Victoria serbia

EL CONFLICTO internacional que se desencaden¨® con la disoluci¨®n de Yugoslavia est¨¢ sufriendo estos d¨ªas una mutaci¨®n profunda: hasta ahora se intentaba promover una soluci¨®n elaborada por la ONU con un m¨ªnimo respeto por sus normas. Pero despu¨¦s del ¨²ltimo viraje del presidente Clinton, Europa y EE UU se orientan abiertamente, a encajar la victoria de los agresores, los serbios, proponiendo una f¨®rmula para encubrir tal realidad.La ¨²ltima soluci¨®n propugnada por el grupo de contacto (EE UU, Rusia, Alemania, Reino Unido y Francia) consist¨ªa en otorgar el 49% del territorio de Bosnia a los serbios y el. 51% a los bosnios y croatas. La ¨²nica negativa a este plan fue la de los serbios de Bosnia con su autoproclamada Rep¨²blica de Pale). Incluso Serbia y el presidente Milosevic condenaron esa negativa y anunciaron el cese de todo env¨ªo de armamento a los serbios de Bosnia. Esta actitud, de Milosevic encant¨® a la ONU- ayudar¨ªa a imponer la soluci¨®n del grupo de contacto.

Ha ocurrido todo lo contrario: en respuesta a una desgraciada ofensiva musulmana, las tropas de Pale se han lanzado a la conquista de Bihac, una zona declarada segura por la ONU: tal declaraci¨®n implicaba el compromiso de la organizaci¨®n internacional de emplear la fuerza para repeler cualquier ataque contra esa ciudad. En las ¨²ltimas semanas los serbios- han hecho la demostraci¨®n radical de la inoperancia de esa condici¨®n; sus ataques fueron apoyados por la aviaci¨®n serbia (con el permiso obvio de Mi.losevic), en violaci¨®n de todo lo ordenado por la ONU.

En un momento dado, la ONU y la OTAN decidieron intervenir. Pero el bombardeo de un aeropuerto en la Krajina serbia se hizo con tantas precauciones que no sirvi¨® para nada. Despu¨¦s de tales impotencias t¨¦cnicas de la OTAN hay que cambiar de lenguaje: hablar de errores es enga?ar a la opini¨®n. Lo que se ha puesto de relieve es la total carencia de voluntad pol¨ªtica de EE UU y de los Gobiernos europeos para hacer cumplir las decisiones del Consejo de Seguridad. Las diferencias entre pa¨ªses europeos han sido muy serias en la fase inicial del conflicto (en relaci¨®n a la independencia de Croacia), pero en la actualidad han ilegado a una gran coincidencia en la aceptaci¨®n de una actitud capituladora basada en asumir la victoria de los serbios.

En concreto, la, propuesta adoptada el jueves en Bruselas consiste en ofrecer a los serbios de Pale que se confederen con la- Serbia de Be1grado. Es dar el visto bueno a la Gran Serbia propugnada por Milosevic. Al margen de si en estos momentos tal soluci¨®n resulta eficaz para poner fin a los combates, de la en rid¨ªculo a todos los que han defendido las decisiones de la ONU. Pero hay m¨¢s: los ministros de Exteriores de Francia y del Rein¨® Unido, lanzados ya por su nuevo camino, han anunciado su visita a Be1grado para pedir a Milosevic que ayude a convencer a los serbios de Pale de que aprueben la nueva propuesta y acepten un alto ¨¦l fuego. Imagen viva del retroceso europeo: hace unos meses se felicitaba a Milosevic por haberse alejado de los serbios bosnios. Ahora se le pide que les convenza de hacer una confederaci¨®n con Belgrado como paso hacia la Gran Serbia.

Estamos ante un desprestigio incalculable para la ONU y la OTAN. Una vez mas queda claro que la ONU, s¨®lo aplica la Carta cuando EE UU -como en Kuwait- tiene un inter¨¦s directo en el asunto. En cuanto a la Uni¨®n Europea, su impotencia supone dar carta blanca al resurgir de los nacionalismos agresivos: a que los fuertes impongan su ley por la fuerza y el horror.