Taslima Nasrin: "Mi lucha es m¨¢s importante que una vida normal"

Taslima Nasrin habl¨® ayer en Barcelona. Lo hizo en el Colegio de Periodistas y en presencia de la ministra de Cultura, Carmen Alborch, que quiso expresarle personalmente su solidaridad. Nasrin, amenazada de muerte por los fundamentalistas isl¨¢micos, present¨® la traducci¨®n castellana de su novela Verg¨¹enza (Ediciones B), pero, m¨¢s que de literatura, quiso hablar de las injusticias sociales y la opresi¨®n de la mujer en Bangladesh. "Mi lucha es para m¨ª m¨¢s importante que una vida normal", dijo. Alborch calific¨® el encuentro con la escritora condenada a muerte de "emocionante".Nasrin ley¨® un discurso sobre las persecuciones y amenazas de muerte que ha sufrido. "Los fundamentalistas", aclar¨®, "no est¨¢n s¨®lo en las sociedades isl¨¢micas, sino en todo el mundo".

Autora de 15 libros de denuncia social, Taslima Nasrin, doctorada en Medicina, vive exiliada en Estocolmo. En su viaje a Barcelona es escoltada de modo permanente por cinco polic¨ªas. Sobre su novela Verg¨¹enza, dijo: "Quiz¨¢ no tenga mucha calidad literaria, pero creo que los escritores deben ser responsables de su papel en la sociedad. Verg¨¹enza es principalmente una novela-documento; en ella he querido mostrar lo que he visto en mi pa¨ªs; he querido contar la verdad porque el Gobierno la ocult¨®. Es cierto que a veces no alcanzo calidad literaria, pero quiero ser ante todo una escritora social".

"No s¨¦ c¨®mo acabar¨¢ la situaci¨®n de mi fatwa", aclar¨® despu¨¦s en conferencia de prensa, permanentemente vigilada por una mujer polic¨ªa. "No pienso en si me matar¨¢n los fundamentalistas ni en c¨®mo lo har¨¢n", dijo. "Creo que tengo una responsabilidad con la sociedad para mejorar la condici¨®n de la mujer y el equilibrio social y pienso seguir luchando".

Nasrin, que dijo no sentirse ni l¨ªder pol¨ªtica ni bandera de nada, afirm¨®: "Es necesario organizarnos para luchar contra la ceguera y la oscuridad".

Al preguntarle sobre los l¨ªmites de esta lucha, coment¨®: "Soy partidaria del di¨¢logo y contraria a la violencia, pero en vista de que los fundamentalistas no quieren usar las palabras, sino que responden con la muerte, quiz¨¢ al final habr¨¢ que luchar contra ellos con las armas". La escritora dijo tambi¨¦n que el comunismo sigue siendo una esperaza para los pa¨ªses pobres, "siempre que no caiga en los errores del pasado".