Clinton promete en la frontera de Kuwait con Irak que Sadam nunca se reforzar¨¢ en el sur de su pa¨ªs
![Antonio Ca?o](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fbeac12ba-699c-4d3e-89c6-e30be1d9a86c.png?auth=74fed457e58f28ed1f5682cefdc437f0ffd7a482e0124e2212ab78e056c83af2&width=100&height=100&smart=true)
A menos de 70 kil¨®metros de la frontera iraqu¨ª, visiblemente protegido por misiles Patriot y carros de combate de las unidades de vanguardia del Ej¨¦rcito de Estados Unidos desplegadas en Kuwait, Bill Clinton dijo ayer que su pa¨ªs no volver¨¢ a permitir que Irak reconstruya su capacidad militar al sur del paralelo 32. "No es una amenaza; es una promesa, y ustedes est¨¢n aqu¨ª para mantener esa promesa" se?al¨® el presidente norteamericano ante un millar de soldados estadounidenses ' brit¨¢nicos y de varios pa¨ªses del Golfo que se reunieron a escucharle en medio del desierto.
El discurso, bajo un sol demoledor y con un trasfondo b¨¦lico que recordaba un escenario de Hollywood, tuvo m¨¢s de acto electoral que de verdadera arenga a tropas combatientes. Bill Clinton necesita ganar imagen de firmeza de cara a los comicios del pr¨®ximo 8 de noviembre, y para ello no pod¨ªa haber ocasi¨®n mejor que la de repetir la aparici¨®n que su predecesor George Bush tuvo en estas mismas tierras -aunque en diferentes, circunstancias- hace casi exactamente cuatro a?os.El presidente norteamericano, oportunamente vestido con camisa verde y botas militares aprovech¨® para reafirmar su voluntad de actuar en¨¦rgicamente contra cualquier intento por parte de Irak de repetir una concentraci¨®n de tropas en la frontera de Kuwait, como hizo hace tres semanas. "Nuestra pol¨ªtica en el Golfo es clara", dijo, "no permitiremos que Irak aumente sus capacidades por debajo del paralelo 32, no permitiremos que Bagdad intimide a las Naciones Unidas".
Bill Clinton descart¨® tambi¨¦n cualquier posibilidad de un r¨¢pido levantamiento de las sanciones impuestas a Irak tras la ocupaci¨®n de Kuwait, aunque algunos miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, particularmente Rusia y Francia, son favorables a esa idea."Una vida normal"
Clinton dijo que Estados Unidos "no tiene ninguna disputa con el pueblo de Irak; su sufrimiento es el resultado de una sola cosa: el camino escogido por sus l¨ªderes". "Le queremos decir de nuevo a Irak: cumplan completamente con las resoluciones de la ONU, obedezcan el deseo y las leyes de la comunidad internacional; esa es la ¨²nica manera de que tengan una vida normal", asegur¨®. Mientras tanto, el Pent¨¢gono proyecta duplicar el n¨²mero de aviones de combate estacionados en el Golf¨®, con una base ¨¢erea permanente en Kuwait, para apoyar a los 29.000 soldados estacionados en la zona.
Hasta ah¨ª lleg¨® lo que el propio Clinton "unas cuantas palabras serias". El resto fue de otro cariz. En primer lugar, nadie parec¨ªa pensar muy seriamente en la amenaza de las tropas iraqu¨ªes que corrieron hacia el Norte el mismo d¨ªa en que Estados Unidos puso en marcha la operaci¨®n Guerrero Vigilante: ni el presidente, que seguramente pensaba m¨¢s en los efectos que. va a tener para su popularidad la agotadora gira que concluy¨® anoche con una breve escala en Arabia Saudi; ni los soldados, que s¨®lo pensaban en abandonar este desierto. "Llevo 12 meses en esta playa sin agua y ya estoy harto", dec¨ªa el sargento John Otzko."?Vamonos a casa, vamonos a casa!", le grit¨® la tropa a Clinton desde el momento en que hizo aparici¨®n entre los dos tanques que le sujetaban la tarima. Tanto insistieron que, antes de despedirse, el presidente les respondi¨®: "No olviden sus regalos de Navidad". Un funcionario ?orteamericano neg¨®, posteriormente,. que eso signifique que EE UU vaya a terminar con esta operaci¨®n antes de final de afio.
"La verdad es. que hemos venido a escuchar al presidente con la esperanza de o¨ªr la fecha de regreso a Estados Unidos. Aqu¨ª ya no hay nada que hacer", comen_ t¨® la soldado Wanda Col¨®n, doctora de combate. Fuera de eso, Clinton fue bien recibido en un medio que le ha sido hostil, durante la primera mitad de su mandato, el Ej¨¦rcito. "Todav¨ªa se hacen algunos chistes sobre su pasado militar, pero ahora lo aceptamos mucho m¨¢s", opinaba Andrew Fainling, de 28 a?os y ya veterano entre estas dunas.
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