El organismo batalla hasta el final contra el virus del sida, que se replica a gran velocidad
Nuevos estudios indican que los f¨¢rmacos son eficaces por muy poco tiempo
Por primera vez, los investigadores han logrado seguir d¨ªa a d¨ªa la evoluci¨®n de la enfermedad del sida en pacientes infectados por el virus y evaluar la acci¨®n real de algunos medicamentos antivirales. Los resultados indican un proceso muy din¨¢mico y son inesperados. La poblaci¨®n de virus del sida en las c¨¦lulas humanas se reproduce a una velocidad alarmante, pero el n¨²mero total de virus en el organismo aumenta muy lentamente con los a?os, debido a que el sistema defensivo, aunque herido, no est¨¢ totalmente desarmado y destruye los virus a casi igual ritmo.
Un 30% de los virus del sida que hay en el organismo infectado cada d¨ªa no exist¨ªa el d¨ªa anterior, lo que indica una velocidad de reproducci¨®n mucho mayor de lo que se sospechaba. Pero tambi¨¦n existe un rayo de esperanza para la terapia, ya que la continua destrucci¨®n de c¨¦lulas infectadas implica que el sistema inmune, incluso en casos avanzados de infecci¨®n por VIH, es capaz de movilizarse para atacar y matar las c¨¦lulas infectadas. Los resultados de los estudios publicados por George M. Shaw (Universidad de Alabama) y David D. Ho (Centro de Estudios del Sida Aaron Diamond, Nueva York) en la revista Nature se basan en el seguimiento del efecto de una nueva generaci¨®n de potentes drogas antivirales que se est¨¢n investigando o que han llegado a la etapa de ensayos cl¨ªnicos.
Enzimas
Dos de estos medicamentos atacan una enzima (prote¨ªna que act¨²a como catalizador de procesos biol¨®gicos) que el virus utiliza para fabricar la cubierta proteica que necesita para existir fuera de las c¨¦lulas. Sin esta enzima, el virus no se puede extender de una c¨¦lula a otra. La otra sustancia, la nevirapina, es similar a otros antivirales conocidos, como el AZT, porque inhibe otra enzima (la transcriptasa inversa) que los virus utilizan para hacer copias de su material gen¨¦tico.
Shaw y sus colegas encontraron que los pacientes que utilizaban cualquiera de estas drogas experimentaban una r¨¢pida y dr¨¢stica disminuci¨®n en el n¨²mero de virus en sangre. El equipo de Ho vio lo mismo en pacientes que tomaron una sola de las dos primeras sustancias. La disminuci¨®n, de m¨¢s de un 98%, dio una estimaci¨®n m¨ªnima del ritmo de destrucci¨®n de los virus en ausencia de virus nuevos y mostr¨® que el nivel normal se mantiene gracias a una gran replicaci¨®n del virus dentro de las c¨¦lulas reci¨¦n infectadas, capaz de doblar en dos d¨ªas la poblaci¨®n v¨ªrica.
Shaw y sus colegas constataron en sus pacientes la emergencia de part¨ªculas virales mutantes, resistentes a la nevirapina, a las dos semanas de tratamiento, lo que hizo que se recuperara el nivel inicial de virus en sangre. Esto apunta tambi¨¦n a una r¨¢pida reproducci¨®n de los virus, seguramente en c¨¦lulas del sistema linf¨¢tico, dif¨ªcilmente detectables, y no en las de la sangre. Esta ser¨ªa la raz¨®n por la que estudios anteriores detectaron, en sangre, un n¨²mero mucho mayor de c¨¦lulas en las que la infecci¨®n es cr¨®nica o no se detecta que c¨¦lulas en las que se replica el virus.
Lo positivo de los estudios es que prueban que la capacidad de producci¨®n de gl¨®bulos blancos, los principales objetivos del virus, se mantiene incluso en cantidades por encima de lo normal en infectados. Al final, sin embargo, el ritmo de destrucci¨®n de estas c¨¦lulas sobrepasa el de producci¨®n y por eso el n¨²mero total de linfocitos T, por ejemplo, es un indicador representantivo del declive hacia el sida en los seropositivos.
En esta batalla del organismo contra el sida los f¨¢rmacos antivirales, en combinaci¨®n y en las primeras etapas de la infecci¨®n, son la ¨²nica esperanza de reducir las posibilidades de que emerjan cepas resistentes. En todo caso, controlar la replicaci¨®n parece ser el arma m¨¢s eficaz mientras no haya otras.
Nature.
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