Ca¨®tico

Siguiendo el ciclo hist¨®rico de Vico en su Ciencia nueva, Bloom divide en cuatro las edades de la literatura, aunque los antiguos (fase teocr¨¢tica) s¨®lo los mencione en los ap¨¦ndices, donde cientos de figurantes hacen comparsa a los 26 principales. La edad aristocr¨¢tica la empieza con Chaucer y Dante, y en ella sit¨²a Bloom a los dos puntales de su edificio can¨®nico, Shakespeare y Cervantes, seguidos de Montaigne-Moli¨¨re, en un h¨ªbrido complementario. Milton y Goethe cierran ese periodo de 500 a?os junto con el doctor Johnson. La era democr¨¢tica cubre el siglo XIX, que aparece lleno de lagunas. Wordsworth y Jane Austen, (pero no Novalis), Whitman, Dickens y George Eliot (sin Flaubert y sin Dostoievski), Emily Dickinson, para acabar con Tolst¨®i e lbsen (sin Baudelaire ni H?lderlin). En la edad ca¨®tica, que empieza con Freud, encontramos a Proust, Joyce, Kafka y Virginia Woolf (la inclusi¨®n que m¨¢s siento, excluidos Conrad, Henry James y Musil). El remate es con Borges, Neruda y Pessoa en filiaci¨®n con Whitman y despu¨¦s Beckett.El libro entero es una labor de santificaci¨®n de Shakespeare como centro del canon. ?Cae Bloom en la idolatr¨ªa? Pr¨¢cticamente todos los nombres coet¨¢neos y posteriores al dramaturgo ingl¨¦s son medidos seg¨²n su patr¨®n, y, ese pie forzado le da resultados estimulantes, como la lectura shakesperiana de Freud. Pero tambi¨¦n le limita penosamente; Bloom infravalora a Marlowe y presenta con pobreza a Moli¨¨re, de quien deja a un lado la genial Don Juan para concentrarse, por su paralelo hamletiano, en un estrecho an¨¢lisis de El mis¨¢ntropo.