La inocencia blanca llena de gozo Vallecas

La tarde fue fr¨ªa, pero la gente sali¨® caliente. Todo el mundo caminaba por la Avenida de la Albufera con la cabeza-bien alta. El Rayo Vallecano, por fin, hab¨ªa conseguido la primera goleada de la temporada. "Qu¨¦ pronto han asimilado el nuevo sistema". As¨ª trataba de justificar una socia el cambio de imagen de los vallecanos, El Rayo es el mismo de hace una semana, similar al que cay¨® en Toledo. La diferencia radic¨® en el contrario. El Madrid B llen¨® la grada de gozo con una inocencia escandalosa.El Rayo afontaba el derby con un extra?o brebaje: ten¨ªa algo del cesado David Vital, un poquito de Francisco Baena, el t¨¦cnico interino, y bastantes gotitas de Paquito, el nuevo entrenador que se fich¨® hace dos d¨ªas.

De lo que carec¨ªan los de Vallecas era de sus dos hombres m¨¢s importantes: lesionados, Calder¨®n y On¨¦simo com¨ªan pipas en la tribuna, muy cerca de su nuevo entrenador, Paquito.

El p¨²blico vallecano recibi¨® a su equipo con divisi¨®n de opiniones. Pronto, los aplausos superaron a los pitos. Josemi, que hizo de On¨¦simo durante todo el partido, comenz¨® a descubrir la biso?ez de los blancos. La banda derecha era del habilidoso delantero local. Entraba con facilidad y sirvi¨® dos balones de gol, que Rodr¨ªguez no supo definir.

El filial madridista vive bajo el s¨ªndrome de la goma. Valdano sube y baja a las j¨®venes promesas blancas y ¨¦sto afecta a los planes de Rafael Ben¨ªtez, t¨¦cnico del filial . Esta vez no pudo contar con Dani y Ra¨²l, concentrados para jugar el gran derby ante el Atl¨¦tico. Pero jugadores como Velasco, Marcos o Sandro, que ya han pisado el Bernab¨¦u con los grandes, juegan desganados con el filial cuando Valdano no se acuerda de ellos. La poca agresividad de algunos jugadores blancos le vino de perlas a los rayistas. A la media hora de juego se acab¨® el partido. Dos minutos de desmelene local significaron las dianas de Josemi y Rodr¨ªguez. El Madrid, mientras, se fue al descanso sin haber tirado a puerta. En la continuaci¨®n, otros dos minutos sellaron la superioridad de los locales: el gol de Visnjic y la inocente expulsi¨®n a Fernando, que pic¨® en el encontronazo con un jugador rayista. Con 10 hombres, el Madrid mir¨® m¨¢s la puerta de Wilfred que con 11. Prueba de las contradicciones blancas.