Sacerdotisa, anglicana y en Espa?a
La jerarqu¨ªa cat¨®lica conden¨® la participaci¨®n en la misa oficiada por Jean Mayland
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Ni que hubiera sido una top model como Claudia Schiffer o Naom¨ª Campbell. Los fot¨®grafos y camar¨®grafos de televisi¨®n se emplearon a fondo para tomar las hist¨®ricas im¨¢genes de la primera misa de una sacerdotisa anglicana en Espa?a. Y ella, Jean Mayland, una pulcra inglesa de 58 a?os, casada con un reverendo de su misma Iglesia, madre de dos hijas y abuela de dos nietas, posaba con la plena convicci¨®n de que, en efecto, lo suyo es un hito, un avance hist¨®rico. Accedi¨® dos veces a revestirse con el alba, la casulla y la estola antes de la misa y pos¨® pacientemente con el c¨¢liz y la hostia en alto.La reverenda Mayland es tambi¨¦n te¨®loga, y ha sido invitada a participar en varios actos en Barcelona por una organizaci¨®n cat¨®lica, el Colectivo Mujeres en la Iglesia de Catalu?a. Al arzobispado de Barcelona no le ha hecho ni pizca de gracia que la sacerdotisa oficiara una misa en su feudo bajo el patrocinio de mujeres cat¨®licas. Y el mi¨¦rcoles lanz¨® su prohibici¨®n contra la participaci¨®n en ella.
La presidenta de Mujeres en la Iglesia, Maria Josefa Amell, respondi¨® que con esta celebraci¨®n no se pretend¨ªa "incomodar a nadie", y se?al¨® que "tarde o temprano, la Iglesia cat¨®lica tendr¨¢ que seguir los pasos dados por la anglicana y abrir el, sacerdocio a las mujeres".
Pero el arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles, es un estricto seguidor de la ortodoxia wojtyliana, y si de ¨¦l dependiera, ese momento no llegar¨ªa nunca. Participar en esa misa, y m¨¢s comulgar en ella, advirti¨® en nota oficial, se opone al canon 844. Y por tanto, es il¨ªcito.
Mayland fue ordenada sacerdotisa en mayo de este a?o y ejerce en la di¨®cesis de Durham, en el norte de Inglaterra. Su celebraci¨®n de la Santa Cena en Barcelona tuvo un marcado cariz ecum¨¦nico. Hab¨ªa una gran mayor¨ªa de mujeres, anglicanas, cat¨®licas, luteranas, metodistas, presbiterianas y episcopalianas. Y el don de lenguas descendi¨® en el templo, porque se ofici¨® y predic¨® en ingl¨¦s, se leyeron las escrituras en catal¨¢n, se cant¨® el Magnificat en lat¨ªn y el Evenu shalom alehem en hebreo. Tiempos cosmopolitas.
Esta misa tuvo que celebrarse en la Iglesia Alemana, de confesi¨®n luterana, porqu¨¦ el titular de la ¨²nica parroquia anglicana de Barcelona le neg¨® el uso de la suya a Mayland. ?l est¨¢ tambi¨¦n en contra del sacerdocio femenino.
Contra todo esto arremeti¨® Mayland en la mesa redonda que precedi¨® al acto religioso. Con abundancia de citas evang¨¦licas, la sacerdotisa rebati¨® uno por uno los argumentos de tipo teol¨®gico de quienes se oponen a la ordenaci¨®n de mujeres. Pero lo que hay detr¨¢s de estos argumentos es, en realidad, afirm¨®, "un gran miedo a la sexualidad de la mujer". Con la misma afable firmeza con que citaba las escrituras, Mayland sostuvo que "durante siglos, la Iglesia ha estado infectada de sexismo". Ya en la literatura patr¨ªstica, dijo, "se presentaba al sexo de la mujer como la puerta del infierno", y son este tipo de argumentos, los que vienen de la tradici¨®n, los que han mantenido a la mujer apartada del sacerdocio, sentenci¨®.
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