?Qui¨¦n ahorc¨® al pato en el estanque?

Fernando S¨¢nchez Ch¨¢fer, de 50 a?os, ¨²nico polic¨ªa de Arroyomolinos (1.550 habitantes), no pasar¨¢ a la historia por sus iiuvestigaciones, sino por el afecto que le profesan los vecinos.El polic¨ªa no ha tenido, durante los ocho a?os en que ha ocupado el puesto, demasiado trabajo detectivesco: "En este pueblo apenas hay delincuencia. En este tiempo s¨®lo hemos tenido dos robos de poca importancia". No obstante, entre sus mejores trabajos recuerda los casos del "pato estrangulado", el "coche fantasma" y la "piscina asaltada".

En el primero de ellos, logr¨® descubrir, tras un perspicaz interrogatorio, qu¨¦ ni?o hab¨ªa ahorcado a un pato del estanque. Pero el caso que le hace sentirse m¨¢s orgulloso es el del coche fantasma. En una ocasi¨®n investig¨®, junto con un concejal, la aparici¨®n de un sospechoso coche viejo que atravesaba. a gran velocidad los terrenos municipales. "Lo hab¨ªan encontrado abandonado unos jovencitos del pueblo y lo utilizaban para ir a una discoteca de M¨®stoles", recuerda.

El agente alberga dos ilusiones profesionales: que el Ayuntamiento le compre un nuevo veh¨ªculo policial y tener un compa?ero de trabajo.

La vieja furgoneta que le traslada a sus misiones policiales la tiene que compartir con el capataz de obras del Ayuntamiento. "Normalmente est¨¢ llena de sacos de escombros, escaleras, cables y hierros. Esto no es serio", comenta. El veh¨ªculo, que carece de sirena, de radio y de distintivos policiales, y que tiene una luna lateral rota desde hace meses, es el ¨²nico medio de transporte con el que cuenta el agente. "Ya me he negado a ir a Madrid con ¨¦ste trasto, porque me da verg¨¹enza", relata.

El trabajo de S¨¢nchez es tranquilo. A las nueve de la ma?ana, vigila el ¨²nico paso de cebra del municipio. "Por aqu¨ª pasan los chavales cuando van al colegio, tengo que estar atento a que no les ocurra nada al cruzar la carretera. No s¨¦ qu¨¦ pasa, pero la mayor¨ªa prefiere pasar por la curva. Los ni?os son as¨ª de cabezones", comenta.

Tras pelearse con los ni?os (?chaval, no pases por ah¨ª que te va a atropellar un coche"!, grita; el ni?o baja la cabeza, hace unos pucheros y, finalmente, obedece al guardia), se ocupa de efectua los encargos municipales. "Normalmente voy a los juzgados, entrego citaciones o pido licencias de obras".

Este polic¨ªa no tiene un horario demasiado concreto de trabajo. "Esto es como la funeraria trabajo 24 horas diarias", dice. En un solo d¨ªa el agente recibe decenas de palmadas y saludos Todos le respetan. El agente Ch¨¢fer aprovecha sus ratos libres para jugar y entrenarse con el equipo de f¨²tbol local. ?l es el jugador de m¨¢s edad de todas las ligas oficiales de f¨²tbol. "Ayer te vi en Telemadrid, Ch¨¢f¨¦r", le comentan por la calle.

El polic¨ªa est¨¢ contento con su trabajo, pero no termina de acostumbrarse a que los vecinos le llamen a las tres de la madrugada para decirle que se han quedado sin luz en la calle, o a las cuatro de la ma?ana para comentarle que a sus casas no llega el agua. "La ¨²ltima vez le dije a una se?ora que si no ten¨ªa agua que se tomase un vaso de leche y se metiera en la cama hasta que llegase el amanecer. Que a esa hora ya habr¨ªan abierto las oficinas del Canal".