 80 y 90% de las mujeres de Somalia, Sud¨¢n y Yibuti han sido sometidas a la infibulaci¨®n que deja un orificio vaginal tan estrecho que, a veces, es necesario rehacer el cosido para que pueda ser consumado el matrimonio. A la hora del parto, se impone de nuevo otra operaci¨®n.

"El recuerdo de aquellos gritos pidiendo misericordia, preguntando por qu¨¦ dej¨¦ que le hicieran eso me siguen persiguiendo", dice una madre de Gambia en uno de los muchos testimonios recogidos por la m¨¦dico sudanesa Nahid Tubia, que trabaja en el Consejo sobre Poblaci¨®n en Nueva York.