Desconcierto en Estados Unidos sobre como reaccionar ante la crisis chechena

Los pol¨ªticos de Estados Unidos han llegado a la conclusi¨®n de que el respaldo del presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, al brutal ataque militar de Chechenia ha debilitado gravemente su liderazgo, pero carecen de momento de una estrategia capaz de afrontar una era post-Yeltsin en Mosc¨², seg¨²n comentan veteranos funcionarios de la Administraci¨®n norteamericana.El espectro de una posible ca¨ªda pol¨ªtica de Yeltsin -bien porque sea expulsado del poder, bien porque sea marginado en debates importantes sobre el futuro de Rusia- cogi¨® a Washington completamente por sorpresa la semana pasada. Tras un apoyo t¨¢cito a la guerra de Chechenia en un primer momento, la Administraci¨®n norteamericana fue obligada a cambiar de marcha abruptamente cuando la lucha se volvi¨® inesperadamente amarga para las fuerzas militares rusas.

"Nadie sabe adonde va llegar esto", dijo un veterano funcionario, refiri¨¦ndose al profundo desacuerdo entre los pesimistas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) o del Departamento de Defensa, que piensan que Yeltsin est¨¢ acabado, y los optimistas del Departamento de Estado y de la embajada en Mosc¨², que creen que Yeltsin a¨²n puede recuperarse deteniendo la guerra y deshaci¨¦ndose de los consejeros que le metieron en ella.

Buen n¨²mero de pol¨ªticos de Washington, ansiosos por evitar decir o hacer algo que pudiera debilitar al presidente ruso, subrayaron el pasado viernes que Estados Unidos a¨²n apoya a Yeltsin porque es el ¨²nico pol¨ªtico elegido democr¨¢ticamente que respalda la reforma. A?adieron que no hay a¨²n ning¨²n an¨¢lisis claro de lo que puede suceder si Yeltsin es sustituido.

Otro pol¨ªtico insisti¨® en que no importa lo que suceda con Yeltsin porque Washington mantendr¨¢ su actual pol¨ªtica. "Continuaremos con nuestra ayuda econ¨®mica y discutiremos con el Congreso sobre ello. Mantendremos las estrechas relaciones pol¨ªticas con el fin de poder discutir asuntos como Bosnia o la OTAN, y continuaremos intentando integrar a Rusia en el G-7 [los siete pa¨ªses m¨¢s industrializados del mundo]", a?adi¨®.

Sin embargo, analistas y expertos independientes aseguran que, en el mejor de los casos, Yeltsin probablemente saldr¨¢ de la crisis con profundas heridas pol¨ªticas, dejando seguramente la puerta abierta a aquellos que se oponen m¨¢s vigorosamente a las reformas que apoya Estados Unidos. En su opini¨®n, Washington necesita empezar ya a prepararse para. hacer frente a este desaf¨ªo.

La Administraci¨®n norteamericana ha tenido dificultades para reaccionar adecuadamente ante la crisis chehena no s¨®lo por su sorpresa de cu¨¢n desastrosamente ha sido reducida la guerra por los generales de Yeltsin, sino tambi¨¦n por la falta de consenso sobre lo que este conflicto significa y sobre c¨®mo Washington deb¨ªa actuar.