Farmacias: un negocio en el punto de mira
18.000 oficinas se reparten los 600.000 millones anuales que la Seguridad Social gasta en recetas
Un total de 18.429 farmacias se reparten en Espa?a el monopolio de la venta de medicinas y productos sanitarios. Silenciosas y eficientes, las farmacias han gozado durante a?os de una situaci¨®n privilegiada que ahora se resquebraja. El decreto del Ministerio de Sanidad que proyecta quitarles la exclusiva en la venta de pa?ales para incontinentes ha puesto en cuesti¨®n unos m¨¢rgenes comerciales que, en opini¨®n de las autoridades sanitarias, son insostenibles. El cerco ministerial, las objeciones del Tribunal de la Competencia al sistema cerrado que constituyen las farmacias, y la presi¨®n de los 23.000 farmac¨¦uticos en paro est¨¢n removiendo los cimientos de un negocio que, seg¨²n unos, es una ruina y seg¨²n otros, una bicoca.
El mayor cliente de las farmacias es la Seguridad Social, con un volumen de compra que ronda cada a?o los 600.000 millones de pesetas. Sobre ellos el farmac¨¦utico obtiene un margen de beneficio bruto del 29,9%, unos 180.000 millones. Calculado sobre el precio de venta del fabricante, gana unas 38 pesetas de cada 100. Pero esto s¨®lo en medicamentos con receta.Al enorme volumen de negocio que proporciona la Seguridad Social se suma la parafarmacia, es decir, todos los productos que se venden sin receta m¨¦dica, que suponen un 18% de las ventas. La CE estima que en 1991se gastaron en Espa?a 109.000 millones en productos de automedicaci¨®n, a los que habr¨ªa que a?adir los de cosm¨¦tica, alimentaci¨®n infantil, diet¨¦ticos y otros elementos, como pulseras magn¨¦ticas o fajas reductoras. S¨®lo el mercado del adelgazamiento supone unos ingresos de 50.000 millones anuales. En estos productos los precios no est¨¢n intervenidos y suelen dejar un margen superior al 40%.
El Ministerio de Sanidad considera que los m¨¢rgenes farmac¨¦uticos son excesivamente gravosos para el erario p¨²blico y ha empezado a apretar las tuercas del ahorro. Comenz¨® retirando de las farmacias los medicamentos m¨¢s caros, para transferirlos a los hospitales; continu¨® recortando la lista de f¨¢rmacos financiables por la Seguridad Social; el a?o pasado retir¨® las vacunas de la gripe y ahora va a retirar los pa?ales y el material de cura.
El Consejo General de Colegios M¨¦dicos, que preside Pedro Capilla, se ha atrincherado en una defensa numantina y se ha apresurado a ejercer toda su capacidad de presi¨®n, que no es poca, a juzgar por el resultado de su ¨²ltima escaramuza con el poder: in extremis, ha conseguido colar en el Senado, contra la posici¨®n del PSOE, una modificaci¨®n en la Ley de Arrendamientos Urbanos que les exime de actualizar los alquileres de renta antigua.
Negocio desigual
Capilla esgrime como argumento de defensa contra los recortes la precariedad econ¨®mica del negocio farmac¨¦utico. En esta l¨ªnea se sit¨²a un estudio encargado por el colegio de Valencia, que asegura que en 1992 casi el 50% de las farmacias valencianas no s¨®lo no obtuvo beneficios, sino que perdieron cada a?o entre 600.000 pesetas y 4,5 millones de pesetas.
"No hay ning¨²n negocio que pueda soportar esas p¨¦rdidas todos los a?os. Si fuera as¨ª, estar¨ªan cerrando farmacias cada d¨ªa", replica Pilar Aparicio, vicepresidenta de la Asociaci¨®n de Farmac¨¦uticos en Paro. Es cierto que Espa?a ocupa el tercer lugar de la Uni¨®n Europea en mayor n¨²mero de farmacias por habitantes. Pero en Madrid no ha cerrado ninguna por razones econ¨®micas y en toda la provincia de Barcelona s¨®lo constan tres suspensiones de pagos. La facturaci¨®n media de las farmacias de esta provincia es de 40 millones anuales. La media espa?ola es de 36,5, una cifra nada despreciable para un negocio que no s¨®lo tiene asegurada una demanda rija, sino en constante crecimiento. "Las farmacias son rentables si est¨¢n bien gestionadas", indica Manuel Pascual, presidente de la Asociaci¨®n para la Libre Apertura de Farmacias.
Los traspasos que se pagan por una farmacia oscilan entre 1 y 1,5 veces la facturaci¨®n anual, es decir, entre 36 y 60 millones de promedio. Eso quiere decir que hay farmacias que facturan 80 o 100 millones anuales y otras que apenas dan para un par de salarios medianamente dignos. Pero eso depende, sobre todo, de la ubicaci¨®n. Y de c¨®mo se enfoque el negocio. El ejemplo de los pa?ales para ancianos incontinentes ha puesto de manifiesto que la situaci¨®n actual ofrece mucho margen de juego.
La Seguridad Social gasta cada a?o 18.000 millones s¨®lo en este producto. Un paquete de 80 unidades le cuesta entre 6.000 y 10.000 pesetas. En este caso, el margen reglamentario le concede al farmac¨¦utico un beneficio de entre 1.800 y 3.000 pesetas por paquete. Pero muchas farmacias tienen adem¨¢s apalabrada la venta de pa?ales con varias residencias de ancianos -a veces compartiendo una parte del beneficio con sus responsables-, lo que les permite hacer grandes pedidos directamente a los fabricantes y obtener de ellos importantes descuentos.
Por ejemplo, una farmacia de Barcelona, que se encuentra entre las 15 que m¨¢s facturan en la ciudad, compra el paquete de 80 bragas ajustables Tena Slipad ta-
lla grande a 5.325 pesetas y lo factura a la Seguridad Social por 10.560 pesetas. Casi un 50% de beneficio. Parecidas proporciones se observan en otros 16 productos absorbentes.La ofensiva del Ministerio de Sanidad para reducir los m¨¢rgenes ha encontrado un rechazo del Consejo de Colegios Farmac¨¦uticos tan radical como firme es la posici¨®n de la ministra ?ngeles Amador, que cuenta, en este punto, con el apoyo de las autonom¨ªas. El colectivo farmac¨¦utico, sin embargo, no es tan monol¨ªtico como aparenta el consejo, que rechaza cualquier recorte en los ingresos.
El presidente del Colegio de Farmac¨¦uticos de Barcelona, Joan Duran, tiene una postura mucho m¨¢s dialogante y no s¨®lo se hab¨ªa mostrado dispuesto a discutir los m¨¢rgenes de los pa?ales antes de se conociera el decreto, sino a estudiar la posibilidad de unos m¨¢rgenes escalonados, en funci¨®n del precio de cada medicamento. "Pero eso s¨®lo es negociable en el marco de una pol¨ªtica global pactada que tenga objetivos sanitarios, y 110 meramente economicistas, como la actual", afirma.
La posible negociaci¨®n puede verse empa?ada, sin embargo, por otro debate de mayor alcance que ha comenzado ya a emerger en las agitadas aguas farrnac¨¦uticas: el de la liberaci¨®n de las farmacias. ?stas se encuentran ahora reguladas por un r¨ªgido sistema de concesiones que limita la apertura de nuevas oficinas. En 12 a?os s¨®lo se han abierto en la Comunidad de Madrid 160 y quedan por resolver 3.500 solicitudes.
Una ley de 1978 establece que no se podr¨¢ abrir nuevas farmacias a menos de 250 metros de una existente, y en la concesi¨®n entran en juego m¨¦ritos como los a?os de profesi¨®n, curr¨ªculo acad¨¦mico y cursos posteriores formativos. Catalu?a tiene desde 1991 su propia ordenaci¨®n.
Libre competencia
Los colegios son los que en la mayor¨ªa de los casos gestionan los expedientes de apertura. "En la pr¨¢ctica, est¨¢n limitando el trabajo de los colegiados", dicen los farmac¨¦uticos en paro. La Oficina del Defensor del Pueblo ha recibido reiteradas quejas en este sentido. Mientras el Ministerio de Sanidad anuncia la creaci¨®n de un grupo de trabajo sobre "ordenaci¨®n farmac¨¦utica", el Tribunal de la Competencia pone en duda la legitimidad de: lo que considera un coto cerrado contrario a la libre competencia.
Pero en esta cuesti¨®n la posici¨®n de los farmac¨¦uticos es un¨¢nime. En cuanto se les menta la liberalizaci¨®n, incluso el moderado Joan Duran se pone en pie de guerra: "Eso significar¨ªa el final de un modelo profesional de farmacia y lo ¨²nico que se conseguir¨ªa es destrozar un servicio que funciona y del que los usuarios est¨¢n muy contentos porque es accesible y eficiente", afirma. En esta posici¨®n coinciden todos: los parados y los empresarios.
"S¨®lo se abrir¨ªan farmacias en las mejores zonas urbanas y quedar¨ªan sin servicio los barrios conflictivos y los medios rurales Poco poblados", argumenta Capilla. Duran recuerda que la liberalizaci¨®n ha obligado a las autoridades sanitarias brit¨¢nicas a crear una red de distribuci¨®n propia en esos medios y advierte que "la entrada del capital especulativo en el sector de la farmacia tendr¨ªa efectos nefastos".
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