"El PSOE no puede ser alternativa al PNV si va siempre de su mano"
El candidato socialista a lehendakari, Ram¨®n J¨¢uregui, de 46 a?os, comentaba el otro d¨ªa que, con lo que ha llovido ¨²ltimamente, repetir resultados ya tendr¨ªa m¨¦rito.Pregunta. ?Ha llovido tanto 0 es que aspirar a la presidencia del Gobierno vasco es para el PSE-EE perseguir un espejismo? Respuesta. Hay un prejuicio que consiste en creer que m¨¢s vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. Pero si se produce una concentraci¨®n del voto de izquierda y del de Euskadiko Ezkerra podemos aspirar a la victoria. En todo caso, o ganamos ahora o forjamos la alternativa para las siguientes elecciones, porque la fusi¨®n con Euskadiko Ezkerra se hizo para conseguir la mayor¨ªa, no para quedarnos como est¨¢bamos.
P. ?No existe la impresi¨®n de que la convergencia con EE se ha saldado con un fracaso? La mayor¨ªa del antiguo voto de EE parece haber ido a la abstenci¨®n o ha buscado refugio en IU.
R. La convergencia funcion¨® bien el 6 de junio [en las elecciones generales] y mal el pasado 124 [en las elecciones europeas]. Aunque parezca inmodestia, mi candidatura puede volver ahora a atraer a muchos votantes de EE. Un amigo m¨ªo, de Euskadiko Ezkerra, dice que la unificaci¨®n con EE ha sido la fusi¨®n de J¨¢uregui con EE y la fusi¨®n de Mario Onaind¨ªa con el PSOE.
P. ?Cu¨¢nto hay de responsabilidad propia del PSE-EE en el resurgimiento de IU?
R. El resurgimiento de IU responde, en parte, a la l¨®gica. No era normal que IU no tuviera aqu¨ª pr¨¢cticamente nada. El voto del 124 les ha dado una cierta cancha, pero creo que ¨¦ste es un fen¨®meno temporal. No tiene partido, ni candidatos, y, por lo que se ve, tampoco programa. Competimos con IU, pero yo aspiro a representar al conjunto de la izquierda vasca.
P. Ustedes iniciaron la campa?a con un desafilo personal a Ardanza y ataques muy directos. Luego han bajado el pist¨®n, como si se conformaran con repetir la alianza de Gobierno con el PNV.
R. No se nos ha interpretado bien respecto a las posibles coaliciones. Mi aspiraci¨®n es ganar y dirigir la formaci¨®n de gobierno. Si el PNV gana, nosotros nos pensaremos muy seriamente eso de repetir, coalici¨®n con el PNV. Los ocho a?os de gobierno con el PNV cubren una fase de la historia vasca irrepetible e irreversible, muy buena para el pa¨ªs. Pero el segundo partido de la comunidad no puede renunciar a su leg¨ªtima opci¨®n de constituirse en oposici¨®n y alternativa. Esta l¨ªnea de reflexi¨®n existe en el seno del PSE-EE, y es muy fuerte.
P. ?Qu¨¦ pasa ahora en el PSE-EE que no haya pasado en los ¨²ltimos ocho a?os?
R. La Euskadi de 1994 no es la de 1986. La unidad democr¨¢tica frente al terrorismo, incluido el nacionalismo, es irreversible. Se ha instalado en la sociedad vasca un clima de pluralismo, libertad y tolerancia enormemente mayor al de antes. Todo est¨¢ m¨¢s claro en Euskadi. Ya se sabe qui¨¦nes son los buenos y qui¨¦nes son los malos, qui¨¦n gana y qui¨¦n no gana, qu¨¦ es la ley y qu¨¦ est¨¢ fuera de la ley. Eso no estaba claro hace siete u ocho a?os, no se sab¨ªa muy bien. El juego democr¨¢tico es ahora m¨¢s normal.
P. Pero la idea de que la alianza con el PNY apuntalaba la hegemon¨ªa nacionalista ha estado siempre presente en el PSEEE.
R. S¨ª, pero entonces era necesario ir a gobiernos de coalici¨®n.
P. Y esta l¨ªnea de reflexi¨®n ?no responde al momento electoral?
R. No, no creo que responda a intereses electorales. Est¨¢ claro que, en el caso de que no ganemos, en el socialismo vasco se va a discutir cu¨¢l debe ser nuestro papel en la legislatura. No digo que vayamos a ir a la oposici¨®n, porque soy consciente de que existe una realidad pol¨ªtica a favor del entendimiento del PSE-EE con el PNV por razones de pol¨ªtica de Estado, de normalizaci¨®n del pa¨ªs, todav¨ªa inacabado, y porque puede darse ¨¦l caso de que esa f¨®rmula de gobierno resulte ineludible por la matem¨¢tica parlamentaria. En el puzzle de nuestro razonamiento habr¨¢ que incluir de una vez un planteamiento partidario. El PSE-EE no puede forjarse como alternativa al PNV si va de su mano sistem¨¢ticamente. Esa es una raz¨®n evidente.
P. ?Se puede interpretar que el PSE-EE va a vender caro el apoyo al PNV?
R. No es una cuesti¨®n t¨¢ctica. Lo que digo es que esta reflexi¨®n va a estar presente. Si el resultado electoral es malo, nosotros nos vamos a la oposici¨®n. La disputa con Ardanza radicaba en el deseo de competir por el liderazgo en la convicci¨®n de que el PNV no construye pa¨ªs, suscita demasiados rechazos, genera demasiadas exclusiones y no tiene un proyecto integrad9r.
P. ?Se puede disputar el liderazgo al PNV cuando se carece de presencia en el tejido aisociativo vasco?
R. Ya estamos en esa operaci¨®n.
P. Pero no parece que ese proceso est¨¦ maduro, ?no?
R. Puede ocurrir que no madure nunca. Yo quiero saber cu¨¢ndo va a estarla sociedad vasca liberada del prejuicio de pensar que s¨®lo -un lehendakari nacionalista puede ser un buen lehendakari. Me parece una limitaci¨®n democr¨¢tica del pa¨ªs, y me gustar¨ªa convencer a los vascos de que deben darnos una oportunidad para demostrarles que des de un autonomismo . progresista podemos hacer m¨¢s y mejor Euskadi que los nacionalistas.
P. ?Su ausencia en el ¨²ltimo Gobierno vasco no ha restado al PSE-EE protagonismo pol¨ªtico?
R. Necesit¨¢bamos forjar otros liderazgos. Recu¨¦rdese adem¨¢s que entramos en el Gobierno tras el fracaso del triparti do nacionalista sustituyendo a EA y EE, en una posici¨®n muy secundaria. Nuestra experiencia en el primer Gobierno de coalici¨®n demostr¨® que la supeditaci¨®n al lehendakari limitaba nuestra capacidad de actuar y de hablar pol¨ªticamente. Decidimos entonces tener un secretario general libre de estas hipotecas que pudiera hablar claro en nombre del socialismo.
P. La decisi¨®n de reproducir el esquema del PNV, ?no fue un paso en falso teniendo en cuenta que, al contrario que los nacionalistas, ustedes no tienen las manos libres para atribuir al Gobierno central las limitaciones propias de la gesti¨®n en Euskadi?
R. Creo que esa postura fue correcta, pero cada momento conlleva su propia decisi¨®n.
P. ?Volver¨¢ ahora al Gobierno vasco?
. R. No lo s¨¦, es mucho decir; pero trasladar a los electores la impresi¨®n de que va a repetirse la coalici¨®n y que estamos discutiendo si yo voy o no al Gobierno, me parece una tomadura de pelo a los ciudadanos.
P. ?Qu¨¦ influencia en la pol¨ªtica espa?ola pueden tener estas elecciones?
R. El PP trata de hacer de las elecciones vascas un nuevo escal¨®n en el camino de Aznar a La Moncloa, pero lo que va pasar es precisamente lo contrario. En la campa?a siguen con un discurso destructivo, anclado en el sindicato del no, un catastrofismo de opereta que les est¨¢ restando credibilidad como partido de Estado, y de alternativa, porque no proponen nada. En vez de confrontarse con el nacionalismo, que es con el que tiene una franja electoral m¨¢s n¨ªtida, el candidato del PP, Jaime Mayor Oreja, s¨®lo se dedica a desgastar a los socialistas, s¨®lo habla contra m¨ª.
P. As¨ª que ve muy lejana la posibilidad de que el PSE-EE pierda su hegemon¨ªa en el campo no nacionalista, ?no?
R. La sociedad vasca camina hacia un mapa pol¨ªtico distinto que yo considero pr¨®ximo al pcsnacionalismo, aunque este t¨¦rmino siga molestando. Las ¨²ltimas elecciones dan una correlaci¨®n de fuerzas del 50% entre nacionalistas y no nacionalistas, cuando en los a?os ochenta el voto nacionalista llegaba a los dos tercios. Siempre he pensado que en Euskadi hab¨ªa un campo para la derecha nacionalista, pero el PSE-EE de hoy no quiere ser un referente del no nacionalismo, sino algo positivo, enriquecedor. La distinci¨®n principal de la sociedad vasca de 1994 no es la de nacionalistas y no nacionalistas, sino la de nacionalistas y autonomistas.
P. ?Han descubierto la, f¨®rmula para que el PNV se desgaste en el ejercicio del poder?
R. Probablemente la f¨®rmula es una oposici¨®n seria, que es lo que el PNV no ha tenido nunca. Me consta que, durante los siete meses que dur¨® el tripartido nacionalista, el PNV se apur¨® bastante. Se volvieron locos. El PNV est¨¢ muy mal acostumbrado, y Ardanza mucho m¨¢s, porque durante ocho a?os han tenido al PSE de la mano d¨¢ndoles una cobertura y un brillo que no s¨¦ si se merecen.
P. ?Y c¨®mo definir¨ªa usted pol¨ªticamente al candidato Ardanza?
R. Un hombre bueno, trabajador y honesto que no tiene liderazgo ni tiene iniciativa suficiente para la direcci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs, y, adem¨¢s, es nacionalista.
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