40 extranjeras estafadas en verano con una versi¨®n del 'tocomocho'
In¨¦dito. El cl¨¢sico timo del tocomocho, en una versi¨®n revolucionaria y aplicado s¨®lo a trabajadoras extranjeras. Hasta 40 casos se registraron en las calles del centro de Madrid desde mediados de junio hasta finales de agosto. La mec¨¢nica era sencilla: una mujer abordaba a la v¨ªctima en la calle y le contaba que hab¨ªa sido agraciada con la Loter¨ªa Primitiva, pero que, al ser extranjera, no pod¨ªa cobrarlo sin pagar una fianza para la que carec¨ªa de dinero. Con la colaboraci¨®n de otros estafadores, convenc¨ªan a la incauta, inmigrante para que les prestase esa cantidad, a cambio de una recompensa. Desaparec¨ªan con el dinero.La banda estaba integrada, seg¨²n el Grupo IX de la Brigada de Polic¨ªa Judicial de' Madrid, por al menos tres hombres y dos mujeres de fuerte acento suramericano. P?GINA 5
El nuevo 'tocomocho' se ejecuta siempre en la calle y con mujeres extranjeras como v¨ªctimas
VIENE DE LA P?GINA 1Los autores nunca fueron detenidos oficialmente, pero las estafas cesaron cuando, en pleno est¨ªo y en L¨¦rida, la polic¨ªa captur¨® a tres suramericanos que empleaban un timo id¨¦ntico. Entretanto, los investigadores del grupo de estafas asistieron impotentes a una escalada de denuncias de mujeres desesperadas a las que hab¨ªan esquilmado sus ahorros. Las v¨ªctimas eran siempre suramericanas, centroamericanas y africanas, en su mayor¨ªa trabajadoras inmigrantes con escasos recursos.
Ejecutado en la calle, el golpe, a tenor de las diferentes denuncias, segu¨ªa una mec¨¢nica f¨¦rrea. Una mujer, tambi¨¦n extranjera, las abordaba. Dec¨ªa estar acuciada por un grav¨ªsimo problema. Contaba entrecortadamente que le hab¨ªa tocado un gran premio en la loter¨ªa primitiva, pero que al ser "tambi¨¦n" extranjera le presentaban problemas legales para cobrar el premio: le exig¨ªan una fianza.
"Mire, en el organismo de loter¨ªa me han dado un tel¨¦fono de consulta. Y yo es que no hablo muy bien espa?ol. Ay¨²deme, por favor", suplicaba a sus futuras v¨ªctimas.
Para disipar las dudas suscitadas en este primer abordaje, aparec¨ªa otra mujer, tambi¨¦n extranjera. Pertenec¨ªa a la banda. Su tarea consist¨ªa en reforzar la presi¨®n. "Entre extranjeras hay que ayudarse", aconsejaba. Aseguraba estar dispuesta a pagar.
As¨ª las cosas, la v¨ªctima se enfrentaba al momento crucial. La llamada de tel¨¦fono. La banda escog¨ªa una cabina p¨²blica para la comunicaci¨®n. Marcaban el n¨²mero los integrantes de la banda. Hablaba la v¨ªctima. Respond¨ªa una voz masculina, madura. El hombre, al tiempo que confirmaba la suerte del boleto, recordaba la exigencia de una fianza para cobrarlo. La cantidad oscilaba entre uno o dos millones de pesetas.
En una ocasi¨®n, una de las estafadas advirti¨® que el n¨²mero marcado llevaba el prefijo 908 y que, por tanto, correspond¨ªa a un tel¨¦fono m¨®vil. La mujer, extra?ada, llam¨® la atenci¨®n sobre el hecho: "Se ha equivocado, ?no?". La timadora, sin inmutarse, dej¨® caer una moneda. Y mientras la v¨ªctima la recog¨ªa, marc¨® supuestamente el mismo n¨²mero.
Este testimonio ha llevado al grupo de estafas a sospechar que el interlocutor masculino se encontraba con un tel¨¦fono m¨®vil, a pocos metros de su presa. "Posiblemente, la estar¨ªa viendo a pocos rnetros", indican los agentes.
Una vez convencida por tel¨¦fono, la v¨ªctima acud¨ªa a por la cartilla de ahorros o incluso ped¨ªa dinero a alg¨²n ¨ªntimo. "No pasaban de las 400.000 pesetas. Daban lo que ten¨ªan. Una mujer incluso entreg¨® el saxof¨®n dorado de su compa?ero de piso, diciendo que era de oro", recuerdan los investigadores.
La entrega del dinero se efectuaba en la calle, como casi todo el timo. Los billetes se met¨ªan en una bolsa, en la que, para mayor confianza, la extranjera de apoyo -tambi¨¦n de la banda- introduc¨ªa su parte. La operaci¨®n se remataba entonces con un ¨²ltimo truco.
El cambiazo. Los estafadores ten¨ªan preparada una, bolsa id¨¦ntica a la que estaba repleta de dinero. Sin que la v¨ªctima se percatase, cambiaban las bolsas y se quedaban con la que conten¨ªa el dinero -operaci¨®n que en argot se denomina "pasar la casta?a por el pecho"- A la v¨ªctima, para mayor seguridad, le facilitaban la otra bolsa.
Despu¨¦s, enviaban a la prima a una direcci¨®n falsa para cobrar el premio con la agraciada, que por el camino se esfumaba. Para cuando la v¨ªctima descubr¨ªa el vac¨ªo en su bolsa, los timadores ya hab¨ªan huido.
Esta nueva versi¨®n del tocomocho -un timo que hasta la fecha no se sol¨ªa emplear con extranjeros- asolo este verano las calles de Madrid. Los investigadores, que registraron unas cuarenta denuncias, consideran que la cifra de v¨ªctimas pudo ser mucho m¨¢s elevada.
"Seguramente, muchas no presentaron denuncia por verg¨¹enza", afirman los agentes.
'Nazareno' enlatado
Escol¨¢stico A. G., de 55 a?os y algunos menos antecedentes, pertenece a la vieja guardia. Nada de versiones revolucionarias y extranjerizantes del tocomocho. Lo suyo es el timo del nazareno. Y a gran escala: cientos de miles de latas de legumbres, esp¨¢rragos, tomates, harina... e incluso 155 carritos para beb¨¦s.La estafa que Escol¨¢stico, seg¨²n la polic¨ªa, puso en pr¨¢ctica consiste en efectuar pedidos utilizando fraudulentamente el nombre de una empresa solvente y, una vez con la mercanc¨ªa, esfumarse sin abonar la factura. Pues bien, la polic¨ªa acusa a Escol¨¢stico -detenido este fin de semana- de solicitar grandes partidas a firmas de alimentaci¨®n mediante el membrete comercial de una empresa. madrile?a -totalmente legal y ajena a este uso fraudulento de su nombre- Los productos conseguidos con este timo eran trasladados a las naves del denominado Consorcio Industrial del Segura, para el que trabajaba Escol¨¢stico. Sus almacenes estuvieron un tiempo en Torrevieja (Alicante) y despu¨¦s pasaron, seg¨²n la polic¨ªa, a Alcal¨¢ de Henares, concretamente a la nave 18, del pol¨ªgono Europa. All¨ª se, descubrieron cientos de miles de envases de alimentos. Las empresas supuestamente estafadas superan la treintena y se reparten, por toda Espa?a.
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