"El secuestro de Marey lo decidi¨® Damborenea"

El 16 de diciembre pasado, Jos¨¦ Amedo decide contar al juez su relato del secuestro de Segundo Marey, primer acto asumido por los GAL. Seg¨²n su versi¨®n, esta acci¨®n terrorista la decidi¨® Ricardo Garc¨ªa Damborenea, entonces secretario regional de los socialistas vizca¨ªnos. Amedo argumenta que si no esclareci¨® antes los hechos fue porque cre¨ªa que favorec¨ªa la estructura del Estado. Ahora, el ex polic¨ªa alega que se ha dado cuenta de que fue utilizado y dice que "desea corresponder con la verdad en aras de una mayor estabilidad del Estado de derecho".Amedo relata que desde 1968 prestaba servicios de polic¨ªa en la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Bilbao, casi siempre en la brigada de informaci¨®n, y que en 1982, cuando se celebraban los mundiales de f¨²tbol en Espa?a, hizo amistad con un polic¨ªa franc¨¦s llamado Guy Metge, que conoc¨ªa muy bien el sur de Francia. Seg¨²n su testimonio, tiempo m¨¢s tarde, su jefe inmediato, Miguel Planchuelo, le pidi¨® que continuara esta relaci¨®n y que concertara con Metge una comida en Bilbao, a la que asistieron tambi¨¦n Planchuelo y Francisco Alvarez. Esta relaci¨®n deriv¨® en nuevos encuentros, incluso en Francia, en los que se habl¨® de ETA, y en pagos regulares a Metge por sus informaciones y contactos con mercenarios.

En abril de 1983, Metge aprovech¨® una fiesta en el castillo de la legi¨®n extranjera de Bayona para presentarle a Amedo, entre otros, a Gerald Manzanal (un ex legionario) "y a una persona de estatura baja y de origen espa?ol" llamada Florentino. Por orden de Planchuelo y de Alvarez, el 23 de septiembre Amedo se desplaz¨® de nuevo a Francia para mantener otra cita con estas personas y hacer m¨¢s contactos.

Cuatro mercenarios

Florentino facilit¨® a Amedo encuentros con otros dos mercenarios. Con los tres, m¨¢s un cuarto, Amedo prepar¨® una cita en el bar La Pecera, de San Sebasti¨¢n, a la que acudieron ?lvarez y Planchuelo. De all¨ª fueron al monte Igueldo, donde uno de los cuatro franceses mostr¨® fotos de dirigientes de ETA. A otro de los participantes, Pedro S¨¢nchez, se le dio el n¨²mero de tel¨¦fono del despacho de Planchuelo para recibir instrucciones.

Aproximadamente entre octubre y noviembre, ?lvarez y Planchuelo ordenan a Amedo que cite a S¨¢nchez, El legionario, para que se trasladase a Bilbao. S¨¢nchez acude al despacho de ?lvarez, y d¨ªas m¨¢s tarde vuelve a Bilbao, donde cena en el hotel Ercilla con Planchuelo y Amedo. Le dan 50.000 francos.

El 4 diciembre, Planchuelo y ?lvarez le piden a Amedo que negocie con S¨¢nchez un pago por un servicio (el secuestro de Segundo Marey). Tras sellar el acuerdo, Amedo acude al puesto fronterizo de Dantzarinea, en cuya comisar¨ªa le esperaba el mercenario Mohand Talbi, quien le indica que se suba a su coche porque tienen que recoger a dos personas. Viajan hacia un monte muy pr¨®ximo, donde Amedo ve a "un hombre gordo de complexi¨®n fuerte" (el mercenario Jean Pierre Echalier) y a "un viejo sentado en pijama" (Segundo Marey), al que han secuestrado confundi¨¦ndolo con el etarra Milcel Luj¨²a Gorostiola. Amedo recibe instrucciones de Sancrist¨®bal de llevar a Marey a la salida del t¨²nel de Basauri. Lo deja en manos de los polic¨ªas Hierro y Saiz.

Una vez en Bilbao, en el despacho del jefe superior de polic¨ªa, Amedo explica lo ocurrido a Sancrist¨®bal, Alvarez y Planchuelo. Les pregunta por qu¨¦ se hab¨ªa ordenado secuestrar a Marey, y Sancrist¨®bal le responde que lo hab¨ªa decidido Ricardo Garc¨ªa Damborenea, de acuerdo con el Ministerio del Interior, con el objeto de presionar a Francia en la lucha contra ETA.

Tras varios d¨ªas, en una reuni¨®n a la que acuden Planchuelo, ?lvarez y Sancrist¨®bal, ¨¦ste comenta respecto a Marey: "Dambo [Damboreneal y yo, de acuerdo con el ministro [Barrionuevol, hemos decidido que lo vamos a enterrar", ante lo que Amedo amenaza con contarlo todo. El 13 de diciembre, Sancrist¨®bal da a Amedo explicaciones (le lo que estaba ocurriendo y le anuncia que han decidido soltara Marey. El secuestrado fue liberado en Francia.