"Queremos integrar ciencia y tecnolog¨ªa"
Galo Ram¨ªrez (Bilbao, 1939), investigador del Centro de Biolog¨ªa Molecular (CBM) de Madrid, se ha dedicado en los ¨²ltimos anos a intentar que la burocracia europea se mantenga al tanto de la opini¨®n y las necesidades de la comunidad cient¨ªfica. Tras hacerse el harakiri con sus compa?eros del Codest (Comit¨¦ para el Desarrollo Europeo de la Ciencia y la Tecnolog¨ªa), que ha presidido desde 1991, ha contribuido a alumbrar la Asamblea Europea de la Ciencia y la Tecnolog¨ªa, que el 6 de septiembre mantuvo su primera reuni¨®n en Bruselas, presidida por el comisario Antonio Ruberti.
Pregunta. ?Cu¨¢l es el objetivo de la asamblea?
Respuesta. Nace como un ¨®rgano consultivo de la Comisi¨®n Europea en materias de pol¨ªtica cient¨ªfica y tecnol¨®gica. Entre sus objetivos destacar¨ªa la promoci¨®n de la integraci¨®n de la ciencia b¨¢sica cl¨¢sica con las tecnolog¨ªas gen¨¦ricas, y de la consiguiente interacci¨®n entre el mundo de la investigaci¨®n acad¨¦mica y el de la industrial. La asamblea debe ser un punto de encuentro y de s¨ªntesis, de manera que las grandes decisiones en ciencia y tecnolog¨ªa se tomen con el respaldo de las comunidades cient¨ªfica y tecnol¨®gica europeas.
P. ?Por qu¨¦ desaparece Codest?
R. Codest se cre¨® en 1982 con pr¨¢cticamente los mismos objetivos que la asamblea. ?sta, con sus 100 miembros, tiene mayor capacidad operativa y una mayor representatividad y posibilidad de interacci¨®n con los agentes cient¨ªficos y tecnol¨®gicos europeos. Al mismo tiempo se crea un bur¨® de 20 personas, en el que estoy, que ayuda a conjugar esa gran capacidad del conjunto con una mayor agilidad de respuesta.
P. Hay siete espa?oles en la asamblea y uno en el bur¨®. ?Es un n¨²mero adecuado?
R. La asamblea no es una c¨¢mara de representantes de los pa¨ªses miembros sino un grupo de expertos en diversas disciplinas. Lo m¨¢s importante, por lo tanto, es cubrir todos los campos de la ciencia y la tecnolog¨ªa, aunque l¨®gicamente ello es compatible con que todos los pa¨ªses est¨¦n adecuadamente representados. Si tenemos en cuenta que estamos hablando de 18 pa¨ªses y no de 12 creo que un 7% de la asamblea es una cuota m¨¢s que apropiada. Otra cosa es la distribuci¨®n institucional y geogr¨¢fica de los miembros espa?oles. Me figuro que se criticar¨¢ el hecho de que los siete seamos de Madrid y entre ellos haya cinco bi¨®logos y tres del CBM. El problema deriva de c¨®mo se hicieron las propuestas para seleccionar los miembros.
Selecci¨®n
P. ?Y c¨®mo se hicieron?
R. Al ser Codest el n¨²cleo inicial de la asamblea queda ban por seleccionar 73 miembros. Ruberti pidi¨® a las organizaciones cient¨ªficas y tecnol¨®gicas, tanto acad¨¦micas como industriales, m¨¢s relevantes de Europa 120 propuestas justificadas de candidatos. Un comit¨¦ de unas 12 personas, incluyendo los m¨¢s altos responsables de algunas de esas mismas instituciones, los tres asesores de Ruberti y yo mismo como presidente de Codest, eligi¨® 60 de entre los 120. Los 13 restantes fueron escogidos por la Comisi¨®n para reparar posibles omisiones y equilibrar campos y representaciones nacionales. Entre estos ¨²ltimos hay nombres tan significativos como Manfred Eigen, y los premios Nobel Lehn, Prigogine, Samuelson y Rubbia.
P. ?Ha habido presiones para el nombramiento de algunos miembros?
R. Yo personalmente no he tenido ninguna. Por otra parte el proceso ha sido tan r¨¢pido que las instancias pol¨ªticas no han podido casi reaccionar.
P. ?Por qu¨¦ ha sido r¨¢pido?
R. La idea de la asamblea, en su formulaci¨®n actual, fue propuesta a la Comisi¨®n por el propio Codest en los a?os 80, gracias especialmente a la iniciativa de Prigogine. La idea aparentemente no fue del agrado de los comisarios del ¨¢rea, hasta llegar a Ruberti. Yo le hice una propuesta formal, en nombre de Codest, en septiembre de 1993. Afortunadamente sus asesores directos, entre los que se encontraba precisamente Prigogine, fueron de la misma opini¨®n, con lo cual el proceso se aceler¨® enormemente. A ello ha contribuido el hecho de que Ruberti quer¨ªa ver la asamblea en pleno funcionamiento antes de dejar su puesto a finales de este a?o.
P. ?Cu¨¢les son los problemas pendientes de la ciencia europea?
R. Creo que la investigaci¨®n b¨¢sica -incluyendo en buena parte las tecnolog¨ªas gen¨¦ricas-, est¨¢ en un momento extraordinariamente bueno. Habr¨¢, por supuesto, que prever tendencias y necesidades a medio plazo para ir reorientando las prioridades de la pol¨ªtica cient¨ªfica europea y para conjugar la investigaci¨®n libre y la dirigida.
En cuanto a la investigaci¨®n industrial, he podido detectar en mis a?os al frente de Codest una cierta p¨¦rdida de la capacidad de reacci¨®n de los grandes conglomerados industriales ante ciertas ideas innovadoras. Una de las misiones de la asamblea es hacerles ver que el mundo acad¨¦mico es sensible a los problemas de la industria y que entre todos tenemos que buscar las soluciones.
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