Dos espa?oles, acusados en Alemania de maltratar a los cerdos que transportaban

La polic¨ªa de autopistas alemana detuvo en la madrugada de ayer en la estaci¨®n de servicio de Hockenheim, al suroeste de Alemania, a dos camioneros espa?oles, que llevaban 30 horas de viaje y transportaban 128 cerdos en condiciones tan precarias que cuatro murieron en el camino y varios ten¨ªan las patas rotas, mientras que la sangre chorreaba por las rendijas del veh¨ªculo.Los cerdos fueron sacrificados de forma sumaria en el matadero de Mannheim, para evitarles m¨¢s sufrimientos. Los dos camioneros quedaron detenidos, acusados de torturar animales. Seg¨²n la fiscal¨ªa, se fij¨® una fianza de 8.000 marcos (unas 670.000 pesetas), que pag¨® la empresa expeditora, de Murcia. Ello permiti¨® que los camioneros quedasen en libertad para volver a Espa?a.

La descripci¨®n facilitada a este peri¨®dico, por la polic¨ªa de Karlsruhe, en nota de prensa, y las im¨¢genes de un telediario de la emisora privada RTL ponen los pelos de punta al m¨¢s insensible. Los 128 cerdos, con un tama?o en torno a 1,20 metros, viajaban hacinados en un cami¨®n de tres pisos, en jaulas de 80 cent¨ªmetros. Seg¨²n la polic¨ªa, el espacio y la altura resultaban insuficientes "de tal modo que los animales se her¨ªan *los lomos. Iban amontonados en un piso de metal y estaban totalmente sucios por sus propios excrementos. En varios puntos del veh¨ªculo se advert¨ªan manchas de sangre, que chorreaba sobre el asfalto. Alg¨²n animal ya estaba muerto". La RTL mostr¨® a los cerdos al salir de las jaulas con las patas rotas y heridas sangrantes en el lomo.

Las hojas de ruta evidencian que los dos conductores llevaban 30 horas al volante, sinr pararo ni dar de comer o beber a los animales. El transporte hab¨ªa comenzado el mi¨¦rcoles pasado, hacia las 19.00 horas, en Espa?a, y el destino era el matadero de Schwbisch-Hall, una peque?a ciudad situada en la ruta tur¨ªstica conocida como la Alemania rom¨¢ntica. Todo parece indicar que los camionmeros pensaban realizar los 2.000 kil¨®metros sin descansar. La polic¨ªa se neg¨®, a pesar de los requerimientos de este peri¨®dico, a facilitar el nombre de la empresa expeditora y se limitaron a decir que el cami¨®n proced¨ªa de Murcia. La empresa destinataria alemana se neg¨® a responder a las llamadas y una dama se limitaba a decir al tel¨¦fono: "Se ha equivocado usted de n¨²mero". Seg¨²n inform¨® el comisario de polic¨ªa Brenkmann, "tanto a la empresa expeditora como a la transportista les espera una sanci¨®n considerable".