"Al Gobierno le acosa la realidad, no el PP
La crispaci¨®n pol¨ªtica, seg¨²n el presidente del Partido Popular, se debe a que cada vez es mayor la lejan¨ªa entre lo que la gente piensa y lo que el Gobierno hace. Es la realidad la que acosa al Gobierno, no el PP, seg¨²n Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Y la salida es "renovaci¨®n o 'bunker". ?se es hoy el debate pol¨ªtico, dice. Un debate que preferir¨ªa m¨¢s sosegado.
Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar sabe, con sus 41 a?os, que cuando aumenta la velocidad crece el riesgo de patinar si aparece una c¨¢scara de pl¨¢tano en el suelo. As¨ª que... ha levantado el pie del acelerador.
Pregunta. ?La situaci¨®n de Mario Conde crea alarma social o certeza de que quien la hace la paga?
Respuesta. Lo que hace falta es que la justicia funcione y act¨²e.
P. Usted responsabiliza a Gonz¨¢lez de la cultura del pelotazo, pero Conde fue presentado como modelo de ¨¦xito por algunos medios de comunicaci¨®n e investido doctor honoris causa... ?O es que eso estaba inducido, o comprado?
R. No he emitido juicios personales sobre Conde, y no lo voy a hacer. Y me parece una bajeza que personas que han hecho muchas cosas en torno a Conde ahora sean, las primeras en hacer astillas de ese ¨¢rbol. ?ste es un episodio m¨¢s de la cultura del pelotazo, que no hubiera sido posible sin la cobertura de actitudes, modos y pol¨ªticas de quienes estaban en el poder. Yo no tengo otro modelo que el del esfuerzo y el trabajo, y me parecen muy poco ¨²tiles, como ejemplo y como realidad econ¨®mica, los enriquecimientos r¨¢pidos.
P. ?Eso se lo va a decir cuando gobierne a una sociedad que admira, y si puede practica, el enriquecimiento veloz?
R. Naturalmente que s¨ª.
P. ?Lo tendr¨¢ que decir con el ce?o fruncido?
R. Con sonrisa abierta y una convicci¨®n plena.
P. ?Centrar mucho la oposici¨®n en las denuncias de casos de corrupci¨®n no es como viajar en un sidecar en el que la moto la llevan otros?
R. Yo no centro la oposici¨®n en eso. No nos dedicamos a investigar supuestos de corrupci¨®n. Ha sido el PSOE el. que ha intervenido en otros partidos...
P. ?Intervenido en la vida de otros partidos?
R. Ha propiciado operaciones de divisi¨®n o de enfrentamiento... Y la actitud del Gobierno ante los casos de corrupci¨®n ha sido negar los, luego ocultarlos y despu¨¦s de cir que se trataba de casos aislados. Ahora Belloch habla de ajuste de cuentas, como si se tratara de una pel¨ªcula del Oeste. Eso no renueva la vida del pa¨ªs, sino que siembra m¨¢s desconcierto y desconfianza.
P. ?No contribuye tambi¨¦n el PP a generar desconfianza cuando se ampara en simples sospechas, por ejemplo, en el caso de Francisco Palomino?
R. No he manifestado ninguna opini¨®n sobre el caso Palomino que no sea pedir explicaciones en el Parlamento. Yo no introduzco elementos de sospecha ni juicios de valor.
P. Si no hay sospechas, ?qu¨¦ es lo que s¨¦ debe investigar?
R. Un asunto conflictivo, sobre el que la opini¨®n tiene muchas dudas de si ha habido o no trato de favor a personas vinculadas al presidente del Gobierno, en lo que yo no entro, se debe aclarar en el Parlamento.
P. ?Cre¨ªan que Gonz¨¢lez estaba liquidado y han encajado como una contrariedad el que siga estando vivo? .
R. Una de las contribuciones m¨¢s negativas del socialismo han sido las operaciones de destrucci¨®n personal. No es eso lo que necesita Espa?a, sino transparencia, eficacia y confianza.
P. Con la crispaci¨®n pol¨ªtica que existe en este momento, ?ser¨ªa bueno recuperar el sosiego o no le parece necesario?
R. El pa¨ªs necesita un mensaje fundamental de confianza. Pero no se pasa de la crispaci¨®n al sosiego porque s¨ª. Lo que crispa es la propia realidad, que el Gobierno es incapaz de mejorar porque est¨¢ agotado.
P. Tras las elecciones europeas, ?el PP entr¨® en cierta radicalizaci¨®n al denunciar la pol¨ªtica de reinserci¨®n de terroristas o la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica de Catalu?a, sujetas a consenso?
R. Hablando de consenso, les dir¨¦ que mi silencio ante el levantamiento del embargo norteamericano a Bosnia es una muestra de consenso, porque consideramos correcto mantener por el momento a los cascos azules.
Dicho eso: despu¨¦s de las elecciones europeas, el PP ha tenido otro ascenso, en las elecciones vascas. Lo que est¨¢ ocurriendo es que hay cada vez m¨¢s una disociaci¨®n entre los deseos de cambio de los ciudadanos y el inmovilismo del Gobierno. Cada
"Al Gobierno le acosa la realidad, no el PP"
vez hay m¨¢s distancia entre lo que piensa la gente y lo que hace el poder. Eso es lo que crea crispaci¨®n. La salida es renovaci¨®n o bunker.
P. En las europeas meten un gol por la escuadra al Gobierno, pero no por eso el partido deja de durar 90 minutos, ?no?
R. Ganar unas elecciones no es firmar un contrato irrevocable por cuatro a?os. La prolongaci¨®n de un Gobierno sin capacidad para responder a las demandas de los ciudadanos y las necesidades del pa¨ªs es negativa para Espa?a, no contribuye a crear tranquilidad y perjudica las expectativas de recuperaci¨®n econ¨®mica. Este pais no se puede seguir consumiendo. Hay que tener la inteligencia y la grandeza de darle salida a la crisis pol¨ªtica y social. Al Gobierno no le acosa el PP, le acosa la realidad.
P. ?Y el PP qu¨¦ va a hacer?
R. Vamos a exponer nuestra alternativa democr¨¢tica por todos los rincones de Espa?a. Acentuaremos el car¨¢cter centrista del partido con una pol¨ªtica muy comprometida con las libertades y derechos individuales. Apostamos por la transparencia, llevando los asuntos de corrupci¨®n al Parlamento. Yo deseo un consenso con el Gobierno sobre unos objetivos nacionales ante la presidencia espa?ola de la Uni¨®n Europea y la Conferencia Intergubernamental de 1996. Y vamos a preparar con detenimiento las elecciones municipales y auton¨®micas, muy importantes.
P. Usted ha establecido un cierto entendimiento con Anguita. ?Habr¨¢ un pacto a la griega, de PP e IU, para arrebatar alcald¨ªas a los socialistas?
R. Una soluci¨®n a la griega vale en Grecia, no aqu¨ª. Lo que antes parec¨ªa extravagante, un di¨¢logo entre PP e IU, ahora no lo es. Pero quien saque m¨¢s conclusiones de las que acabo de decir est¨¢ dibujando fantasmas inexistentes.
P. ?Los estudiantes que le abuchearon en L¨¦rida comparten intolerancia con los que abuchearon a Gonz¨¢lez en Madrid?
R. No doy m¨¢s importancia a ese incidente que la anecd¨®tica. Cincuenta intransigentes no representan u la Universidad espa?ola, y mucho menos a lo que es Catalu?a. No quiero hacer comparaciones. A m¨ª me insultaron llam¨¢ndome "espa?ol". Y en la propia Barcelona, y en Granada, me han aplaudido.
P. ?Es partidario de suprimir las penas de c¨¢rcel para los insumisos?
R. Es opinable. Nuestro grupo parlamentario en el Senado se ha mostrado a favor. Es una cuesti¨®n de utilidad, y me planteo si pueden existir penas alternativas, por ejemplo, de privaci¨®n o limitaci¨®n de ciertos derechos, para dar un trato m¨¢s correcto a los insumisos y, sobre todo, para que haya menos.
P. ?No afecta a la coherencia de su partido soplar en todas las gaitas al mismo tiempo? Lo mismo adoptan esta actitud en el Senado sobre los insumisos que comiendan a los ayuntamientos dedicar el 0,7% al Tercer Mundo mientras usted esquiva asumir ese compromiso en los Presupuestos del Estado. ?No teme la acusaci¨®n de populismo?
P. Actitudes populistas son las que despu¨¦s del verano ha apuntado el Gobierno. Un pa¨ªs como Espa?a debe dedicar una parte de sus recursos al Tercer Mundo, pero nunca me ha parecido inteligente fijar una cifra cerrada. Adem¨¢s, el PIB es algo que ata?e a toda la sociedad. Nosotros hemos pedido a ayuntamientos y autonom¨ªas que miren si pueden hacer un esfuerzo de aportaci¨®n a programas que garanticen la llegada del dinero a los verdaderos necesitados.
P. ?Qu¨¦ piensa cuando todo el mundo habla de aportaciones de dinero p¨²blico y casi nadie de asumir compromisos privados?
R. Yo quiero que la sociedad dependa menos del Gobierno, pero cuando el gasto p¨²blico representa el 50% de la riqueza nacional, muchas personas entienden que los derechos de los que se sienten acreedores se convierten autom¨¢ticamente en expectativas que se tienen que satisfacer. Y eso es imposible. No se deben alentar desde el Gobierno expectativas a sabiendas de que no se podr¨¢n cumplir. Hay que desterrar el cinismo como arma para conquistar votos.
P. Con usted en el Gobierno, ?en qu¨¦ habr¨ªan sido diferentes los Presupuestos del Estado?
R. No m¨¢s impuestos, control riguroso del gasto, reducci¨®n del d¨¦ficit, reforma de las administraciones y del sector p¨²blico, que llevar¨ªa aparejada una pol¨ªtica amplia de privatizaciones; compromiso, de que todo aumento de la recaudaci¨®n derivada de la mejor¨ªa econ¨®mica ser¨ªa aplicado a la reducci¨®n del d¨¦ficit. Y realizar¨ªa la inversi¨®n p¨²blica que nuestro pa¨ªs necesita.
P. ?No enumera grandes principios, que seguramente todo el mundo comparte?
R. No son grandes principios. El pr¨®ximo a?o van a subir, por iniciativa del Gobierno, los tipos del IVA y los m¨®dulos de estimaci¨®n objetiva para las peque?as empresas. El Gobierno pod¨ªa no haber decidido eso.
P. Se acaba de publicar que s¨®lo 17.650 personas declaran una renta bruta anual de 20 millones. ?Le da risa o le hace llorar?
R. Ni me da risa ni me hace llorar. Muestra la necesidad de una reforma fiscal. Despu¨¦s de tantos a?os, de tantas campa?as, existen los niveles m¨¢s altos de fraude de la historia de Espa?a, que los expertos cifran en no menos de tres billones de pesetas. Yo soy un trabajador y pago mis impuestos, y pido a todos que hagan lo mismo, pero s¨¦ que cuesta trabajo. Hay que recuperar la conciencia fiscal y plantear la fiscalidad sobre bases nuevas para recuperar la confianza.
P. Ustedes hablan mucho de que conf¨ªan en la mujer, pero son igual de responsables que el PSOE en que no haya ni. una sola en los consejos de Universidades, de RTVE, de Energ¨ªa Nuclear...
R. No soy partidario de la
pol¨ªtica de cupos, me parece absurda y ofensiva para la mujer. S¨ª soy partidario de todas la medidas que alienten la mayo participaci¨®n de la mujer en las tareas p¨²blicas. Cuando tengo que hacer un comit¨¦ ejecutivo o designar candidatos a las alcald¨ªas de capitales, yo propongo mujeres.
P. En Cantabria est¨¢ pendiente la elecci¨®n de nuevo presidente. ?Insiste en que el candidato sea el presidente regional del PP o admitir¨ªa a un regionalista?
R. Creo que la mejor soluci¨®n es la elecci¨®n de un presidente procedente del PP. El actual candidato es el presidente regional del PP, lo cual no quiere decir que el PP c¨¢ntabro no pueda promover otras posibilidades.
P. Est¨¢ apunto de salir el libro en que ha escrito sus ideas pol¨ªticas. Cuando una personalidad publica un libro as¨ª, la gente se pregunta qui¨¦n es el negro que de verdad lo ha escrito.
R. Trat¨¢ndose de negros, habr¨ªa que preguntarle a Arzalluz, ?no? Ja, ja. He dedicado muchos meses a ese trabajo. Y no he tenido que embadurnarme de bet¨²n.
P. ?El t¨ªtulo, La segunda transici¨®n, relativiza la transici¨®n democr¨¢tica? ?Plantea un cambio de r¨¦gimen?
R. No, no, por Dios... Significa la renovaci¨®n democr¨¢tica de Espa?a desde su continuidad hist¨®rica. Las naciones fuertes deben tener objetivos comunes, amplios, que puedan ser compartidos por la mayor¨ªa de la opini¨®n, y que deben prevalecer sobre peque?os particularismos o ambiciones de car¨¢cter personal, sectorial o territorial.
P. ?No es un t¨ªtulo ampuloso para objetivos tan naturales?
R. ?Es que no puedo tener objetivos sobrenaturales! He querido que la palabra Espa?a figure en el t¨ªtulo porque explico la idea de Espa?a como naci¨®n plural. Cuando alguien me pregunte cu¨¢l es la idea que tengo de Espa?a, que es lo que a todo gobernante se le debe preguntar, yo dir¨¦ que la tiene en este libro: una Espa?a plural, integradora, sin sectarismos, capaz de renovarse democr¨¢ticamente en su continuidad hist¨®rica.
P. ?Cu¨¢nto ha cobrado?
R. Cuatrocientas y pico mil pesetas a la firma del contrato y otro tanto a la entrega del original. Y un porcentaje sobre cada ejemplar vendido. Lo cual declarar¨¦ rigurosamente a Hacienda.
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