Lled¨® reclama "el bien aristocr¨¢tico" como garant¨ªa del cumplimiento moral

Una de las consignas mejor guardadas por las actuales corrientes de pensamiento: el rechazo a todo aristocratismo nominal aun a costa de que prosperen otro elitismos no nombrados, fue en¨¦rgicamente desmantelada por Emilio Lled¨® en la presentaci¨®n de su libro Memoria de la ¨¦tica (Taurus), el primero entre los suyos propios que, seg¨²n confes¨® con rubor entra?able, presentaba en p¨²blico en sus 67 a?os d vida."S¨¦ que puede parecer un provocaci¨®n, pero estoy convencido de que la mejor garant¨ªa contra la falsificaci¨®n del bien contra su maleabilidad sutil a trav¨¦s de la poes¨ªa, es el bien aristocr¨¢tico", afirm¨® Lled¨® para entrecomillarlo: "A partir de Arist¨®teles, el bien deja de ser la abstracci¨®n que hab¨ªa sido con Plat¨®n, y se convierte en un fen¨®meno: algo que est¨¢ ah¨ª entre nosotros, con tal grado de concreci¨®n que desde?arlo es un fraude contra nosotros mismos. El modo de no hacernos trampas e a trav¨¦s de una concepci¨®n aristocr¨¢tica del bien. No en el sentido de un lugar donde se est¨¢ de una vez por todas, sino entendida como un dinamismo; como ganarse a pulso la vida y la excelencia humana".

Con ese aspecto meritocr¨¢tico en profundidad , coincidi¨® su presentador, Pedro Cerezo: "Sin excelencia, esa bella voz que ha perdido lamentablemente su acepci¨®n, la democracia se convierte en reba?ismo".