El cante de Enrique Morente llega al teatro de la Zarzuela

Enrique Morente lleva 15 d¨ªas ensayando en un peque?o estudio de Madrid. Diez horas diarias, domingos inclusive. En ese tiempo, los amigos del cantaor no le conoc¨ªan: apenas ha trasnochado -bueno, alguna nochecica..."-, ha fumado poco- "un poco menos"-, y s¨®lo ha salido al fr¨ªo madrile?o con el cuello de la cazadora sobre las orejas. Ahora todo est¨¢ listo para el deb¨² del ¨²ltimo premio nacional de m¨²sica en la Zarzuela.

"El concierto va a ser duro", dice Morente. "Mis amigos, los que han cre¨ªdo en m¨ª, esperan mucho, y aunque da gusto jugarse el pellejo por ellos, podemos pinchar, y entonces dir¨¢n: "probetico" metimos la pata, no val¨ªa n¨¢". La iron¨ªa de Morente debe tratar de quitar presi¨®n, porque el recital de esta noche parece importante: celebra la concesi¨®n el Premio Nacional de M¨²sica 1994, primero de la historia que va a parar a manos de un artista flamenco; supone el deb¨² del can taor en el teatro de La Zarzuela, y es el estreno en Madrid del Allegro Sole¨¢, obra sinf¨®nica para piano, voz y cuerda, fruto de la fusi¨®n de los talentos del creador andaluz y del compositor y pianista Antonio Robledo, nacido en Hannover con el nombre de Armin Hassen.Respecto al premio, Morente no entra al trapo: "El galard¨®n se lo han dado al flamenco, no a m¨ª. Ser¨¢ que no ten¨ªan una v¨ªctima propicia m¨¢s cerca...". En cuanto al deb¨², afirma: "Como dice Juan Verd¨² [director de la revista La Ca?a y productor y organizador del recital], est¨¢ bien torear en Aranjuez, pero alguna vez hay que venir a Las Ventas. La Zarzuela impone un poco, claro, pero es un teatro bueno: ah¨ª he visto a Carmen Amaya".

Y en referencia al estreno madrile?o del Allegro sole¨¢, que fue: presentado en la Bienal de Sevilla, de 1990, Morente s¨ª se muestra expl¨ªcito: "Sufri¨®. la incomprensi¨®n y, la chufla de los m¨²sicos y directores nacionales. Hab¨ªa miedo al desconocimiento del flamenco, y, pasamos muchas fatigas para estrenarla, Llegu¨¦ a pensar que tendr¨ªamos que ir a Rusia o a Alemania para hacerla. Yo les dec¨ªa a los m¨²sicos: '?Pero ser¨¢ posible que siendo usted y yo de dos pueblos que est¨¢n al lado vaya, a tener que irme a Mosc¨² a cantar esto?".

Las letras del Allegro, que esta noche sonar¨¢n s¨®lo con piano, mezclan coplas populares del cancionero flamenco, poemas de lbn Hazem y versos de amor de Pedro Garfias, poeta de la Generaci¨®n del 27, premio nacional de Literatura en 1938: "Es casi un desconocido aqu¨ª, pero en M¨¦xico fue una instituci¨®n. Muri¨® en 1967, tirado en el suelo, alcoholizado.- Lo anunci¨® un poema suyo: "Tambale¨¢ndose. Iba solo, borracho de amor, borracho de alcohol, o qui¨¦n sabe. Tambale¨¢ndose".

Pero ahora, fiel como siempre a su alma libertaria, el maestro ciruelo -as¨ª se llama ¨¦l mismo- ya s¨®lo piensa en lo que vendr¨¢ ma?ana, despu¨¦s de: "Si salgo vivo, que- no s¨¦, a tomarse algo, y luego ya les he pedido a los de la Sala Rev¨®lver que me pongan un par de concierticos,- a ver si me apeo pronto del pedestal ¨¦ste". Se r¨ªe, pero... "Si es que yo prefiero los sitios con humo y sin luz, son m¨¢s acogedores".