El 'poder negro' de Marion Barry reconquista Washington

Marion Barry es exactamente la otra cara de la moneda de Oliver North. Como el protagonista del esc¨¢ndalo Ir¨¢nContra, que ahora aspira a un puesto en el Senado, el candidato a la alcald¨ªa de Washington es un redimido de antiguos delitos. Como North, Marion Barry es un populista que dice ser un enemigo del establecimiento pol¨ªtico. Ambos tienen discursos con tintes racistas. La diferencia radica en que Barry, de raza negra, descarga su furia contra la mayor¨ªa blanca, con lenguaje izquierdista y desde el Partido Dem¨®crata.La candidatura de Barry ha dividido radicalmente en dos mitades la capital de la naci¨®n. M¨¢s de un 70% de los negros, seg¨²n las ¨²ltimas encuestas, anuncian su voto para ¨¦l, pero menos de un 5% de los blancos se muestra partidario de apoyarle. Sin embargo, el 60% de la poblaci¨®n de Washington es de raza negra y la candidatura de Barry tiene el triunfo virtualmente asegurado.

Marion Barry ya era alcalde de Washington cuando fue detenido en 1990 por consumo de drogas. Durante los meses que pas¨® en prisi¨®n por ese delito, dice haber reflexionado sobre su vida y haber sufrido una profunda transformaci¨®n espiritual. Sali¨® de prisi¨®n vestido con ropas africanas y prometi¨® ser una persona regenerada y dispuesta a seguir luchando por la causa de su maltratada minor¨ªa. Casi un 90% de los negros, seg¨²n las encuestas, lo creyeron. Barry arras¨® en las elecciones primarias a la actual alcaldesa, Sharon Pratt Kelly, y no parece ahora encontrar resistencia en su contrincante el pr¨®ximo martes, la republicana de tendencia moderada Carol Schwartz.

Schwartz ha advertido al electorado que ser¨ªa un desastre dejar la alcald¨ªa en manos de un hombre "con un vicio autodestructivo que, desgraciadamente, arrastrar¨¢ a la ciudad con ¨¦l". Barry afirma que ha abandonado su adicci¨®n a la coca¨ªna pero se niega a someterse a una prueba antidrogas antes de las elecciones.

Barry no se ha molestado en hacer campa?a en los suburbios blancos o en hablar con periodistas de esa raza. Su poder est¨¢ concentrado en esos barrios negros dominados por el crimen y la marginaci¨®n en los que se ha perdido toda confianza en los pol¨ªticos tradicionales. En esos barrios no s¨®lo creen que Barry es la persona adecuada para hablarle con energ¨ªa al Gobierno, sino que hasta comparten el punto de vista del candidato de que su detenci¨®n fue la culminaci¨®n de un compl¨® blanco.