Una ofensiva nacional-conservadora en la Duma destituye al defensor del pueblo de Rusia

La Duma Estatal de Rusia (C¨¢mara baja del Parlamento) emprendi¨® ayer con ¨¦xito una ofensiva de car¨¢cter nacionalista-conservador contra los liberales y destituy¨® al defen sor del pueblo, Sergu¨¦i Kovaliov, que se ha distinguido por sus denuncias contra el Ej¨¦rcito en Chechenia. De momento, Kovahov, de 64 a?os, retiene su puesto de jefe de la Comisi¨®n de Derechos Humanos, adjunta al presidente de Rusia. En solidaridad con el destituido, que fue preso pol¨ªtico durante siete a?os en ¨¦poca sovi¨¦tica, tambi¨¦n dimiti¨® el jefe de la Comisi¨®n de Defensa, Sergu¨¦i Yushenkov.

El coronel Yushenkov, que ha mantenido asimismo una actitud muy cr¨ªtica respecto a la campa?a rusa en Chechenia, pertenece, al igual que Kovaliov, al grupo parlamentario Opci¨®n de Rusia, que dirige el economista Yegor Gaidar.Con sus cr¨ªticas al estamento militar, sus exhortaciones a la opini¨®n p¨²blica internacional y su defensa de los observadores extranjeros, Kovaliov, que fue nombrado Defensor del Pueblo por la Duma en enero de 1994, se hab¨ªa ganado la hostilidad de los conservadores y del ministro de Defensa, P¨¢vel Grachov, que le considera su enemigo y ha limitado sus competencias.

El ultranacionalista Vlad¨ªmir Zhirinovski acus¨® a Kovaliov de querer traer tropas extranjeras a Rusia, y un total de 240 diputados votaron a favor y otros 75 en contra de la resoluci¨®n en la que se le acusa de haberse excedido de su mandato, propuesta por el nacionalista Sergu¨¦i Baburin. Seg¨²n el jefe de la Duma, Iv¨¢n Ribkin, el "factor preelectoral" ha entrado ya en escena y se reflejar¨¢ cada vez m¨¢s en las actividades parlamentarias.

La animadversi¨®n de la Duma hacia las ideas que defiende Kovaliov muestra las dificultades que pueden encontrar en la pr¨¢ctica proyectos de vigilancia internacional de la situaci¨®n en Chechenia, como la propuesta de la Organizaci¨®n para la Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (OSCE) de mantener una misi¨®n permanente en la zona. Desde la ciudad italiana de G¨¦nova, donde se encuentra asistiendo a un simposio dedicado al d¨¦cimo aniversario de la perestroika, Kovaliov present¨® su destituci¨®n como una represalia por parte de los ultranacionalistas y comunistas. Kovaliov manifest¨® su intenci¨®n de continuar trabajando como jefe de la Comisi¨®n de Derechos Humanos.

El grupo Opci¨®n de Rusia consider¨® la posibilidad de retirar a sus miembros de los cargos que a¨²n. ocupan en la Duma, pero opt¨® por no hacerlo, limit¨¢ndose a una declaraci¨®n en la que acusan a la C¨¢mara de haberse situado al mismo nivel que el r¨¦gimen comunista que persigui¨® a Kovaliov. Gaidar acus¨® a Zhirinovski, a Baburin, al l¨ªder comunista Guennadi Ziug¨¢nov, y al jefe del grupo parlamentario del Partido Agrario, Mijail Lapsh¨ªn, de actuar en coalici¨®n.

Golpe a los liberales

La destituci¨®n de Kovaliov y la dimisi¨®n de Yushenkov reduce a¨²n m¨¢s el papel de los liberales en los que Yeltsin se apoyo en 1992 al iniciar la reforma econ¨®mica. Los liberales, sin embargo, siguen teniendo influencia en el Gobierno, donde la figura m¨¢s prominente es la de Anatoli Chub¨¢is, el primer vicejefe del Gobierno, padre del programa de privatizaci¨®n de Rusia.

En primera lectura, la Duma aprob¨® ayer (por 240 votos a favor, 33 en contra y 4 abstenciones) una ley que, de llegar a ser aprobada definitivamente, pondr¨ªa fin al proceso de privatizaci¨®n en la red de televisi¨®n estatal y regional rusa. Por un margen de muy pocos votos se rechaz¨® una propuesta m¨¢s radical, efectuada por Zhirinovski para renacionalizar la televisi¨®n.

Amplio consenso, basado en consideraciones de distinta ¨ªndole, encontraron las mociones de censura dirigidas contra el ministro del Interior, V¨ªktor Yerin, y contra el Fiscal General en funciones, Alex¨¦i lliushenko, que recibieron 268 y 267 votos a favor (frente a 5 y 19 en contra respectivamente) y contaron con el apoyo de Opci¨®n de Rusia. Estos resultados tienen s¨®lo un valor m oral, ya que la facultad de destituir a ambos cargos corresponde a Yeltsin. En el caso del Fiscal General se requiere el visto bueno del Consejo de la Federaci¨®n (C¨¢mara alta del Parlamento), que ha rechazado ya a Iliushenko en varias ocasiones.

Continuando su pugna con Yeltsin, el alcalde de Mosc¨², Yuri Luzhkov, reafirm¨® una vez m¨¢s su decisi¨®n de dimitir, si no vuelven a sus puestos el fiscal jefe de Mosc¨², Guennadi Ponomariov, y el jefe de la polic¨ªa, Vladimir Pankr¨¢tov.

El alcalde, sin embargo, se lo toma con calma, y si Yeltsin no recapacita, dijo, esperar¨¢ el veredicto de los tribunales. "Tengo cosas m¨¢s importantes que hacer que estos tontos ajustes de cuentas", dijo Luzhkov.

La mitad de la plantilla de la fiscal¨ªa de Mosc¨² y el fiscal interino que sustituy¨® a Ponomariov han presentado ya su dimisi¨®n, y, siguiendo una tradici¨®n sovi¨¦tica, numerosos colectivos laborales de la capital rusa han salido en apoyo de su alcalde.