Encuestas
Ya lo dec¨ªa Rafael, un cordob¨¦s de Puente Genil que lleva treinta a?os en Euskadi: este pa¨ªs tiene una imagen injusta. "Nos pasa como con los hombres del tiempo, que siempre anuncian tormentas y despu¨¦s no llueve tanto". Ayer, a pesar del reincidente preaviso de lluvias, la ma?ana en San Sebasti¨¢n empez¨® soleada, s¨®lo unos nubarrones daban esperanzas a los meteor¨®logos. En el parvulario Harri-Berri, del popular barrio de Alza, Yolanda estaba haciendo un sondeo para Antena 3. En Euskadi se dice que hay dos tab¨²es: el sueldo y el voto. Yolanda viv¨ªa la dificultad de preguntarlo a la salida del colegio electoral. De todos modos iba consiguiendo la media de 24 respuestas por hora que se hab¨ªan pedido. Los votantes m¨¢s locuaces eran los de HB y, aunque menos, los del PNV. "El PNV, siempre", a?ad¨ªa alguno. El alcalde Od¨®n Elorza estaba en este colegio de apoderado del PSE-EE. "No voto aqu¨ª, pero vengo siempre para dar ¨¢nimos a la militancia". Elorza se lleva unos cuantos expedientes municipales para ocupar su tiempo. Se?al de que no hay problemas. "?sta es una mesa muy fiable. Es de las que entran en el sistema Guerra de recuento para el PSOE. Cuando sabemos los primeros 50 votos, ya podemos adivinar c¨®mo han ido las cosas en San Sebasti¨¢n".Mientras Alza es un tradicional feudo socialista, en el colegio Amara, al lado de la catedral, en el centro de la ciudad, al mediod¨ªa el voto se repart¨ªa, por este orden, entre el PNV, el PP, EA y HB. Los votantes son mayores, y los coches, de la gama alta.
Ah¨ª votaron el obispo Seti¨¦n y Txiki Benegas. Tambi¨¦n debe de ser un colegio que da buenos resultados estad¨ªsticos, porque no hab¨ªa menos de cuatro empresas preguntando el voto. La mayor¨ªa para medios de comunicaci¨®n, pero una, dec¨ªan, la hab¨ªa encargado un importante banco. Era la m¨¢s prolija. Doce preguntas en total. Desde qu¨¦ votaron en 1990,1993 y 1994 hasta si con su voto "ha expresado el apoyo al Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez, su oposici¨®n" o esto no ha tenido nada que ver con su decisi¨®n. Tampoco se ahorraba la inevitable cuesti¨®n sobre si se sent¨ªa m¨¢s espa?ol o m¨¢s vasco.
Ayer, Kepa Aulestia se lo mir¨¦ todo con m¨¢s tranquilidad. Ya no est¨¢ en ninguna lista y dejar¨¢, por tanto, de ser parlamentario. Sabe que para algunos habr¨¢ sido dif¨ªcil aguantar la noche electoral. "Lo viv¨ª hace cuatro a?os. He visto personas haciendo campa?a a sabiendas de que van a quedar mal paradas y s¨¦ lo duro que es eso". Aulestia era del grupo de Euskadiko Eskerra que no se integr¨® en el PSE y, por ahora, administra la liquidaci¨®n de los restos. A trav¨¦s de Euskal Ezkerra (EuE) dan apoyo log¨ªstico a los cargos que todav¨ªa tienen en los municipios hasta que vengan las pr¨®ximas elecciones. Para no desperdiciar a esta gente les animan a que se inscriban en alguna otra sigla. Cuando hayan pasado las municipales, dice Aulestia, EuE quiz¨¢ quede como un grupo de reflexi¨®n. ?l, de momento, asegura que no volver¨¢ a enrolarse, aunque EuE ha suscrito con el PNV un programa de renovaci¨®n del nacionalismo democr¨¢tico. En este programa se defiende un modelo de integraci¨®n sustentado en la diversidad, en aceptar al otro tal como es y no. en tanto se parezca a uno mismo. "No he dejado de pensar como pensaba, pero no puedo practicar este pensamiento. Aceptamos esta invitaci¨®n del PNV porque es mejor que lo positivo de nuestras ideas lo asuman quienes van a dirigir el pa¨ªs", dice, aunque hay quien ve en ello un simple tr¨¢mite del PNV para rescatarlos. "He salido de la pol¨ªtica de partidos sin despecho, pero no estoy desactivado", comenta en un saludo a los cabalistas.
Aulestia est¨¢ convencido de que el nacionalismo vasco no cabe en un solo partido, y que en el Pa¨ªs Vasco es mayor el nacionalismo sociol¨®gico que su etiquetado partidista. Le duele que la disputa por la hegemon¨ªa pol¨ªtica entre los nacionalistas sea tan feroz y que se arrastren aromas de cultura protodemocr¨¢tica. "Democratizar el nacionalismo quiere decir, antes que nada, que ning¨²n partido viva la democracia parlamentaria como un accidente hist¨®rico". Frente a quienes ven a Euskadi s¨®lo como unta herencia que administran escogidos albaceas est¨¢n- los convencidos de que es la ciudadan¨ªa la que, d¨ªa a d¨ªa, lo define y construye. Es la gran apuesta.
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