Preston, sus nietos y el Banco Mundial

El presidente del Banco Mundial, Lewis Preston, confesaba hace pocos d¨ªas a un grupo de periodistas en Madrid que cuando miembros de algunas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) se manifiestan ante la sede de la entidad en Washington, "yo me asomo a la ventana para asegurarme de que algunos de mis nietos no se encuentran entre ellos". Ayer, Preston no se tuvo que mover de su silla para oir las protestas de los alternativos. Poco despu¨¦s de empezar una conferencia de prensa ante m¨¢s de un centenar de periodistas, tres oeneges desplegaban sendas pancartas en la sala -una de ellas en el, propio cogote del presidente- al tiempo que gritaban Cincuenta a?os bastan."Cincuenta a?os tal vez sean demasiados, pero yo tengo 68". De esa forma, y ya con los alternativos fuera, Preston daba a entender que la vida del banco no termina con su medio siglo. Pero como todo en esta vida, con la edad se cambia. "Hay tres tendencias que condicionan nuestro futuro: el aumento del flujo de capital privado a Latinoam¨¦rica y Asia, los cambios en el este de Europa y la situaci¨®n de ?frica subsahariana y algunos pa¨ªses del sur y del centro de Asia".

"Como el mundo est¨¢ cambiando, el Banco Mundial cambia tambi¨¦n" dijo Preston. ?C¨®rno?. Fundamentalmente prestando mayor atenci¨®n a los pr¨¦stamos ligados a sanidad y educaci¨®n, cuidando m¨¢s el medio ambiente, fomentando que el capital privado acuda a los pa¨ªses en desarrollo -aumentar¨¢n las ayudas de la Agencia Financiera Internacional un 12% hasta el 2.005- e implicando en los proyectos a sus beneficiarios.

"La contestaci¨®n de las organizaciones no gubernamentales", dijo hace algunos d¨ªas Preston "no es mala cosa, nos obliga a pensar". Lo que pasa es organizaciones como Greenpeace, que reconocen cambios en el Banco Mundial, se quejan de que las nuevas ideas se quedan en eso, "en teor¨ªa", dec¨ªa hace poco su economista Cameron Duncan.

Pero Preston no se cansa de divulgar los cambios por venir. "El banco", dijo ayer "tiene que ser m¨¢s eficiente, m¨¢s flexible y m¨¢s abierto a distintas opiniones". Y, por lo visto, m¨¢s barato.

Preston volvi¨® a anunciar ayer que el presupuesto operacional disminuir¨¢ el 6% el a?o que viene. D¨ªas antes, y de forma m¨¢s privada, reconoc¨ªa que hasta ahora no hab¨ªa suficiente con ciencia en la entidad sobre los costes. "Nunca hab¨ªamos rechazado una misi¨®n por desconocer su coste real". "Tampoco hasta hace poco hab¨ªa especialistas en medio ambiente" ' dijo ayer, "y ahora hay 300". ?El recorte presupuestario supondr¨¢ reducci¨®n de empleo en el banco?. Preston afirma no saberlo todav¨ªa, pero una cosa le preocupa: "Si nuestros accionistas nos dan misiones especiales y no nos dejan ir a trabajar en aquellos campos de actividad donde gozamos de ventajas comparativas, entonces nunca podremos lograr grandes ¨¦xitos en una aut¨¦ntica pol¨ªtica de ahorro". dijo hace algunos d¨ªas.

Otra de sus preocupaciones es que gran parte del inmeso capital privado que ha ido a los pa¨ªses en desarrollo -15 5. 000 millones de d¨®lares el a?o pasado, lo que triplica el total de ayuda oficial al desarrollo- se vaya de all¨ª tan r¨¢pido como lleg¨®, al ser inversiones financieras. "Tanto el banco como el FMI", dijo, "v¨ªgilar¨¢n muy atentamente su volatilidad".

En cuanto a los m¨¢s pobres, se est¨¢ tratando estos d¨ªas en Madrid de renovar los recursos de la Asociaci¨®n Internacional del Desarrollo, que presta ayuda a los pa¨ªses con una renta per c¨¢pita menor a 450 d¨®lares al a?o.