El Madrid firm¨® un trabajo pulcro
El equipo de Obradovic gan¨® al Le¨®n y jugar¨¢ la semifinal con el Taugr¨¦s
Dando por sentado que el Madrid de este a?o es un equipo de dudosa solvencia e incierto caminar, justo es admitir que inaugur¨® su estancia en la Copa con una actuaci¨®n rigurosa. Hizo lo que ten¨ªa que hacer sin dar rienda suelta a algunos de sus pecados originales. El otrora indigesto Le¨®n se convirti¨® en un c¨®modo entrem¨¦s. La diferencia en el descanso fue elocuente (41-24) y sirvi¨® una segunda parte de puro tr¨¢mite. Los leoneses viajaron a Granada cortos de aspiraciones y sobrados de timidez.Hay partidos que se resuelven en el primer cap¨ªtulo. No es un hecho frecuente, pero cuando se detecta uno de estos casos, el marcador no se equivoca. Los primeros movimientos de ambos equipos mostraban a un Madrid concentrado y un Le¨®n en faena rutinaria. Ni un s¨®lo detalle digno de menci¨®n se desprend¨ªa del juego del Le¨®n, corto equipaje para eliminar a un grande, apenas una zonita mediada la primera parte por aquello del qu¨¦ dir¨¢n. Su carrocer¨ªa mostraba una rara mezcolanza entre j¨®venes sin pulir de aspecto timorato y dos veteranos que alargan la hora de la jubilaci¨®n. Las cicatrices y los kilos de sobrepeso denunciaban las verdaderas posibilidades de Thompson y Reggie Johnson en el cuerpo a cuerpo. Tanta despreocupaci¨®n y tan compleja munici¨®n contrastaba con el esmero c* on el que los madridistas elaboraban sus primeras acciones.
Porque, s¨ª, el Madrid hizo un esfuerzo por firmar un partido muy pulcro, todo sea que acaba de entrar en la fase decisiva de la temporada cuando las derrotas empiezan a no tener remedio. Estuvo disciplinado en defensa y comedido en sus acciones ofensivas. Lasa llev¨® las riendas con mucha seriedad y marc¨® un ritmo muy prudente. Hubo atenci¨®n especial a evitar las p¨¦rdidas de bal¨®n y mucha severidad en el reparto de asistencias. Era un Madrid desconocido. Serio, callado y trabajador.Las estad¨ªsticas en el descanso rend¨ªan tributo a la obsesi¨®n del equipo madridista: un solo bal¨®n perdido, un verdadero hito. Pero dec¨ªan m¨¢s. Explicaban c¨®mo la defensa madridista hab¨ªa reducido al Le¨®n a porcentajes de acierto del 25% y c¨®mo la pareja Sabonis-Arlauckas se hab¨ªa hecho con el monopolio del rebote.
Sobre bases tan s¨®lidas, el Madrid encontr¨® laooportunidad para comenzar a disfrutar de su Juego, y lucir algunos aspectos interesantes de su contraataque. Hab¨ªan bastado 20 minutos para verle los resultados a un buen trabajo. La segunda parte qued¨® para el disfrute del personal.
A todo esto, a ciertos jugadores del Le¨®n no les hab¨ªa cambiado la cara: Reggie Johnson ense?aba la misma tristeza que una llora antes mientras Thompson rn4raba a Sabonis con escepticismo. A sus a?os han visto demasiadas cosas como para no ser conscientes de lo que les esperaba. Cab¨ªa suponer que al menos hicieran uso de su oficio, pero los j¨®venes que le rodeaban parec¨ªan entre t¨ªmidos y asustados. De ah¨ª la falta de qu¨ªmica de este equipo.
A falta de rival, Obradovic aprovech¨® la segunda parte para desentumecer los m¨²sculos de buena parte de su banquillo, con problemas de salud de un tiempo a esta parte. El partido lo hab¨ªa resuelto con seis de los siete jugadores sanos que le quedan en. la primera parte. Los minutos de la basura fueron para convalecientes como Biriukov y Antonio Mart¨ªn, a los que acompa?¨® Ant¨²nez. Hecho el trabajo sucio, no les result¨® complicado mantener el tipo y estirar el m¨²sculo para el partido de hoy frente al Taugr¨¦s, un equipo que est¨¢ sobrado de gente en todos los puestos.Falta por ver si este ejercicio de rigor madridista no es m¨¢s que un espejismo. Para derribar barreras de medio tama?o se ha demostrado harto suficiente, pero la irregularidad manifiesta de los; hombres de Obradovic obliga a poner en suspenso una conclusi¨®n de mayor fuste. No hubo insultos sino di¨¢logo, la solidaridad sustituy¨® a las malas caras, el orden al caos y la prudencia a la histeria.
ElMadrid. hizo ayer un partido tan desconocido que mueve a la incredulidad. Demasiados cambios de comportamiento se est¨¢n viendo en esta Copa. Todo sea porque con un t¨ªtulo en juego y tantas dudas en el horizonte cada cual se aprieta los machos.
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