Un permanente estado l¨ªrico
Cuando ya Jean Cassou la conoci¨® en 1932 con motivo de la exposici¨®n Cloacas y campanarios en la galer¨ªa Pierre dijo de ella que "estaba tocada por un permanente estado l¨ªrico" y ¨¦sta es la impresi¨®n que sigui¨® transmitiendo a todos los que la conocimos en el Madrid de los a?os setenta. Sin embargo, hac¨ªa m¨¢s de diez a?os que hab¨ªa regresado de su exilio voluntario.En ese momento Maruja Mallo era ya una figura indiscutible de nuestra vanguardia que se hab¨ªa dado a conocer en 1928 con su exposici¨®n en la Revista de Occidente. All¨ª hab¨ªa mostrado sus "estampas" y sus "verbenas" celebradas por Gim¨¦nez Caballero y G¨®mez de la Serna.
Su pintura, inspirada en ra¨ªces populares pero perfectamente al tanto de las ¨²ltimas tendencias, sintonizaba muy bien con las aspiraciones de una parte de nuestra vanguardia de creaci¨®n de una pl¨¢stica castiza y vanguardista a un tiempo y conectaba tambi¨¦n con un cierto "retorno al orden" com¨²n en los ¨²ltimos a?os, de la d¨¦cada de los veinte.
Sin embargo, poco despu¨¦s y coincidiendo con su amistad con Alberti y con sus paseos por los. alrededores de Madrid con Miguel Hem¨¢ndez y con Alberto y Benjam¨ªn Palencia, su pintura inicia un brusco cambio que se concretar¨¢ en la serie de Cloacas, y campanarios y que constituir¨¢ su momento m¨¢s claramente surrealista. Pero su esp¨ªritu regeneracionista, su peculiar amor por el orden y la geometr¨ªa la llevaj¨¢n a formar parte del Grupo Constructivo fundado por Torres Garc¨ªa en 1933. De aqu¨ª surgir¨¢ una nueva serie de trabajos: Arquitecturas minerales, Arquitecturas vegetales y Construcciones rurales.
Su obra realizada en el exilio -La religi¨®n del trabajo, Las cabezas, Las naturalezas vivas- e incluso su ¨²ltima serie, ya pintada de nuevo en Espa?a, Los moradores del vac¨ªo, contin¨²an su camino hacia la b¨²squeda de una pl¨¢stica clara y luminosa, de un "clasicismo del siglo XX" dif¨ªcilmente encuadrable en ninguna tendencia, pero en el que, sin embargo, laten restos de su filiaci¨®n surrealista, de su "insolencia po¨¦tica" de la que tambi¨¦n hablaba Cassou y del esp¨ªritu rebelde y constructivo de su generaci¨®n, la ¨²ltima tal vez que, seg¨²n sus palabras, crey¨® posible "romper las fronteras de todas las Espa?as".
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