La gran crecida del Po mantiene la alarma en el noreste de Italia
La gran crecida del Po hacia el bajo curso del r¨ªo, tras los estragos provocados por las lluvias en Piamonte, Liguria y zonas de Lombard¨ªa, mantiene viva la alarma que ahora se desplaza hacia localidades como Ferrara y Rovigo, pr¨®ximas a la desembocadura, en el noreste de Italia.En 1951, otro aluvi¨®n caus¨® 89 muertos en estas zonas, donde los desbordamientos son cr¨®nicos y las gentes est¨¢n acostumbradas a vivir con el agua alta. Se insiste, adem¨¢s, en que los m¨¢rgenes fueron muy reforzados tras la tragedia de hace 13 a?os. El Adri¨¢tico estaba ayer tranquilo y recib¨ªa bien la descarga del r¨ªo, que crec¨ªa mitad de velocidad que en ras previas.
Los metere¨®logos anunciaban, sin embargo, un recrudecimiento de las lluvias en el V¨¦neto y Emilia Roma?a para las horas de hoy y ma?ana en las que la crecida deber¨ªa ser m¨¢xima. Las autoridades insisten en que todo lo humanamente posible est¨¢ bajo control. Muchos habitantes d¨¦biles, ni?os, ancianos o enfermos de las zonas m¨¢s expuestas fueron evacuados ayer.
La experiencia del desastre ocurrido en el curso alto del r¨ªo sigue suscitando, sin embargo, desconfianzas. La Legambiente, movimiento ecologista, denuncia que las autoridades del valle del Po hab¨ªan advertido el pasado 24 de octubre sobre la falta de controles y medidas preventivas como un peligro grave. Los habitantes de Alessandria, en Piamonte, la ciudad m¨¢s afectada por las inundaciones, afirman que nadie les avis¨® de la inminencia de una crecida ante la que nada pudieron hacer, ya que las aguas subieron tres metros en un cuarto de hora.
El senador verde Maurizio Pieroni pregunta en el Parlamento al presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, c¨®mo es que todo el costoso sistema de comunicaciones v¨ªa sat¨¦lite montado en torno a Tur¨ªn para estas emergencias no pudo funcionar porque hab¨ªa una antena rota.
Las aguas se han llevado los 10.000 vol¨²menes de la biblioteca de Cesare Pavese de la casa de Santo Stefano, localidad natal del gran escritor piamont¨¦s. Muchos monumentos han resultado gravemente afectados.
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