La definici¨®n de la papelera
Los coches mal estacionados rodean los aparcamientos subterr¨¢neos que tienen plazas libres
Una definici¨®n de la palabra papelera dice que se trata del recipiente alrededor del cual se arrojan los papeles. Lo mismo se puede aplicar a los subterr¨¢neos de Madrid.La capital tiene plazas de aparcamiento suficientes como para eliminar el caos de los coches mal. estacionados y suprimir de un plumazo el tr¨¢fico de los que buscan d¨®nde dejar el autom¨®vil (en 1992, un 20% de quienes circulaban por las calles buscaban sitio). Pero eso depende, de la actitud responsable de los conductores... y tambi¨¦n de su bolsillo. En este segundo punto, el Ayuntamiento -propietario de 30 aparcamientos en el centro de la ciudad- no ha facilitado las cosas: en 1991, la primera hora de estacionamiento costaba 135 pesetas. Ahora son 210, y se prev¨¦ que para 1995 se sit¨²e en torno a las 230. Conforme han subido los precios han bajado los usuarios (v¨¦ase columna de la p¨¢gina siguiente)Y en la superficie se amontonan los coches mal aparcados como si fueran papeles. Un trabajo de campo realizado por EL PA?S sobre 2.006 plazas de cinco aparcamientos municipales (un 15,48% del total de plazas en Madrid, 12.952) demuestra que hay tres plazas libres por cada cuatro coches mal estacionados en superficie en su ¨¢rea de influencia.
El estudio se ha efectuado en los estacionamientos de las plazas de los Mostenses, Santo Domingo, Santa Ana y la calle de Vel¨¢zquez. Los d¨ªas en que se ha realizado el muestreo fueron el viernes 18, a las 20.00 horas, para estudiar el comportamiento en tiempo de ocio; y el martes 22, a las doce del mediod¨ªa, en horario laborable. El m¨¦todo de trabajo consisti¨® en contar las plazas libres, de cada aparcamiento y los coches mal aparcados en su ¨¢rea de influencia, de entre 75 y 200 metros de radio entorno a los estacionamientos. Inmediatamente fuera de estas ¨¢reas hab¨ªa otro aparcamiento.
El 18 de noviembre se contabilizaron en los cinco subterr¨¢neos 760 plazas vac¨ªas (un 37% de las 2.0196 estudiadas) y 969 estacionamientos indebidos alrededor de ellos, lo que da una proporci¨®n -en ese d¨ªa concreto- de cinco plazas vac¨ªas por cada seis coches mal aparcados. El martes 22, a las doce del mediod¨ªa, el n¨²mero de plazas sin ocupar sub¨ªa a 920 (45%), mientras que 1.283 coches estaban en lugares donde se prohibe estacionar, sobre las aceras o en doble fila. La proporci¨®n del martes es de cinco plazas libres por cada siete coches mal aparcados. Y el promedio de los dos d¨ªas da una proporci¨®n de 1,3 coches mal aparcados por plaza, es decir, tres plazas para cuatro estacionamientos prohibidos.
Los datos son los siguientes:
Santa Ana y Benavente. El martes 22, al mediod¨ªa, el estacionamiento de Santa Ana ten¨ªa 123 plazas vac¨ªas (el 37% de las 325 con las que cuenta), mientras que el viernes a las ocho de la tarde s¨®lo 36 estaban sin ocupar, debido a que es una zona de ocio muy concurrida. Los coches s¨®lo empiezan a entrar masivamente al subterr¨¢neo cuando ya la calle est¨¢ abarrotada, explica el cobrador. Los ciudadanos prefieren ahorrarse el aparcamiento: en el subt¨¦rraneo de la plaza de Benavente, que bien puede servir para los automovilistas que acuden a esta zona de bares, cines y teatros, se contaban el viernes por la noche 160 plazas libres de un total de 405 (39,5%).
Si se suman las plazas vac¨ªas entre ambos estacionamientos -Santa Ana y Benavente- se comprueba que el viernes por la noche los 150 coches mal estacionados en la zona dispon¨ªan de 196 plazas de subterr¨¢neo. El martes por la ma?ana, esta proporci¨®n aumenta: mientras que hab¨ªa 233 lugares disponibles en los dos subterr¨¢neos, 133 coches estaban mal aparcados en superficie, lo que equivale a cinco plazas por cada tres coches.
Plaza de los Mostenses. Esta zona, un viernes por la tarde, est¨¢ ocupada sobre todo por clientes de cines y bares. Hay que tener en cuenta que los asistentes a los cines de la Gran V¨ªa tambi¨¦n disponen del estacionamiento de Santo Domingo. Este ¨²ltimo estaba casi lleno a las ocho de la tarde: 510 de 600 plazas ocupadas, mientras que el de los Mostenses permanec¨ªa ocupado a la mitad de su capacidad (174 plazas vac¨ªas de 326, el 53,3%). Mientras, los 301 coches mal estacionados en superficie ten¨ªan a su disposici¨®n las 174 plazas vac¨ªas mencionadas, lo que demuestra que esta zona, muy bien dotada de transporte p¨²blico, se satura de veh¨ªculos privados hasta el punto de que s¨®lo hay una plaza disponible en subterr¨¢neo por cada dos coches mal estacionados. A¨²n as¨ª, si se hubiese ocupado la totalidad del estacionamiento se habr¨ªan eliminado 127 coches de la calle.
Un d¨ªa laborable, al mediod¨ªa, la situaci¨®n alrededor de Mostenses es similar; el martes al mediod¨ªa hab¨ªa 180 coches dentro del estacionamiento. Fuera, en torno al mercado situado en la plaza (calles de Ricardo Le¨®n y Garc¨ªa Molinas), una treintena de coches se amontonaban sobre las aceras y hac¨ªan doble fila con los veh¨ªculos que descargaban mercanc¨ªas en el mercado.
El viernes, en la uni¨®n de Amaniel y San Bernardino, que hace un hueco triangular, los veh¨ªculos estaban apretados en ¨¦l igual que las bolas de billar americano antes de que comience el juego.
Y resulta muy descarada la ocupaci¨®n del carril bus de San Bernardo: entre la calle de los Reyes y la Gran V¨ªa, el viernes se aposentaban all¨ª 21 coches, y 27 el martes a mediod¨ªa (si bien un s¨®lo coche estacionado en el carril bus ya anula el mismo).
Calle de Vel¨¢zquez. El viernes d¨ªa 18, a las ocho de la noche, el aparcamiento situado en pleno coraz¨®n de Vel¨¢zquez, que arranca de la calle de Padilla, ofrec¨ªa un aspecto desolador. De las 350 plazas de que dispone este subterr¨¢neo, 300 estaban libres. Nada m¨¢s subir las escaleras de acceso a la calle, la realidad era bien distinta. En nueve calles de los alrededores, 297 coches esperaban mal aparcados el regreso de su due?o. La calle de Vel¨¢zquez, v¨ªa prefe rente (de especial atenci¨®n para la Polic¨ªa Municipal), se llev¨® la palma con 114 coches mal estacionados. En Serrano, tambi¨¦n v¨ªa preferente, 69 conductores se saltaron a la torera el pasado viernes las normas de circulaci¨®n. Sin embargo, eran las calles interiores del rect¨¢ngulo estudiado -la mayor¨ªa de ellas muy estrechas- donde los veh¨ªculos abusaban de la doble fila. En la calle de Juan Bravo, los conductores aparcaban en los bordillos de los bulevares, donde est¨¢ prohibido.
El martes, la situaci¨®n en esta zona comercial era mucho m¨¢s ca¨®tica: 502 coches mal estacionados. En el aparcamiento de Vel¨¢zquez hab¨ªa 147 plazas libres, sin contar las del aparcamiento pr¨®ximo a la calle de Ayala y el de la plaza del Marqu¨¦s de Salamanca. En Vel¨¢zquez, a las puertas de la casa Toyota, segu¨ªa el mismo coche aparcado sobre la acera que el viernes por la noche. En esta misma v¨ªa varios camiones descargaban sin importarles la doble fila. La furgoneta de reparto de Correos permanec¨ªa aparcada en un paso de peatones en Diego de Le¨®n. Y en Serrano, a la puerta de las mejores tiendas de Madrid, se impon¨ªa la doble fila.
Plaza de Santo Domingo. A las puertas de un aparcamiento de (500 plazas, que nunca llega a colgar el cartel de completo (se llena al 85% los viernes por la noche, d¨ªa de m¨¢xima concurrencia en la zona, y al 40% las jornadas laborables), se amontonan coches en doble fila o montados en aceras que no tienen m¨¢s de medio metro de anchura. Conclusi¨®n: donde exista un hueco, coche lo llenar¨¢. No importa la prohibici¨®n.
El viernes por la noche el aparcamiento mostraba la luz de libre. Rodeando las estrechas aceras sobre las que se levanta, hab¨ªa ocho coches montados. Tres gr¨²as estaban paradas el viernes en la plaza.
El panorama casi no var¨ªa del viernes al martes por la ma?ana, excepto por las dificultades para la carga y descarga. En la calle para peatones de las Navas de Tolosa los niveles de infracci¨®n alcanzan ambos d¨ªas cotas insospechadas. La se?al al comienzo de la calle, que proh¨ªbe la entrada a cualquier veh¨ªculo que no sea una ambulancia, es como si no existiera.
Este trabajo ha sido elaborado por Luc¨ªa Enguita, con informaciones de Paz ?lvarez, Antonio Jim¨¦nez y Ana Llovet.
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