Las multinacionales deciden resistir los ataques islamistas a los gasoductos
El asesinato de dos t¨¦cnicos extranjeros, un italiano y un franc¨¦s, en la regi¨®n petrol¨ªfera de Jenchela ha hecho temblar los gasoductos de Argelia. Pero, a pesar de este incidente, las empresas multinacionales del sector no se han atemorizado y, tras la primera sorpresa, han decidido mantener sus proyectos en la regi¨®n, si bien reforzando y reestructurando sus servicios de seguridad, aseguran medios diplom¨¢ticos.
Jenchela, a m¨¢s de de 600 kil¨®metros al este de Argel. Es una provincia inmensa, dura y complicada, convertida desde hace meses, seg¨²n los expertos, en una tierra de paso de la guerrilla integrista, que desde la zona del Oued, m¨¢s al sur, se dirige hacia el norte, a los feudos islamistas de Batna, en la regi¨®n monta?osa del Aures. O viceversa.Al sur de la provincia de Jenchela no hay nada. S¨®lo el municipio de Babar. Es el S¨¢hara. En uno de los extremos de esta zona, en un punto perdido del mapa, se localizan los caser¨ªos de Oglat Mitta, y, un poco m¨¢s all¨¢, el de Oglat Smigaid. Son cerca de 3.500 habitantes desperdigados. Tradicionalmente los habitantes de esta regi¨®n se dedican a la agricultura o la ganader¨ªa trashumante. Eso es todo.
?ste es el escenario donde la pasada semana se registr¨® el ataque de un comando integrista contra el pozo petrol¨ªfero 162, acci¨®n en la que fueron asesinados el t¨¦cnico franc¨¦s Philippe Hetet y el italiano Mario dell'Angello. Los dos pertenec¨ªan a la plantilla de la empresa Schlumberger, una multinacional franco-americana que lleva varios a?os trabajando en el sector y que desde hace poco m¨¢s de tres colabora en las prospecciones de. la nueva cuenca petrol¨ªfera de Jenchela.
"Le puedo asegurar que en el sur de la provincia de Jenchela no hay nada. No hay constancia de grupos armados. Nunca he o¨ªdo hablar de ning¨²n ataque, de ninguna acci¨®n terrorista. Quienes han llevado a t¨¦rmino la acci¨®n contra estos dos extranjeros forzosamente han tenido que venir de lejos; del Oued, en el sur, o del maquis del norte de la provincia", aseguraba ayer un dirigente pol¨ªtico local de Jenchela.
El ataque del comando integrista, formado por m¨¢s de 20 hombres, contra este pozo petrol¨ªfero hizo temblar por un momento los intereses energ¨¦ticos de las multinacionales que act¨²an en Argelia, que llamaron a rebato y decidieron en un primer momento concentrar todos sus t¨¦cnicos en la ciudad de Hassi Messaud, la capital del petr¨®leo.
Tres espa?oles
Una vez serenados los ¨¢nimos, los trabajos han continuado su curso habitual, incluso para los 150 t¨¦cnicos norteamericanos y los 50 canadienses que trabajan por toda Argelia. La situaci¨®n de los tres t¨¦cnicos espa?oles de Repsol que se encuentran en Hassi Messaud fue examinada y debatida por la compa?¨ªa en el transcurso de una reuni¨®n que se estaba celebrando en Sig¨¹enza, Guadalajara.
. Todos han vuelto al trabajo, se comenta con cierto orgullo en los despachos de la Sonatrach, la empresa estatal argelina dedicada a la explotaci¨®n y a la comercializaci¨®n de los productos energ¨¦ticos.
Sin embargo, los habitantes de Jenchela estaban ayer indignados y preocupados, aunque prefer¨ªan no comentar con extranjeros. No es para nadie ning¨²n secreto la existencia de grupos armados en el norte de la provincia. Todo el mundo recuerda lo sucedido el pasado 10 de marzo, cuando a poco m¨¢s de 80 kil¨®metros de la capital de esta provincia, en la colindante de Batna, todo un ej¨¦rcito de integristas, formado por casi 200 hombres, atac¨® la prisi¨®n de Tazul, la antigua Lambese, y liber¨® a alrededor de un millar de prisioneros, la mayor¨ªa de ellos militantes integristas.
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