Miralda: "Hay que humanizar las relaciones entre el artista y el espectador"

Se atrevi¨® a proponer la boda entre la estatua neoyorquina de la Libertad y la barcelonesa de Col¨®n, y lo consigui¨®. Su trabajo est¨¢ en el Guinness y en los m¨¢s sesudos libros de arte. Antonio Miralda (Terrassa, 1944) juega con la ambig¨¹edad de sus obras, dejando un amplio margen de interpretaci¨®n al espectador. Ahora, en una exposici¨®n que se inaugura el pr¨®ximo martes en Palma de Mallorca, presenta por primera vez los dibujos de sus proyectos. Desde las esculturas invadidas por soldaditos de juguete de sus obras iniciales hasta Honeymoon, la boda de las famosas estatuas. Miralda considera que "hay que humanizar las relaciones entre el artista y el espectador".

Miralda vive a caballo entre Nueva York, Barcelona y Miami, ciudad esta ¨²ltima en la que est¨¢ realizando un proyecto que se instalar¨¢ en la playa, y que consiste en una escultura que hace las veces de caseta para los socorristas. En su estudio de Barcelona conviven las obras realizadas en sus inicios -objetos totalmente invadidos por soldaditos blancos que reflejan su escasa afici¨®n por el esp¨ªritu castrense- con algunos de los regalos que recibieron los novios -Liberty y Col¨®n- desde partes muy distintas del mundo. En medio de estas dos puntas de su trabajo podr¨ªan encontrarse testimonios de las ceremonias, banquetes, desfiles o rituales que ha organizado en lugares tan distantes como Tokio, Venecia o las cataratas del Ni¨¢gara. E incluso alg¨²n esbozo de una escultura p¨²blica en "homenaje a la ensaimada" que le gustar¨ªa poder realizar en Mallorca."Para m¨ª, la obra es obra desde el primer momento en que la concibo. Desde que surge una idea y, por deformaci¨®n profesional, tengo que coger un bol¨ªgrafo o un l¨¢piz y empezar a dibujar. Siempre he dicho que la obra es todo el proceso, y estos dibujos no s¨¦ si tienen un valor art¨ªstico, pero s¨ª que tienen un valor de energ¨ªa. Nunca hab¨ªa pensado en la posibilidad de exponerlos hasta ahora, los guardaba desde siempre y en algunos casos ni me acordaba de que los ten¨ªa. Lo que pasa es que sistem¨¢ticamente no me ha interesado comenzar ense?ando el dibujo", afirma.

La exposici¨®n, que a partir de finales de diciembre se presentar¨¢ en el Palacio de la Virreina de Barcelona, re¨²ne en las salas del centro cultural de Sa Nostra, en Palma de Mallorca, unos 235 dibujos realizados entre 1965 y 1994. Miralda no quiere hablar de retrospectiva. "Prefiero pensar que es una ordenaci¨®n, m¨¢s tem¨¢tica que cronol¨®gica, de mi trabajo a partir de lo que nunca he en se?ado, que son estos dibujos", aclara.

Para el artista, tan importante es la exposici¨®n como el libro que le sirve de cat¨¢logo. "Creo que a la gente no se le dan coordenadas para hacer una lectura de este tipo de trabajos", comenta. "Ven el proyecto acabado, el recuerdo. No hay un apoyo te¨®rico que permita entender el conjunto". Miralda insiste en que su objetivo es que la gente lo entienda f¨¢cilmente. "Lo que hago tiene que ver con el arte popular, con la mitolog¨ªa cotidiana de los objetos. Se trata de enfatizar, de poner el dedo sobre la llaga de las cosas que est¨¢n ah¨ª desde siempre y mirarlas desde otras perspectivas", comenta.