Condenado a un a?o por malos tratos un oficial de la COE de Mallorca
El alf¨¦rez Jos¨¦ Diego L¨®pez Gonz¨¢lez, de 31 a?os y oficial de la Compa?¨ªa de Operaciones Especiales (COE) de Palma de Mallorca, ha sido condenado a un a?o y un d¨ªa de prisi¨®n como responsable de undelito continuado de abuso de autoridad, por maltrato de obra a inferior. Tres cabos profesionales de la unidad de guerrilleros han sido condenados a penas de entre cinco y siete meses de prisi¨®n militar y otro ha sido absuelto.
El Tribunal Militar considera que el alf¨¦rez no protegi¨® "la dignidad y la integridad f¨ªsica del ciudadano uniformado (...), valores de primer¨ªsimo rango constitucional". Los jueces han dado credibilidad a las denuncias formuladas por 18 boinas verdes que, en febrero de 1994, huyeron del cuartel para relatar a la prensa y a un juez los abusos, vejaciones y trato violento que sufr¨ªan de sus mandos.Uno de los dos vocales militares del tribunal -un comandante de Infanter¨ªa- introdujo un voto particular y requiri¨® rebajar la pena del oficial de un a?o a seis meses de prisi¨®n. El fiscal hab¨ªa solicitado dos a?os para los cinco mandos. La defensa del alf¨¦rez pidi¨® su absoluci¨®n al considerar que no hab¨ªa pruebas.
Algunos de los soldados denunciantes se mostraron ayer conformes con la sentencia. El portavoz del grupo, David Santos, de Huelva, la critic¨® por "blanda", pero reconoci¨®: "Ahora se confirma que no mentimos, que no hab¨ªa s¨®lo supuestos ni presuntos malos tratos". Diego de Jes¨²s de Palma afirm¨®: "En este cuartel seguro que no habr¨¢ m¨¢s malos tratos". Los fugados cumplieron arrestos de entre dos meses y medio y cinco meses y medio.
Defensa, a trav¨¦s del secretario de Estado de Administraci¨®n Militar, Juli¨¢n Ar¨¦valo, se?al¨® que este caso es excepcional y que "el Ej¨¦rcito es una instituci¨®n troncal de cualquier Estado, que l¨®gicamente no se ve afectada por situaciones marginales".
La sentencia indica: "Es evidente en el caso que ahora se ventila el car¨¢cter ofensivo y agresivo de las acciones cometidas", que vulneran la Constituci¨®n y las leyes de las instituciones de Defensa. Los cuatro militares condenados -el alf¨¦rez y tres cabos primeros- son considerados "responsables en concepto de autores, por su participaci¨®n personal, voluntaria y directa" en los abusos y malos tratos a los soldados.
Los jueces describen como hechos probados la mayor parte de los relatos sobre las agresiones, recibidas o presenciadas, descritas por el grupo de soldados que huy¨® del cuartel.
El alf¨¦rez L¨®pez -en el Ej¨¦rcito desde los 17 a?os- queda se?alado en la sentencia como autor de varias palizas indiscriminadas a dos soldados y de otras dos agresiones. El cabo Miguel Ochogav¨ªa es condenado a siete meses por participar en un largo acto colectivo de agresiones a la tropa, entre otros incidentes. El cabo Antonio S¨¢nchez recibe una pena de seis meses de c¨¢rcel por agredir a pu?etazos, dar patadas y hacer tragar un cigarrillo a un soldado, y Rafael Carrascosa ha sido condenado a cinco meses de c¨¢rcel por abusos y pu?etazos.
Los jueces manejaron jurisprudencia del Supremo para ponderar las declaraciones de los testigos -v¨ªctimas de los abusos- y esclarecer las contradicciones.
Las palizas del alf¨¦rez que motivan la condena son reflejadas as¨ª: En enero de 1994, durante un ejercicio nocturno, el oficial L¨®pez recrimin¨® una postura peligrosa a un soldado, "para corregirle la posici¨®n, empezando acto seguido a darle collejas y patadas". En diciembre de 1993, L¨®pez supo que un soldado hab¨ªa acudido al psic¨®logo para salir de la COE; entonces el alf¨¦rez "comenz¨® a insultarle, a agarrarle por la parte trasera de la chupita y le lanz¨® contra la mesa del cuartelero, propin¨¢ndole a continuaci¨®n varios collejones y un par de patadas".
Los condenados recurrir¨¢n contra la sentencia ante la sala militar del Tribunal Supremo.
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