Grozni, un paisaje salpicado de horrores
TWP Anna Volkova, de 78 a?os, apenas pod¨ªa hablar. Abatida por la pena, s¨®lo lloraba y pronunciaba pocas palabras, una de las cuales era el nombre de su hijo Guennadi, cuyo cad¨¢ver, junto con el de su mujer, yac¨ªa a un lado. Un bombardeo hab¨ªa arrasa do el edificio de Grozni en el que Guennadi Volkov, de 50 a?os, y su mujer, Lidia, de 47, ten¨ªan su hogar y dorm¨ªan tranquilamente a primeras horas del s¨¢bado.
El ataque no s¨®lo destruy¨® a esa familia sino que ech¨® adem¨¢s m¨¢s basura a los argumentos de Mosc¨² de que est¨¢ librando una guerra s¨®lo contra las bandas armadas ilegales y no contra la poblaci¨®n civil.
Jalid Kagirov, de 45 a?os, director adjunto de un almac¨¦n de muebles cuya casa tambi¨¦n fue destruida, dec¨ªa: "All¨ª no hab¨ªa objetivos militares, sino gente pac¨ªfica, mis vecinos".
Las v¨ªctimas principales de los ataques rusos son hombres, mujeres, ni?os y ancianos desarmados. La mayor¨ªa son chechenos, pero muchos son tambi¨¦n rusos demasiado pobres o viejos o tercos como para abandonar la ciudad donde han vivido toda su vida.
Seg¨²n los refugiados que huyen, Grozni se ha convertido en un paisaje salpicado de horrores. Los civiles muertos o heridos se cuentan por centenares. Los bloques de viviendas han sido reducidos a montones de ladrillos y hormig¨®n, y se ven veh¨ªculos retorcidos y calcinados por los bombardeos, algunos con sus ocupantes dentro.
Entre los escombros del edificio don(le viv¨ªa Guennadi hay todav¨ªa enterrados m¨¢s cuerpos, seg¨²n los vecinos, pero nadie puede decir cu¨¢ntos. "?Hab¨ªa trozos de carne por todas partes!", dice Yaja Kahadjiyeva, de 41 a?os. La ferocidad de los ataques rusos ha dejado at¨®nitos a los chechenos. Grozni ten¨ªa 400.000 habitantes antes de la guerra. Ahora quedan menos de 150.000. Muchos se han refugiado en la vecina Ingushetia, concretamente en Nazran y otras ciudades.
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