Joan Coromines cumple 90 a?os de compromiso con la filolog¨ªa rom¨¢nica

El fil¨®logo Joan Coromines cumple hoy 90 a?os. De car¨¢cter retra¨ªdo, no parece importarle demasiado la efem¨¦ride. M¨¢s bien e molesta. Encerrado en su casa de Pineda del Mar (Barcelona), donde se recluy¨® a su, regreso del exilio, en 1967, el fil¨®logo se muestra ajeno a todo el revuelo de homenajes que se ha montado y s¨®lo parece preocupado por mantener el ritmo de trabajo adecuado (m¨¢s de 10 horas diarias) para terminar su Onomasticon Cataloniae. Todos los acad¨¦micos consultados, al margen de su disciplina ling¨¹¨ªstica, se muestran un¨¢nimes al elogiar su obra.

La autoridad ling¨¹¨ªstica de Joan Coromines, autor de sendos diccionarios etimol¨®gicos en lengua castellana y catalana, no admite dudas. El acad¨¦mico Pere Gimferrer lo califica,, en este sentido, como "un hombre excepcional" autor de dos diccionarios etimol¨®gic¨®s que son aut¨¦nticos modelos y que tienen adem¨¢s una redacci¨®n personal muy interesante",.El tambi¨¦n acad¨¦mico Gregorio Salvador explica el respeto que le merece la obra de Coromines con la siguiente an¨¦cdota: "Cada vez que deb¨ªa hablar del diccionario de Joan Coromines en la Universidad, siempre dec¨ªa que lamentaba no llevar sombrero para pod¨¦rmelo quitar".

Fernando L¨¢zaro Carreter es otro acad¨¦mico que no escatima elogios hacia la obra de Joan Coromines. "Los castellanohablantes le debemos gratitud por su monumental diccionario", afirma.

Pero, ?qui¨¦n es realmente Joan Coromines? Es dificil decirlo. ?l mismo se ha empe?ado en huir de protagonismos y reconocimientos. Partidario de la obra callada y bien hecha, desarrolla desde hace m¨¢s de 70 a?os una lucha en solitario contra el tiempo.

Coromines, considerado como una de las m¨¢ximas autoridades mundiales en ling¨¹istica rom¨¢nica, naci¨® en 1905 en Barcelona; hijo del escritor Pere Coromines, autor de un libro, La vida austera, cuyo t¨ªtulo parece haber marcado la norma de vida de su hijo.

Disc¨ªpulo del fil¨®logo Pompeu Fabra, ordenador de la lengua catalana, la vida de Joan Coromines ha estado marcada por el exilio. Ya en 1927 tuvo que exiliarse a Montpellier como consecuencia de su militancia en un grupo nacionalista radical. Durante la guerra civil, se situ¨® en el bando republicano y ejerci¨® de traductor del Estado Mayor. Tras la derrota, se exili¨® con su padre, primero a Par¨ªs y despu¨¦s a Argentina.

Gracias a su prestigio de romanista exigente, Coromines obtuvo primero la plaza de catedr¨¢tico de la Universidad de Cuyo, en Mendoza (Argentina), y m¨¢s adelante la de ling¨¹¨ªstica rom¨¢nica en la Universidad de Chicago. Fue all¨ª,. entre 1946 y 1951, donde redact¨® los cuatro vol¨²menes del Diccionario cr¨ªtico etimol¨®gico de la lengua castellana, que revis¨¦ y ampli¨® posteriormente, con el t¨ªtulo de Diccionario etimol¨®gico castellano e hisp¨¢nico.,

El acad¨¦mico Francisco Ayala, que coincidi¨® con Coromines primero en Argentina y despu¨¦s en Chicago, afirma: "Es una figura p¨²blica de categor¨ªa en todo el mundo; es un hombre muy retra¨ªdo, pero su diccionario etimol¨®gico es una autoridad en todo el mundo".

A partir de 1952, Coromines, con ayuda de la Fundaci¨®n Guggenheim, consigui¨® concentrar sus clases en Chicago en un ¨²nico semestre, y aprovech¨® el resto del a?o para viajar a Catalu?a y reemprender las actividades iniciadas en los a?os veinte para elaborar el Onomasticon Cataloniae, obra que re¨²ne todos los nombres propios del ¨¢mbito ling¨¹¨ªstico catal¨¢n, y fruto tanto de la pasi¨®n cient¨ªfica como de su convicci¨®n, como nacionalista, de dotar a Catalu?a de u?a obra de referencia. A partir de su jubilaci¨®n, en 1967, se encierra en, su casa de Pineda de Mar, cerca de Barcelona, donde redact¨® el Diccionari etimol¨®gic y acelera el Onomasticon, a base de muchas horas de trabajo.

El Onomasticon, su obra magna, consta de nueve vol¨²menes -dos de los cuales ya publicados- en los recoge su experiencia sobre el terreno. No en vano Coromines ha recorrido a pie la totalidad del dominio ling¨¹¨ªstico catal¨¢n: Catalu?a, Pa¨ªs Valenciano, la Catalu?a francesa, Baleares y la ciudad sarda de Alguer.

Una muestra de la lucha contra el tiempo de Joan Coromines la tenemos en su empe?o de que sus obras las componga un linotipista, ya que considera que los adelantos de la fotocomposici¨®n son algo que no va con el trabajo cient¨ªfico.