Patriotas de la pasta

Se atribuye a Miguel Beleza, ex ministro de Finanzas (5 de enero de 1990 a 30 de noviembre de 1991) y ex gobernador del Banco de Portugal (4 de mayo de 1992 a 27 de junio de 1994) la frase de que "la limitaci¨®n de la participaci¨®n extranjera en los bancos portugueses s¨®lo sirve para que los patriotas se enriquezcan frente a sus compradores potenciales". Se non ¨¦ vero ¨¦ ben trovato dicen los italianos (algo que puede ser traducido como "si no es verdad, suena como si lo fuera"). Al menos, es lo que ocurri¨® en Portugal con las aventuras de Mario Conde.En el mes de abril de 1991, Conde supo por el equipo responsable de las relaciones con el Banco Totta & A?ores (BTA) que con un 20% del capital de la entidad y la mayor¨ªa en el n¨²mero de consejeros de la entidad (siete sobre trece) se podr¨ªa consolidar los resultados con Banesto. En el acta de la reuni¨®n del consejo de administraci¨®n del banco, el 26 de abril de 1991, punto n¨²mero 4 del informe del entonces presidente de Banesto se lee: "Es importante que pueda llegar a culminarse esta inversi¨®n de modo que pueda empezar a pensarse en consolidar esta entidad financiera dentro de nuestro grupo bancario".

Las negociaciones entre el ¨¢rea internacional de Banesto y el socio portugu¨¦s m¨¢s importante, Jos¨¦ Roquette, giraron en torno al pago de una prima por el control, pero las cantidades ofrecidas resultaban irrisorias para las exigencias del empresario patriota luso. Fue entonces cuando Conde decidi¨® hacerse cargo personalmente del asunto. En diciembre de 1991, el ex presidente se llev¨® a Roquette al huerto tras satisfacer sus deseos. La banda de Roquette pasaba a representar en el consejo del BTA a Banesto y as¨ª Conde consegu¨ªa los siete consejeros necesarios para apuntarse una parte de los beneficios del banco (en 1991 ascendieron al equivalente de 13.734 millones de pesetas). Pero el llamado Pacto de. la Salceda, negociado en la finca castellana de Conde iba m¨¢s lejos. De forma gradual a trav¨¦s de una nueva sociedad y nuevos fiduciarios, Banesto compraba desde el 24% aproximadamente que ya pose¨ªa hasta superar ligeramente el 50% del BTA. Los socios portugueses cobraron por su participaci¨®n en la sociedad Valores Ib¨¦ricos (un 50,83%) 37.279 millones de escudos. La plusval¨ªa obtenida por los patriotas era de 30.000 millones de escudos (unos 23.000 millones de pesetas de entonces), ya que el valor te¨®rico contable de la participaci¨®n ascend¨ªa a 7.625 millones de escudos. Los fiduciarios estaban dirigidos por el socio de Mariano G¨®mez de Lia?o en Lisboa, Carlos Menezes Fal?ao.

Este pacto fue confidencial. Conde consigui¨® consolidar los resultados en 1991, pero quer¨ªa mucho m¨¢s, la fusi¨®n entre Banesto y el BTA, a fin de aflorar plusval¨ªas. Roquette, por su parte, no inform¨® a las autoridades lusas de la traici¨®n estrat¨¦gica, esto es, que hab¨ªa vendido a Conde su participaci¨®n de manera silenciosa con la ilusi¨®n de que si se autorizaba la fusi¨®n, todo el asunto quedar¨ªa difuminado. Y cuando el 1.7 de mayo de 1993, el representante de JP Morgan, Roberto Mendoza, Conde y el propio Roquette explicaron el plan de fusi¨®n al ministro de Finanzas, Jorge Braga de Macedo, ¨¦ste se limit¨® a decir que habr¨ªa que estudiarlo. Para apurar el paso, Mendoza le dijo que no hab¨ªa nada que hacer, puesto que Roquette ya hab¨ªa vendido todo lo suyo a Banesto. Fue una delaci¨®n. La fiducia de Menezes Fal?ao fue montada con pr¨¦stamos de Banesto a sociedades instrumentales, de modo que cuando la ley portuguesa lo permitiera (los extranjeros no pod¨ªan superar el 20% en el BTA), Fal?ao pagar¨ªa con las acciones del BTA los cr¨¦ditos facilitados por Banesto. Todo este montaje podr¨ªa haber permanecido en los m¨¢rgenes de la ley, pero la impaciencia de Conde en el verano de 1993 y, m¨¢s tarde, al incluir la venta del 25% "no oficial", el que representaba Fal?ao, en el plan de salvaci¨®n presentado al Banco de Espa?a en los d¨ªas cr¨ªticos de diciembre de 1993, tir¨® la diplomacia por la borda.

La comisi¨®n de investigaci¨®n del Parlamento luso sobre el affaire Totta debatir¨¢ sus conclusiones el pr¨®ximo 16 de diciembre. Las conclusiones provisionales adoptadas hacen una cr¨ªtica a la conducta del Banco de Portugal y a la falta de coordinaci¨®n con el Ministerio de Finanzas. Los parlamentarios creen que la complejidad, versatilidad y viscosidad de la realidad ha puesto en cuesti¨®n el control de los mecanismos legales. Salvar la cara, que se dice.