Delitos a?ejos

Eulogio Acevedo, un alcala¨ªno de 38 a?os padre de dos hijos, ingres¨® en la prisi¨®n de Alcal¨¢-Meco el 3 de enero por un delito que cometi¨® hace 13 a?os. El mundo se derrumbaba a sus pies: hab¨ªa sido condenado a cinco a?os. Pero su calvario se ha rebajado 24 d¨ªas despu¨¦s. El viernes dejaba atr¨¢s los muros de la c¨¢rcel, gracias a la concesi¨®n del tercer grado penitenciario, que le obliga a pernoctar en la prisi¨®n de Carabanchel.Acevedo asegura que el tercer grado se lo ha ganado a pulso porque ha demostrado que no ha vuelto a caer. Y tambi¨¦n, gracias a las 300 firmas que acompa?aron a la petici¨®n de indulto que present¨® su ex mujer la semana pasada.

Mario Conde, Arturo Roman¨ª y Juli¨¢n Sancrist¨®bal, entre otros, han sido sus compa?eros de galer¨ªa. Conde, "una persona bastante tratable", le despidi¨® como uno m¨¢s. "Me alegro chaval, enhorabuena", le dijo cuando se enter¨® de que se marchaba.

Para Eulogio, la posibilidad de continuar su vida laboral es lo m¨¢s importante, y la actitud de la justicia y del director de la c¨¢rcel de Alcal¨¢ le demuestra que "ha merecido la pena esforzarse durante m¨¢s de 13 a?os sin cometer otra tonter¨ªa". Est¨¢ contento porque sus convecinos, su ex esposa, sus compa?eros de trabajo y sus jefes le han demostrado amistad y solidaridad. Buena prueba es que ya ha vuelto al trabajo, como le prometieron cuando ingres¨® en la prisi¨®n.

Dice que en los tres ¨²ltimos a?os cada vez ha ido ganando menos. Se compr¨® un cami¨®n que est¨¢ pagando y con el que trabaja, y entrar de nuevo en la c¨¢rcel supon¨ªa perderlo todo. "La ¨²nica salida que ve¨ªa era convertirme en carne de ca?¨®n cuando saliera", se lamenta.

A¨²n recuerda aquel fat¨ªdico d¨ªa de 1982, cuando un m¨¦dico le diagnostic¨® una enfermedad degenerativa que le dejar¨ªa inv¨¢lido. Entonces, "unos colegas" le ofrecieron ir de conductor en un atraco y acept¨®. Estaba casado, ten¨ªa una hija de dos a?os y cobraba 20.000 pesetas de la Seguridad Social. El atraco fue una chapuza y la polic¨ªa les detuvo cuando no hab¨ªan transcurrido dos horas despu¨¦s de asaltar un banco. En prisi¨®n preventiva, conoci¨® el interior de los muros de la prisi¨®n de Alcal¨¢. Despu¨¦s abandon¨® la c¨¢rcel en espera de la sentencia definitiva.