La econom¨ªa entr¨® de lleno en una fase expansiva al crecer a un ritmo del 2% el pasado a?o
En contra de lo que podr¨ªa reflejar la situaci¨®n de la peseta, la econom¨ªa espa?ola ha pasado completamente la p¨¢gina de la crisis y ha entrado de Heno en una fase expansiva. Seg¨²n los datos publicados ayer por Estad¨ªstica, el producto interior bruto creci¨® el pasado a?o una media del 2%, algo de las ¨²ltimas estimaciones por encima de las ¨²ltimas estimaciones oficiales. La tendencia es al alza como refleja el crecimiento del 2,8% en el ¨²ltimo trimestre del a?o en relaci¨®n al mismo periodo del a?o anterior. El consumo privado y, sobre todo, la inversi¨®n, han adquirido cada vez mayor protagonismo lo que desmuestra tambi¨¦n que las familias y las empresas ve¨ªan el futuro con m¨¢s optimismo, al menos, en la segunda parte de 1994.
Las cifras del INE indican c¨®mo a lo largo del pasado a?o la situaci¨®n econ¨®mica ha dado un vuelco y se ha asentado cada vez con m¨¢s fuerza en una recuperaci¨®n plena. Se ha vuelto ahora pr¨¢cticamente a los niveles anteriores a la crisis econ¨®mica (2,2% de crecimiento en 1991), despu¨¦s de bajar al 0,8% en 1992 y descender todav¨ªa m¨¢s (-1,1%) en 1993. El crecimiento de un 2% en 1994 demuestra que se han vencido poco a poco las resistencias a creer que la recuperaci¨®n iba en serio, en especial, por parte de las familias y las empresas.Los incrementos anuales de la inversi¨®n (1%) -1,2% en la construcci¨®n y 0,6% en los bienes de equipo- y del consumo privado (0,9%) son los m¨¢ximos exponentes de este cambio de tendencia. Las empresas realizaron a finales de 1992 un ajuste de plantilla muy duro y el descenso de los tipos de inter¨¦s les permiti¨® sanear sus balances. Gracias a ello, han recuperado beneficios en 1993 y han empezado a dedicarlos a la inversi¨®n en 1994. Algo parecido ha ocurrido con las familias. El temor al futuro desencaden¨® una propensi¨®n al ahorro desconocida en nuestro pa¨ªs y, una vez recuperada la esperanza en, por lo menos, no perder el empleo, el consumo ha pasado a primer plano.
El crecimiento de la demanda interna (consumo e inversi¨®n) en un 0,7% a lo largo del ano, aport¨® 0,8 puntos al crecimiento del PIB, mientras que las exportaciones contribuyeron con 4,2 puntos y las importaciones, con tres puntos negativos. Todo ello indica que la exportaci¨®n ha sido, muy claramente, el motor de la recuperaci¨®n aunque la demanda interna aport¨® por primera vez desde la crisis valores positivos.
Desde el punto de vista de los sectores econ¨®micos, la evoluci¨®n del a?o muestra una fuerte recuperaci¨®n de la industria (creci¨® un 3,5%) y, bastante menor, de la construcci¨®n (l%); tambi¨¦n de los servicios (2,2%) y una ca¨ªda del 4% en la agricultura, pr¨¢cticamente el ¨²nico ¨¢rea de actividad econ¨®mica que hab¨ªa conseguido sobrellevar la crisis con tasas de crecimiento positivas.
Crecer a un ritmo del 2% no ha permitido, sin embargo, erradicar la destrucci¨®n de empleo. En media anual, durante 1994 se perdieron 107.000 empleos (seg¨²n la EPA), aunque mucho menos que un a?o antes, en que hubo una destrucci¨®n de 422.000 empleos. Los datos demuestran que, a pesar de la reforma laboral, la econom¨ªa espa?ola necesita crecer bastante m¨¢s que el 2% para crear empleo neto. Desde el punto de vista de la inflaci¨®n, sin embargo, el mayor crecimiento econ¨®mico se ha saldado con un deflactor impl¨ªcito del PIB (media anual de todos los precios, tanto del consumo como del comercio exterior) del 4,1 %, inferior en tres d¨¦cimas al del a?o anterior.
Si se analizan todos estos datos desde el punto de vista de la tendencia m¨¢s reciente, se ve c¨®mo la econom¨ªa ya ha tomado altura. El crecimiento del PIB ira en el ¨²ltimo trimestre del ano respecto del mismo periodo del a?o anterior del 2,8%. Es decir, que mucho se tienen que torcer las cosas para que al final de 1995 la media del a?o no rebase ese 2,8% que es la previsi¨®n del Gobierno.
M¨¢s empleo, menos inflaci¨®n
La inversi¨®n ha recobrado el pulso hasta crecer un importante 5,4% en el cuarto trimestre, tras arrastrar tasas negativas hasta el segundo trimestre del pasado a?o. Dentro de esta variable de la demanda interna, los bienes de equipo crecieron un 6,3% y la construcci¨®n, un 4,9%. El consumo se ha recuperado igualmente hasta un 1,9% frente al -0, 1 % con que comenz¨® el a?o. Estad¨ªstica ha revisado al alza la mayor parte de las variables recientes de la contabilidad nacional. Mientras la demanda interna consigui¨® ya aportar 2,4 puntos al crecimiento general de la econom¨ªa, la demanda externa neta (importaciones menos exportaciones) ha reducido su contribuci¨®n hasta los 0,4 puntos.
Un reflejo muy importante de esta mejora es que en el cuarto trimestre, por primera vez desde el a?o 1991, se ha producido un incremento de 46.000 empleos respecto del mismo periodo del a?o anterior. Ello indica la robustez de la recuperaci¨®n ya que esta variable es la ¨²ltima en reaccionar cuando la econom¨ªa se reanima. Tambi¨¦n se ha producido una leve desaceleraci¨®n en el deflactor impl¨ªcito del PIB.
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