Goytisolo asegura que la prioridad en Argelia es detener la matanza
"La prioridad absoluta es detener la matanza", asegur¨® ayer el escritor Juan Goytisolo, en la presentaci¨®n de su libro Argelia en el vendaval, publicado por EL PA?S-Aguilar. Goytisolo, que calific¨® la situaci¨®n argelina de din¨¢mica polpotiana (en referencia al sanguinario l¨ªder de la guerrilla camboyana que caus¨® un mill¨®n de muertos), cree que la ¨²nica salida posible es la negociaci¨®n excluyendo a los extremos violentos. Entre ellos, cit¨® al Grupo Isl¨¢mico Armado (GIA), autor de la mayor¨ªa de los asesinatos de extranjeros, y a los escuadrones de la muerte, dependientes del r¨¦gimen, responsables de miles de muertos.El escritor considera que Europa, que ya cometi¨® "un gran error" al aplaudir la anulaci¨®n de las elecciones, cuya segunda vuelta estaba prevista en enero de 1992, y la ilegalizaci¨®n de un partido, el Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (FIS), no debe inmiscuirse en el debate actual, que no es tanto un combate entre Europa y el islam, como una pugna entre valores occidentales, como la democracia, y los islamistas, moderados o radicales.
"?C¨®mo puede haber soluci¨®n militar contra un partido [el FIS] que gan¨® dos elecciones?", se pregunta Goytisolo. "Abasi Madani [el l¨ªder del FIS] no es un extremista sanguinario", a?ade; indicando.que s¨®lo existe un camino posible: el del di¨¢logo. El jefe del Estado Mayor, general Mohamed Lamari, cabeza visible del n¨²cleo duro del Ejercito, contrario al di¨¢logo con los islamistas, apoyado por sectores laicos y democratizantes, no tiene m¨¢s del 5% de los votos. Esa es, tambi¨¦n, parte de la realidad, se gun asegura el autor.
Dos orillas de intolerancia
Javier Valenzuela, director adjunto del diario EL PA?S, quien present¨® el libro de Goytisolo, asegur¨® que en "las dos orillas del Mediterr¨¢neo se levantan dos intolerancias, la islamista y la ultraderechista, que se alimentan mutuamente". Y puso como ejemplo europeo de esa intolerancia el crecimiento del Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen, en Francia. El director adjunto de EL PA?S se?al¨® que s¨®lo la cooperaci¨®n econ¨®mica basada en el respeto a los derechos humanos en uno y otro lado puede frenar los extremismos.
Valenzuela se quej¨® de la ceguera hist¨®rica de la izquierda espa?ola que crey¨® durante muchos a?os en el para¨ªso socialista argelino y no fue capaz de detectar los s¨ªntomas de anquilosamiento, precursores ya en los a?os setenta y ochenta de la situaci¨®n actual. Goytisolo, que coincidi¨® plenamente con esta visi¨®n, resalt¨® el hecho de que a mediados de los sesenta los trabajadores argelinos residentes en Francia dejaron, a diferencia de los tunecimos o marroqu¨ªes, de invertir sus ganancias en su pa¨ªs de origen prefiriendo comprar bienes en Francia. Eso prueba que ya en esa ¨¦poca no confiaban en el futuro de Argelia".El autor de Argelia en el vendaval, asegura que el partido ¨²nico FLN "levant¨® [en Argelia] una fachada de unanimismo que ocultaba el verdadero combate: franc¨®fonos frente a arab¨®fonos; ¨¢rabes frente a bereberes; laicos frente a islamistas". Y a?ade con iron¨ªa: "Ya en mi primera visita a Argelia no encontr¨¦ a nadie que se definiera como argelino".
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