Nuevas pistas acotan la zona donde pudo estar secuestrada la farmac¨¦utica de Olot
El pr¨®ximo lunes se cumple un a?o de la liberaci¨®n de la farmac¨¦utica de Olot (Girona) Maria ?ngels Feliu, que fue secuestrada en el garaje de su domicilio el 20 de noviembre de 1992. El segundo secuestro m¨¢s largo de los acontecidos en Espa?a -492 d¨ªas- sigue teniendo m¨²ltiples inc¨®gnitas sin despejar. El juez mantiene como inculpados a Joan Casals y Xavier Bassa, mientras la Guardia Civil prosigue sus investigaciones sigilosamente. No obstante, ha trascendido que nuevas pistas acotan la zona donde pudo estar secuestrada Maria ?ngels, que se mantiene en silencio y deseando enterrar un caso pol¨¦mico cuya resoluci¨®n est¨¢ pendiente.
Desde que Maria ?ngels Feliu sorprendi¨® al encargado de la gasolinera de Lli?¨¤ de Vall (Barcelona), el 27 de marzo de 1994, pocas inc¨®gnitas se han despejado. Las principales preguntas siguen sin respuesta. ?Qui¨¦n la secuestr¨®? ?Se pag¨®, rescate por su liberaci¨®n? ?D¨®nde estuvo secuestrada? Quiz¨¢ esta ¨²ltima pregunta tenga respuesta pronto, ya que fuentes de la investigaci¨®n aseguran que la aparici¨®n de nuevas pistas acota la zona donde pudo estar secuestrada.La llamada an¨®nima que dijo haber localizado el zulo en una mas¨ªa cercana a Torell¨® (Barcelona), donde la Guardia Civil deb¨ªa buscar un coche de color rojo, result¨® ser una pista falsa. No obstante, ahora se sabe con certeza que el lugar donde estuvo secuestrada la farmac¨¦utica de Olot fue construido especialmente para albergarla y que se aprovech¨® una especie de cuadra en la que hab¨ªa cuatro argollas atravesadas por una cadena. Asimismo, en el habit¨¢culo hab¨ªa una caja fuerte de unas dimensiones aproximadas de 40 x 50 cent¨ªmetros y se acced¨ªa a ¨¦l a trav¨¦s de 15 escalones de madera irregulares. Quienes construyeron el zulo no deb¨ªan de tener grandes conocimientos en alba?iler¨ªa, puesto que hab¨ªa filtraciones y para atajarlas colocaron sobre el tejado una lona de color gris oscuro de las que suelen utilizarse para tapar coches.
Al margen de las actuaciones judiciales, la Guardia Civil tiene establecida desde hace tiempo como l¨ªnea principal de trabajo la b¨²squeda del zulo. Seg¨²n fuentes del caso, se dispone de datos muy importantes basados en la meteorolog¨ªa. As¨ª, se sabe que a primeros de marzo de 1993 nev¨® en el lugar, que alrededor del 27 de agosto del mismo a?o graniz¨® con intensidad y que el 20 de febrero de 1994 el agua de la lluvia se filtr¨® por el tejado.
Emisoras y libros
Todo estos datos y el hecho de que la secuestrada declarara que escuchaba las emisoras de Radio 1 y Radio 5 de Radio Nacional de Espa?a con el dial de Barcelona est¨¢n siendo desmenuzados por lo investigadores, que tambi¨¦n siguen la pista a los libros que sus secuestradores ofrecieron a la farmac¨¦utica para sobrellevar el cautiverio. Dos de los libros, Cabaret y El jard¨ªn de los Finzi Contini, hab¨ªan sido editados en 1974 por encargo de la Caixa de Manlleu, y otro por la Caixa de Catalunya en 1989. As¨ª mismo, le ofrecieron la posibilidad de deleitarse con un tomo de Rebeca, editado por el C¨ªrculo de Lectores.
Mientras tanto, los frentes judiciales y policiales siguen m¨¢s abiertos que nunca. La decisi¨®n sobre la celebraci¨®n de un juicio contra Casal y Bassa est¨¢ pendiente de que el juez de Olot, Antonio Pastor, d¨¦ por concluida la instrucci¨®n y traspase los m¨¢s de 4.000 folios del complejo sumario a la Audiencia de Girona. Este tr¨¢mite se encuentra a la espera del resultado de una diligencia solicitada por el fiscal, Carlos Ganzerm¨¹ller, sobre cu¨¢l fue exactamente la intervenci¨®n de la empresa brit¨¢nica Control Risk -especializada en asesorar a familias en casos de secuestro. Antes de dar por finalizada la instrucci¨®n, el juez deber¨¢ decidir tambi¨¦n si accede a la petici¨®n de las defensas de citar a declarar a la farmac¨¦utica.
Una vez concluido este proceso, y debido a la incomparecencia de la familia Feliu -indirectamente siempre ha negado la participaci¨®n de los procesados en el secuestro- como acusaci¨®n particular, la posibilidad de que se celebre un juicio estar¨¢ en manos de la fiscal¨ªa. En medios de este ministerio se considera a Casals y Bassa instigadores del secuestro, que habr¨ªan llevado a cabo sus c¨®mplices.
La Guardia Civil crey¨® que los ejecutores podr¨ªan ser los seis miembros de una banda relacionada con el juego cuyos perfiles y apodos coinciden con algunos de los datos facilitados por Feliu sobre sus captores. Sin embargo, tras 11 meses de intensos seguimiento! e intervenciones telef¨®nicas, los investigadores no lograron reunir pruebas suficientes sobre su participaci¨®n.
Seg¨²n la tesis del fiscal, las deudas como consecuencia de su supuesta implicaci¨®n en un delito de tr¨¢fico de drogas llevaron a Casals a planificar el secuestro. La relaci¨®n de Casals con Olot -durante cerca de ocho a?os vivi¨® a 50 metros de la farmac¨¦utica-, unida a su precaria situaci¨®n econ¨®mica, refuerza la hip¨®tesis de la investigaci¨®n, que le considera el cerebro del secuestro. Los procesados siempre han mantenido su inocencia.
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