Tres testigos afirman que trataron negocios privados en el despacho de Juan Guerra .
El despacho de Juan Guerra en la Delegaci¨®n del Gobierno en Sevilla no se us¨® m¨¢s que para recibir visitas privadas del asistente de Alfonso Guerra. As¨ª lo manifestaron ayer tres testigos, en la segunda jornada del juicio en la Audiencia de Sevilla. Entre las razones de las visitas, seg¨²n declararon estos testigos, estaban la venta de una finca o "motivos personales o part¨ªculares" relacionados con actividades privadas del hermano del ex vicepresidente del Gobierno. Ninguno record¨® ni supo decir si Alfonso Guerra utiliz¨® alguna vez su oficina.
Los testigos no recordaban tampoco haber ido nunca a tratar asuntos relacionados con la Vicepresidencia del Gobierno, motivo para el que oficialmente se habilit¨® el despacho.Jos¨¦ Fernando Castro, ex directivo de Ensidesa, ratific¨® ante el tribunal, en la sesi¨®n de la tarde, que firm¨® en el despacho la venta de la finca La Carrascosa y all¨ª mismo recibi¨® en pago un tal¨®n de 20 millones.
En la sesi¨®n de la ma?ana, Francisco Medina Vadillo, que dijo ser amigo de Antonio Guerra, el hermano mayor de Juan, habl¨® de comisiones millonarias ofrecidas por las empresas CIMSA y CAGESA al asistente en el famoso despacho, y de afirmaciones de Juan Guerra sobre el reparto del citado dinero.
"Pues esto est¨¢ bien. Tanto para el partido y tanto para los dern¨¢s". Medina puso esta frase en boca de Juan Guerra, refiri¨¦ndose a la ocasi¨®n en que CIMSA, a trav¨¦s de su representante Manuel Mac¨ªas, le ofreci¨® 500 millones de pesetas de comisi¨®n para que intercediera para. conseguir la adjudicaci¨®n de los cuarteles de la Maestranza en Madrid.
Tambi¨¦n relat¨® el testigo que en el despacho se habl¨® de cuatro operaciones de compraventa de terrenos hechas por el empresario, Mac¨ªas en la sede oficial: la compra de la finca de Ensidesa, la adjudicaci¨®n de los cuarteles de la Maestranza de Madrid, la cesi¨®n de los terrenos municipales de Mercasevilla y la compraventa del solar de la plaza de la Encarnaci¨®n de Sevilla. Medina Vadillo explic¨® que Juan Guerra le solicit¨® a ¨¦l y a su hermano Antonio -que ayer desisti¨® de declarar en la vista- que buscaran una constructora que fuera solvente, pero no conocida como Dragados o Agrom¨¢n".
El testigo, pese a que el tribunal le conmin¨® a que s¨®lo hablara del despacho de Sevilla, relat¨® sus visitas con Antonio Guerra a Madrid, donde acudieron a centros como "Patrimonio de Hacienda", "La Moncloa", "el Tesoro del Estado". Medina dijo que "a Antonio lo esperaban personas con las que hab¨ªa contactado Juan".
Jos¨¦ Garrido L¨®pez, que tambi¨¦n compareci¨® por la ma?ana, ratific¨® su declaraci¨®n del sumario, en la que afirma que habl¨® con Juan Guerra en el despacho sobre unos avales de la sociedad Construcci¨®n Modular Andaluza.
Las acusaciones particulares denunciaron de nuevo ante el tribunal lo que consideran una actuaci¨®n "de defensa" por parte del fiscal Alfredo Flores. Todos ellos, el del Partido Andalucista, Emilio Lechuga; IU, Manuel Fern¨¢ndez del Pozo, y el del empresario Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos, Marcos Garc¨ªa Montes, criticaron a Flores por repreguntar a los testigos sobre cuestiones que ¨¦stos hab¨ªa dejado claras y que, seg¨²n los letrados, prueban los cargos contra el acusado.
Fuera de la sala, Juan Guerra reconoci¨® ante los periodistas que quiz¨¢ no hayan quedado claras sus actividades por la dificultad de separar los cargos de su hermano Alfonso. "Puede ser que en algunos momentos se confundan las actividades en funci¨®n del cargo" dijo Juan Guerra, quien a?adi¨®, que quiz¨¢ fue un error no haberle designado "asesor" y haberle pagado con cargo a los Presupuestos del Estado en lugar de los del PSOE.
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