La larga caza del gen
Las familias numerosas de Utah permitieron encontrar la causa del c¨¢ncer de mama hereditario
La larga caza del gen del c¨¢ncer de mama hereditario (entre un 3% y un 5% de los casos) termin¨® hace 10 d¨ªas y los investigadores todav¨ªa no se lo creen, ni siquiera los autores del descubrimiento, liderados por Mark H. Skolnick, de la Universidad de Utah. Su equipo extrajo el gen de un largo y poblado trozo del cromosoma 17, ganando as¨ª a otros 12 equipos internacionales que lo buscaban afanosamente. Los cient¨ªficos sab¨ªan que las mutaciones en el gen supon¨ªan para las mujeres portadoras un 85% de probabilidades de tener c¨¢ncer de mama a lo largo de su vida, a menudo antes de los 50 a?os."Era un problema muy dificil, y nos llev¨® casi dos a?os centrarnos en la regi¨®n adecuada [del cromosoma]", se?al¨® Skolnick, que trabaj¨® con 44 cient¨ªficos de cinco institutos de investigaci¨®n. Skolnick atribuye su ¨¦xito a lo mucho que han trabajado, a ciertos errores cometidos por sus competidores y a un recurso gen¨¦tico extraordinario: las familias muy numerosas, para la media de Estados Unidos, y estables de Utah y los vastos archivos geneal¨®gicos de la Iglesia mormona. En una de las familias pudieron localizar 40 casos de c¨¢ncer de mama y rebajar a la mitad el trabajo que ten¨ªan que hacer otros. Otros del equipo son m¨¢s modestos, y hacen jugar un papel importante a la mejor amiga del cient¨ªfico, la suerte.
Los que han perdido la carrera expresan una mezcla de alivio porque se ha encontrado el gen fugitivo, decepci¨®n porque no lo han logrado ellos y frustraci¨®n al darse cuenta de que probablemente ten¨ªan alg¨²n trozo del gen pero no supieron reconocerlo.
Algunos de los vencidos hab¨ªa dedicado sus laboratorios en pleno durante los ¨²ltimos cuatro a?os a la b¨²squeda del gen, denominado BRCAI, y algunos se est¨¢n preguntando si la extrema competencia aceler¨® o retras¨¦ la consecuci¨®n del objetivo.
Las apuestas m¨¦dicas, emotivas y econ¨®micas eran inusualmente grandes para la caza de un gen. E igual de llamativos eran los perfiles de muchos de los que compet¨ªan. Skolnick, de 48 a?os, antiguo matem¨¢tico, se hizo una reputaci¨®n hace 15 a?os cuando contribuy¨® a inventar la t¨¦cnica que llev¨® a la identificaci¨®n gen¨¦tica o huellas de ADN. Hace tres a?os ayud¨® a fundar una empresa de biotecnolog¨ªa, Myriad Genetics Inc., en Salt Lake City, para encontrar genes ligados a enfermedades comunes humanas. Entre sus competidores m¨¢s fervientes est¨¢ Mary-Claire King, de la Universidad de California, en Berkeley, que fue la que empez¨® la carrera; Francis S. Collins, actual director del Centro Nacional para la Investigaci¨®n del Genoma Humano de Estados Unidos y uno de los mayores cazadores de genes (contribuy¨® a encontrar los genes de la fibrosis qu¨ªstica, la corea de Hungtington y la neurofibromatosis) y Raymond L. White, otro genetista de la Universidad de Utah, cazador de varios genes.
La carrera se ha caracterizado por peleas ya antiguas y p¨²blicas entre los contendientes, que a menudo hab¨ªan formado equipo antes. "Siempre existe competencia cuando los recursos son limitados", se?ala White, "y aqu¨ª el recurso limitado son los genes humanos". Con una gran risotada, a?ade: "A algunos no nos importa, incluso nos gusta, no gustar a la gente".
Objetivo claro
Quiz¨¢ la raz¨®n m¨¢s importante para la intensidad de la carrera era la claridad del objetivo. La mayor¨ªa de los problemas cient¨ªficos son amorfos y dif¨ªciles de encuadrar. En este caso, los investigadores sab¨ªan que un gen asociado con el c¨¢ncer de mama hereditario estaba localizado en alguna parte de la mitad inferior del cromosoma 17. King y otros cient¨ªficos lo hab¨ªan demostrado a trav¨¦s de estudios moleculares de familias en las cuales muchas mujeres lo sufr¨ªan.Ahora, a pesar de todo, King, que se lleva muy mal con Skolnick, no duda el calificar el descubrimiento de "bello" y "maravilloso". Y todos quieren centrarse en el trabajo que todav¨ªa queda por hacer. Entre los problemas pendientes est¨¢n como funciona el gen tanto en su estado normal sano como en su estado mutado, cu¨¢ntas mutaciones diferentes dan lugar al c¨¢ncer de mama, si algunas mutaciones se asocian m¨¢s con el c¨¢ncer de mama y otras con el c¨¢ncer de ovarios y qu¨¦ se puede hacer para dar marcha atr¨¢s a la mutaci¨®n y encontrar una cura a la enfermedad.
Myriad Genetics se afana en encontrar una prueba de diagn¨®stico para detectar las mutaciones del gen, aunque no est¨¢ clara su utilidad. Las mujeres procedentes de familias de alto riesgo pueden querer saber si tienen el gen mutado, pero si el resultado de la prueba es positivo poco se puede hacer. Pueden elegir entre preocuparse y hacerse mamograf¨ªas de forma regular, hacerse extirpar las mamas preventivamente o tomar el medicamento experimental tamoxifeno, pero nada de esto les garantiza que escapar¨¢n al c¨¢ncer. Y tambi¨¦n pueden esperar un avance m¨¦dico antes de que les toque a ellas. No lo tienen f¨¢cil.
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